Colabora


+ Info

[Relato]Duelo

Iniciado por Lu, 04 sep 2008, 23:44

0 Miembros y 1 Visitante están viendo este tema.

Lu

Ambos se miraron, con las manos sobre las empuñaduras, listos para desenfundar sus espadas en cualquier momento. El demonio contenido en una de ellas siseó desde el empireo.
Finalmente, el Aguila Roja desenfundó su arma de energía. El demonio gruñó y gritó cuando fue empuñado por el traidor. Las armas chocaron en el aire, con las fuerzas de ambos contendientes igualadas.
- ¡Traidor!- acertó a gritar Telzan al Guerrero de Hierro. El rostro del marine se contrajo en una mueca que hace siglos hubiese sido una sonrisa. Se alejó del joven Marine Espacial con un salto calculado, interponiendo su espada entre ambos.
- No soy dado a los discursos, imperial.-
- Entonces no hables.- El Marine se lanzó de nuevo al ataque, y esta vez el Guerrero simplemente esquivó la estocada.
- Impulsivo. Con coraje. Ni diré que no tienes agallas, chaval. Hay que tenerlas para que te den una de estas.- Golpeo el frontal de su servoarmadura con el guantelete, con un sonido sordo.- Pero has elegido el camino equivocado.-
- ¿Ah si? No soy yo quien lucha en nombre de dioses oscuros y demonios.-
- Oh, la superioridad moral de los astartes. Enternecedor. Me recuerdas a los viejos tiempos. Todos nos creíamos mejores en los viejos tiempos.-
- Eraís mejores, pero traicionasteís todo por lo que lo luchabais.-
- ¡Ja! Luchabamos por la galaxia, muchacho. La reclamabamos para la Humanidad. ¡Pero el Emperador la quería para él!-
- Mientes. Y lo sabes. No me engañarás con toda esa palabrería.- El Aguila volvió a intentarlo. Intercambiaron nuevos golpes. Cada choque era como un trueno recorriendo sus cuerpos, los brazos comenzaban a sufrir. Esta vez fue Telzan el que marcó de nuevo las distancias, buscando un hueco en la defensa de su enemigo.
- ¿Ves de que sirve tu Emperador? Aquí estás, en un planeta perdido, defendiendo algo que él no puede defender, sin más ayuda que tus manos. Yo lucho por algo más puro. Odio. Y tengo a los dioses de mi parte.- Siguió el movimiento del Aguila Roja con el rabillo del ojo. Le dejó avanzar y, en el momento justo, le cortó un brazo. Telzan reprimió un alarido de dolor. La espada demoníaca no solo había cortado su carne, sino que había tocado su alma, dejándole una quemazón en todo el cuerpo y con ganas de echarse a llorar como un niño.- No puedes vencerme, imperial. Soy mejor que tú.-
La herida del brazo se había cauterizado al contacto ardiente del arma del traidor, su mano estaba en el suelo, el guantelete blanco manchado de sangre y barro. Telzan se obligó a si mismo a serenarse, de la única manera que le habían enseñado.
- Este es mi brazo, que sujeta la espada. Esta es mi mano, que lleva con rapidez la justicia de su castigo.-
- Ja, ja, ja, ja. ¡Lo que me faltaba! ¡Estás rezando al Falso Emperador! Nunca me canso de estas pequeñas irónias...-
- Este es mi brazo, que porta el Bolter. Esta es mi mano, que lleva con rapidez la justicia de su castigo.- Telzan seguía rezando, alzando la voz por encima de la risa del traidor. Se colocó en posición de ataque y embistió de nuevo. El Guerrero del Hierro jugaba con él, estaba claro. Pero el solo necesitaba aguantar, aguantar hasta encontrar el hueco para mandarle con sus sucios dioses.
- Este es mi brazo, que sujeta la espada. Este es mi brazo, que sujeta el Bolter. Este es mi pecho, que porta el simbolo del Emperador.- ¡Ahí estaba! El traidor continuaba hablando, burlandose de él. Se despistaba. El hueco apareció iluminado en su mente, y, sin pensarlo, clavó la espada hasta la empuñadura. Ceramita y carne cedieron, y un torrente de sangre oscura se derramó del costado del Guerrero del Hierro, que cayó de inmediato, mudo por la sorpresa. Sus rodillas golpearon el suelo y la espada tintieneo al caer de su mano. Con un movimiento circular, Telzan le decapitó.
Dandole la espalda, enfundó su arma y se agachó a recoger su miembro amputado. Quizás el Apotecario pudiese reimplantarlo.
- Esta es mi mano, que lleva con rapidez la justicia de su castigo...- Telzan sonrió y se alejó del cadáver.

Crom

Una duda... cuando dices...

Citar... del Guerrero de Hierro que calló de inmediato
¿Te refieres a que se cayó al suelo? ¿O que guardó silencio?

Por lo demás, para mi gusto demasiado diálogo y pocos palos.

Lu

Ostia, que gazapazo. Es cayó, de caerse al suelo. Gracias por el aviso...

baltasor

Hombre, es un tipo de duelo dialectal entre dos puntos de vista totalmente diferente, un debate interesante  ;D

Por lo demás me ha gustado Lu :)

Lu

Bueno, no estaba planteado como una sucesión de yoyas. Eso no es interesante...:P
Además...¡le he cortado un brazo! ¡Y al otro le han decapitado y le han atravesado! Si es que soís unos morbosos...jajaja.

¡Gracias por vuestra opinión! Para la próxima vez, metere más leches, está claro. Jeje.

baltasor

Pues oye, no estaría mal plantarse un debate entre un representante del Emperador y otro de los Dioses del Caos. Cada cual con su forma de ver la realidad. Como acabaría un enfrentamiento verbal? Quien sería el moderador?? ;D

Gonfrask

Buen relato, pero yo habria sido mas cruel, algo en plan:

"...pero a medida que ejecutaba su golpe fue consciente de que fallaria. El Traidor esquivo burlonamente la espada dejandole pasar y lo inmovilizó ferreamente con su mano libre.

- ¿A Donde crees que ibas?- le dijo con una demoniaca sonrisa en el rostro"

E imaginad el final.

Pero me ha gustado. Ya hacia mucho que nadie publicaba relatos :P