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Despliegues en la Antigüedad

Iniciado por Sir Nigel, 26 sep 2012, 12:11

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antonio

Muy interesantes.
Archivados para la lectura de verano.
Este me he leído los que habíais puesto antes.

strategos

Hacia tiempo que me había perdido este apartado (y encima creo que debo un artículo sobre tácticas navales, ains :doh). Quería comentar que el último artículo posteado por Sir Nigel es muy bueno y convincente.

Por cierto, quería aprovechar para arrojar un guante a ver qué os parece. Hasta ahora hemos recogido batallas y las hemos descrito en mayor detalle, pero me preguntaba si sería posible hacer un inventario aquí de cuantas batallas conozcamos de la Antigüedad de manera ordenada. En wikipedia tenéis este enlace que es muy útil porque tiene muchísimas batallas y descripciones de ellas, pero al que conozca menos la historia los nombres pueden decirle menos y no conocerá ninguna batalla nueva

http://es.wikipedia.org/wiki/Categor%C3%ADa:Batallas_de_la_Edad_Antigua

Se me ocurre que podemos ordenarlas por los bandos enfrentados, el número por bando y un enlace (o recuento breve) al desarrollo de la misma. Ahora que hemos recreado Hidaspes para Armati me he dado cuenta de que tener algo así puede ser muy útil para los wargamers que buscan oportunidades para escenarios y creo que todos podemos aportar un granito de arena.

Sir Nigel

Pues me parece muy buena idea. De hecho yo tendría cuidado con las batallas descritas en la Wiki en español, creo que unos cuantos fanboys de los romanos estuvieron haciendo de las suyas...

PD: He estado pensando en hacer lo mismo también con batallas de fantasía, aunque en otro hilo, claro.

strategos

Ah, pues eso sería importante hacerlo notar. Lo que yo he llegado a detectar es que se ofrece como cierto informaciones o especulaciones de ciertos autores contemporáneos y he echado algo en falta la cita de fuentes clásicas al referirse a las batallas.

PD: pues un recuento de batallas de Fantasía también tiene su aquél. Buena idea

Sir Nigel

Pues dejo un ejemplo. En la página de las Guerras Dacias, en el cuadro donde se ven los efectivos de ambos bandos, pone que los dacios tenían 200.000 hombres. La cita lleva a una obra de Estrabón. Lo malo es que esa cita ni hace referencia a los dacios de esta guerra ni dice que haya tantos hombres. Lo que dice es "At one time when the Getæ and the Dacians had increased to the greatest numbers, they were able to set on foot an army of two hundred thousand men, but now they are reduced to about forty thousand men, and are even likely to become subject to the Romans". De hecho en las páginas inglesa o francesa se habla de 40.000 dacios.

Otro problema gordo son las referencias a un tal José Ignacio Lago. Este señor presume de ser historiador y de no ser objetivo y tiene unas ideas un tanto especiales que intenta justificar usando la Historia para su beneficio, sin pudor alguno. Por ejemplo, si vemos la entrada para la batalla de Adrianópolis las cifras vuelven a ser extrañas. Según su estimación (sin explicar de dónde sale) aparecen 100.000 godos en la batalla. Alguien ha tenido la decencia de intentar meterlo bajo la alfombra poniéndolo dentro del apartado de "Estimaciones Antiguas". Lo que ocurre es que no son estimaciones antiguas, son desvaríos modernos.

strategos

Cita de: Sir Nigel en 13 dic 2013, 02:18

Otro problema gordo son las referencias a un tal José Ignacio Lago. Este señor presume de ser historiador y de no ser objetivo y tiene unas ideas un tanto especiales que intenta justificar usando la Historia para su beneficio, sin pudor alguno. Por ejemplo, si vemos la entrada para la batalla de Adrianópolis las cifras vuelven a ser extrañas. Según su estimación (sin explicar de dónde sale) aparecen 100.000 godos en la batalla. Alguien ha tenido la decencia de intentar meterlo bajo la alfombra poniéndolo dentro del apartado de "Estimaciones Antiguas". Lo que ocurre es que no son estimaciones antiguas, son desvaríos modernos.

ok, ya veo a qué te refieres. Estoy completamente de acuerdo. Efectivamente, en mi particular experiencia, huiría de hacer caso a las interpretaciones de Lago, porque hace ejercicios de prestidigitación con las fuentes. Es totalmente legítimo hacer cálculos y estimaciones, elaborar teorías, pero de ahí a hacerlo pasar por algo extraído de las fuentes... Este hombre publicaba mucho en Almena y me he comprado alguno de sus libros. Efectivamente alguna de sus teorías son interesantes, pero hay que saber que son eso, sus teorías. Además sus libros tienen un contenido valorativo poco aceptable, a mi juicio. Una cosa es decir que no se es objetivo y otra es que eso te dé rienda suelta para calificar a la gente. Además por desgracia, rara vez ofrece de qué fuente exacta (cita) sale cada una de ellas.

