De vez en cuando sigo uno de sus programas (el de tecnología presentado por la moza de turgentes formas) y veo con sorpresa que nos piden ¡120000 euros! para sortear la crisis (http://es.youtube.com/watch?v=MUYJTPB-xYI).
Por lo visto lo necesitan para seguir funcionando y, claro, como ofrecen un producto gratuitamente se siente legitimados para pedir donativos a los espectadores.
La cosa está mal, todos lo sabemos, pero al margen de lo poco ético que es pedir este pastizal para salvar una empresa que no es ninguna ONG y tiene su sede en Arturo Soria (vamos, que podrían tener las oficinas en Móstoles o Alcorcón, que seguro les salía más baratito) tienen el detalle de pretender devolver el dinero si no consiguen la cantidad necesaria.

En teoría necesitan el dinero hasta alcanzar determinados acuerdos comerciales que les permitan su supervivencia. Ahora resulta que deben andar estrechando algunas manos y tienen esperanza (http://www.mobuzz.tv/SalvarMobuzz.php), aunque solo llevan recaudado algo más del 37% de la cantidad que pretenden obtener de los espectadores. Aun así no hay demasiada transparencia y el suizo que está al mando de todo este tinglado solo informará de qué está pasando a quienes han hecho donativos (o eso es lo que él dice, claro).


No sé que sucederá con el(los) canal(es) al final, pero vaya jeta pedir dinero para una empresa privada al más puro estilo Lola Flores (¡ay! si cada español me diese veinte duritos...). Después de la maniobra similar de Zattoo (en su caso aun más sangrante, ya que pretenden cobrar por su visión solamente en España, emitiendo canales de cadenas comerciales ajenas a ellos) no sé que esperarme de las empresas de la "red 2.0". Vamos, que el quilombo no deja de ser algo así como si la señora de la mercería de la esquina nos pidiese dinero porque el negocio le va mal.
Mucha jeta señores, mucha ciberjeta.