Muy interesante lo que planteas, Sir Nigel. Efectivamente la opción que a mí se me ocurre es emplear a los príncipes y triarios como una segunda línea que hace frente a la amenaza. Otra alternativa hubiera sido un uso más agresivo de la legión, lanzándose con mayor celeridad contra la línea enemiga con el objetivo de romperla para que al caballería pudiera sólo enfrentarse a una reserva aún fresca. De hecho la triplex acies tiene la ventaja de que el envolvimiento, aunque salga bien, corre el riesgo de enfrentarse contra las líneas posteriores aún frescas.

Veo en Armati limitaciones a la hora de representar las líneas de relevo y se me ocurren algunas ideas que podemos aplicar al juego que desarrollamos. El principal problema que veo es que si se rompe parte de la línea principal, salvo que esté todo muy bien alineado, no hay margen para introducir las unidades de refresco, y eso es un problema de cara a la representación. El frente estrecho es otro problema, que hace que el romano pierda poder, aunque es cierto que con sus factores de combate bien podría enfrentarse a una línea más numerosa. En nuestro enfrentamiento eran cuatro contra tres y está claro que iban a merendarse la línea pronto.

Cita de: strategos en 06 ago 2015, 00:35
Veo en Armati limitaciones a la hora de representar las líneas de relevo y se me ocurren algunas ideas que podemos aplicar al juego que desarrollamos. El principal problema que veo es que si se rompe parte de la línea principal, salvo que esté todo muy bien alineado, no hay margen para introducir las unidades de refresco, y eso es un problema de cara a la representación.

Por eso me pareció mejor idea integrar toda la legión en un mismo elemento, así te permite abstraer cosas que si se tuvieran que hacer con reglas normales de movimiento y combate serían muy farragosas.