Sir Nigel

En la línea de lo que comentaba Strategos, adjunto un archivo sobre las batallas helenísticas. Incluye un listado completo de las batallas para las que hay fuentes y una lista de los textos en las que aparecen para poder consultarlos rápidamente. También incluye un recopilatorio de textos sobre la batalla de Selasia.

strategos

Muchas gracias por el archivo. ¡Es un gran aporte!

el picaro

cierto muy bueno el aporte, gracias

Himilcón


Sir Nigel

Gracias, Himilcón. Esto viene de un par de hilos en los que hablamos de elefantes.

http://www.elgrancapitan.org/foro/viewtopic.php?f=87&t=21096

http://www.elgrancapitan.org/foro/viewtopic.php?f=87&t=21096

Como ves, yo estaba por ahí  :), pero como soy un despistado no me di cuenta de ponerlo en este hilo.  :P

En uno de ellos puse un extracto de un artículo de Quesada Sanz. Lo pongo por aquí, me pareció muy interesante:

http://www.uam.es/proyectosinv/equus/warmas/online/Quesada%202013%20Fragor%20Hannibalis.pdf

Un ejército de época helenística, entre los siglos III y I a.C., se caracterizaba por contar entre sus tropas con lo que en terminología actual se denominan 'armas de dotación', es decir, armas servidas por dos o más combatientes que unen sus fuerzas para manejar un artefacto cuya capacidad destructiva, en alcance o potencia, es mucho mayor que la de la suma de los miembros de la dotación con sus armas individuales. Cuanto más elevada es hoy la cantidad de armas de dotación en un ejército, más moderno se considera. En la época de Aníbal, el ejército romano era –sólo en este sentido- muy sencillo, muy primitivo, mientras que los cartagineses, aunque ya no empleaban el carro de guerra, fabricaban y empleaban en sus fortificaciones con soltura, y a cientos, diversos tipos de piezas de artillería (lanzadoras de dardos y bolaños de piedra), y sobre todo empleaban habitualmente elefantes en el campo de batalla.

Si atendemos a la mayor parte de los historiadores militares modernos, el uso militar del elefante sería casi un error, dado que, cuando eran heridos o se asustaban, se volvían impredecibles y tan peligrosos para el propio bando como para el enemigo. A Aníbal le ocurrió en Zama (Polibio 15, 12), y Livio cuenta (27, 49) que los elefantes que su hermano Asdrúbal llevó a Italia a morir en la batalla de Metauro eran guiados por cornacas (guías) que llevaban a ese efecto un cincel y un martillo con el que perforar el cráneo de las bestias si se desmandaban y se convertían en un peligro para las fuerzas propias.

Sin embargo, el hecho es que durante siglos los mayores generales del mundo antiguo, como Pirro o el mismo Aníbal, emplearon elefantes con profusión siempre que podían conseguirlos, y no sólo por su efecto psicológico, muy notable en ejércitos que los contemplaban por vez primera, aunque efímero (por ejemplo ante los curtidos soldados de Alejandro Magno, Curcio 8, 12-13). Se emplearon sobre todo, y muy a menudo con éxito, para desorganizar la caballería enemiga, romper las líneas de una infantería poco sólida, arremeter contra fortificaciones de campaña y, muy raramente, contra otros elefantes. La forma en que Aníbal usó sus elefantes contra los carpetanos formando una barrera a la salida de un vado es un buen ejemplo de su utilidad (Polibio 3, 13, 5). Incluso los romanos emplearon elefantes siempre que pudieron procurárselos, contra ejércitos regulares helenísticos (como en la batalla de Cinoscéfalo de 197 a.C. -Polibio 18, 23-, curiosamente los macedonios no los tenían), contra tropas irregulares como los numantinos (Apiano, Iber. 56, ibid. 89), e incluso en sus guerras civiles (Thapso, año 46 a.C., Apiano Bell. Civ. 2, 96).

