Muy bien, Caliban!

Genial! Mola mucho compartir afición con los peques y verlos disfrutar  Ojalá el día que tenga los míos consigo aficionarles también 

Bueno, pues tras el intervalo de las vacaciones hemos jugado nuestra tercera aventura: tenían que rescatar una princesa prisionera en el castillo de un hechicero. Ya han mejorado el nivel de sus personajes y eso me ha permitido meter más enemigos. En Caver Crawl, tres subidas se notan y mucho.
Además ya tenía el pack de cofres de "El canto de las espadas", que me ha venido de perlas. Es lo siguiente a pintar.
No tenía el teléfono a mano y no he tomado fotos, pero todas las aventuras que jugamos las tengo en excel, por si alguien las quiere.  ESta vez les he puesto trampas en todos los pasillos, a mala idea, delante de objetos "deseables", y en cuanto entraban, se lanzaban a por ellos sin buscar trampas ni nada. No veas, han salido con varios dardos clavados por ahí como si llevaran banderillas. También he podido meter un enemigo final adepto hechicero con dos capitanes orcos como esbirros, lo que le ha dado un toque, porque cuando lo mataron se me ocurrió (inspiración repentina) narrarles que el mago decía: "Mi amo acabará con vosotros" antes de morir. Y no veas qué risa. Llevan todo el día preguntándose quién será ese "amo", dilucidando si será un orco o un humano. EStán deseando averiguarlo.
Destaco dos "trampas" que les he puesto. La primera no la resolvieron, pero la segunda sí.
a) La primera era una sala con un tesoro y una llave que necesitaban. En una celda habían liberado a un anciano que les recomendaba "tomar solo lo que necesitaran y no lo que no necesitaran". El mayor se ha olido la trampa y ha ido a por la llave, pero a mi Joaquinito le puede el ansia y se ha lanzado a las monedas. Menudo trastazo de 3 VIT que se ha llevado. Y menuda cara que me ha puesto, como "no me puedo creer que seas mi padre y me hagas esto".
b) La segunda era un pasillo en el que si entraban, se cerraban las puertas y yo retiraba todas las demás salas de la mesa. La gracia es que el pasillo giraba, pero ellos no lo "veían". Yo sólo les decía que con las puertas cerradas se oían crujidos y mecanismos. Si salían del pasillo en la dirección en la que habían entrado, yo empujaba hacia atrás el pasillo y volvía a poner la sala anterior a la del pasillo. Es decir, volvían a entrar en la sala anterior. Había dos manera de superarla: impedir que la puerta se cerrara o bien, una vez las puertas del pasillo se cerraran, salir no por la puerta de "alante", sino por la que acababan de cruzar. Bien, me hubiera gustado hacer una foto porque el mayor hasta se levantó y se puso a dar vueltas por la habitación donde jugamos, mirando la mesa y pensando, frustrado, mientras el Joaquinito rajaba y rajaba. El pequeño ha pasado del tema porque ya era demasiado para él. Tres veces volvieron a entrar en la misma sala hasta que al mayor se le ocurrió lo salir por la puerta por la que habían entrado. Se ha hinchado como un palomo buchón, el tío.

Hola,

Me gusta mucho el planteamiento. Me lo apunto. De hecho quería buscar un libro que tuve hace tiempo que eran test de lógica basados en elección de puertas para hacer una presentación de un Dungeon lógico en unas jornadas.

A mi hijo y sus amigos les encanta jugar teniendo que tomar decisiones, repartiéndose las tareas según especialidades y pensando las cosas antes de hacerlas. Yo les suelo describir el entorno, y ellos deben de pensar en cómo actuar. En el último partían desde una celda cerrada donde sólo había harapos, huesos de rata y una piedra rota. Pues enseguida le pidieron al enano a ver si podía abrir la cerradura fabricando una ganzúa. Más adelante fabricaron antorchas con los harapos y unos palos que encontraron, y así todo el rato.

Y en los finales, de vez en cuando suelo gastarles bromas del tipo "y el malvado hechicero explota en una nauseabunda nube de gases tóxicos asfixiantes y mutagénicos.... tenéis que salir corriendo hasta el último giro del pasillo en tres tiradas de dados u os convertís en engendros esclavos del calabozo". No veas la tensión que se les echa encima.

Ahora estamos jugando con un sistema de dados de colores de forma que la activación de jugadores es aleatoria (tipo bolt action), y esto mete más tensión todavía, por que el malo (o sea yo) puede pegar antes que muchos de ellos, así que abrir puertas ya no es cuestión del más valiente, si no del que más probabilidades tienen de aguantar lo que sea antes de que se le echen encima dos orcos y un goblin con garrapato personalizado.

Es curioso cómo vuelves a disfrutar enseñando a jugar a las futuras generaciones, y cómo ellos, pese a consolas, smartphones, y canales 24 h, pueden pasarse toda una tarde tirando dados y con esas caras de concentración que supongo que poníamos todos al jugar las primeras veces.

Ánimo en el empeño, y disfruta de estos momentos que de verdad que son muy chulos.

Saludos

Cuarta aventura casi terminada. He interrumpido la partida en un punto álgido porque puse muchos combates y eso les cansa. Prefieren los enigmas. Han entrado en una catacumbas contratados por un mago misterioso. Se han abierto paso hasta el altar con el libro mágico y han vuelto a la entrada, y cuando le han dado el libro a su patrón este les ha encerrado en la catacumbas, como a Aladino. Menuda cara que se les ha quedado. Ahí he parado. Como enigma curioso, tenían que encontrar una puerta secreta, para lo cual les di el mapa completo de la mazmorra para que Se orientarán y entendieran en que sala estaba el acceso secreto. Les ha costado un poco,.


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