Por tanto, y pese a sus problemas, todos los ejércitos antiguos que pudieron conseguir elefantes los emplearon. Amílcar Barca contaba con ellos, y su yerno Asdrúbal tenía hasta 200 al tomar el mando en Iberia (Diodoro 25, 12). Aníbal confió en los elefantes desde el principio y hasta el final: llevó con éxito al menos cuarenta de ellos en su expedición contra los vacceos y vetones en 221-220 a.C. (Livio 21, 5; Polibio 3, 13). Partió en 218 a.C. en su 'larga marcha' por la Galia y los Alpes con al menos 37 elefantes (Apiano Aníbal 1, 4; Polibio 3, 46), aunque poco después de la batalla de Trebia sólo le quedaba uno, pues los demás murieron de frío (Polibio 3, 74; Livio 21, 56; 22, 2). Sobre éste cruzó Aníbal, enfermo y a punto de quedarse tuerto, los pantanos del Arno en 217 a.C. En Cannas ya no le quedaba ninguno, pero en algún momento recibió refuerzos, quizá hasta cuarenta bestias (Livio 23, 13), porque Livio nos cuenta que en el año 215 Aníbal empleó elefantes ante la ciudad de Casilino (23, 18) para detener una salida de los sitiados, y que en 211 los hispanos apoyados por tres elefantes rompieron la línea de una legión romana ante Capua (Livio 26, 5, 11). Sin embargo, también estos elefantes murieron o fueron sacrificados antes del regreso de Aníbal a África (Livio 30, 20). En cuanto a los quince ejemplares que Asdrúbal Barca llevó consigo en 209/207 a.C. para ayudar a su hermano (Apiano, Anibal 52), cinco debieron ir muriendo en camino, seis cayeron en la batalla de Metauro, ya en Italia, y "los cuatro restantes ... los romanos les capturaron más tarde, pero no a los indios que cuidaban de ellos" (Polibio 11, 12, 1).

Se ha discutido mucho sobre los elefantes que pudieron emplear los ejércitos bárquidas. El consenso hasta ahora es que se trataba de una especie local del Atlas, diferente y de menor tamaño que el Elephas Maximus de la India (hasta tres metros en la cruz, lomo convexo y orejas pequeñas) o del Loxodonta africana cyclotis, elefante norteafricano empleado por los Ptolomeos (hasta dos metros y medio, lomo cóncavo, grandes orejas), y desde luego no el gran elefante de la sabana de hasta cuatro metros en la cruz, nunca bien domesticado en la Antigüedad. Por eso se cree generalmente que se trataba de un animal que, a diferencia de los usados por Ptolomeos, Seleúcidas y otros ejércitos helenísticos, no llevaba en su lomo ni torre ni combatientes, salvo un guía (cornaca), siendo el elefante el arma en sí misma. Las monedas de plata hispano-cartaginesas que representan elefantes pequeños sin torre parecen apoyar esta versión. Sin embargo, hay textos explícitos de época romana republicana que aluden al empleo de torres en los elefantes de los númidas (Caes., Bell. Afr. 30, 2; 41, 2; 86, 1), luego su colocación es factible en animales pequeños.

Hay algún indicio, además, del empleo por parte de Aníbal de elefantes asiáticos, quizá adquiridos a los Ptolomeos. En la batalla de Ilipa Livio describe a los elefantes púnicos como "'bajo el aspecto de 'castillos'", en el sentido de empalizada (28, 4). Si, -como ya sugiriera Scullard- uno de los más valientes elefantes de Aníbal (que perdió un colmillo en combate y es quizá el superviviente solitario antes citado) se llamaba Surus (Plinio, Hist. Nat. 8, 5), su propio nombre, "el sirio", indicaría que se trataba de un elefante asiático, del tipo que desde Pirro y aún antes llevaba torre y dotación de combatientes. Lo mismo indican las referencias a cornacas indios en Metauro (Polibio 11, 1, 12). Pero sobre todo P. Rance ha llamado recientemente la atención sobre una entrada (la voz thôrakion) de la Suda, un muy tardío léxico bizantino que recoge fragmentos de textos hoy perdidos y que alude expresamente a torres de los elefantes de Aníbal. Se ha discutido si el fragmento citado es de Polibio, pero Rance argumenta de modo convincente que procede de Diodoro Sículo y en último extremo de Sósilo, el griego que acompañó a Aníbal en sus campañas, y defiende que es probable la colocación más o menos ocasional de torres –y por tanto de combatientes- en los elefantes de Aníbal.

Himilcón

Jaja, ya veo  ;D. Yo he descubierto esa web hace poco y es de lo primero que he visto, desconocía la existencia de ese hilo  :P

Sir Nigel

Por si a alguien le interesa, he estado ocupado con algunos hilos sobre batallas. Algunas ya estaban por aquí, pero en menos detalle.

Bagradas: http://www.elgrancapitan.org/foro/viewtopic.php?f=87&t=21100

Campaña de Germánico contra la confederación de Arminio en el año 15 d.C: http://www.elgrancapitan.org/foro/viewtopic.php?f=87&t=21115

Guerra Gótica (376-382): http://www.elgrancapitan.org/foro/viewtopic.php?f=87&t=21141 (incompleto, a ver si lo acabo en breves)

strategos

Muy interesantes los aportes. ¡Muchas gracias por compartirlos!

Himilcón

Por cierto, aquí el enlace de la página de satrapa1 sobre la 2ª guerra púnica, que aun se puede ver. Yo recomendaría que os lo guardarais en un word no sea que le pase lo mismo que al resto de la web...

PD: El enlace que se me olvidaba jajaja :http://www.galeon.com/satrapa1/entrada/marcoprincipal.htm