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Batalla pandémica: Sicacusa contra Cartago [Armati]

Iniciado por strategos, 04 jun 2021, 03:28

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La mañana del segundo día despertó con los ánimos encendidos en ambos campos. Al establecer Pasifilo su campamento tan cerca de los púnicos, resultaba muy sencillo llegar al combate esporádico. Por la noche los más intrépidos de los siracusanos cruzaron mitad andando y mitad a nado el río por un punto cercano al campamento. Iban con la decidida orden de capturar algún enemigo para saber más de sus fuerzas. ¡Mas con qué frecuencia la fortuna es esquiva en los asuntos de la guerra! Y así resultó que los cazadores fueron a su vez cazados pues un grupo en armas dispuesto por Xenodicus esperaba emboscado el cruce nocturno de los enemigos. Ningún siracusano regresó esa noche.

Pero también la misma diosa fortuna donde da, quita, de resultas que un grupo de jinetes púnicos fueron con similares intenciones de averiguar más sobre el campamento de Pasillo, con la mala suerte de topar con una patrulla enemiga. La mayor parte de los exploradores pereció, pero uno pudo informar a Amílcar sobre la situación en el nuevo campamento siracusano.

Entretanto la noche fue dura para el cuerpo de Arcágato y Heracleides. Durmiendo al raso entre sus hombres en cada rincón creían ver un púnicos escondido. Y temiendo de la famosa perfidia púnica recelaban de un ataque enemigo en cualquier momento. Ataque que no llegó pero dejó una profunda intranquilidad en la avanzadilla siracusana al otro lado del Hímera. Y así pasaron los acontecimientos en aquella noche, o al menos así nos los han relatado quienes vivieron aquellos hechos.

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Esta noche en el campamento de Pasifilo apenas pueden dormir. A medida que su general trata de conciliar el sueño se encuentra con que alguna patrulla trae algún tipo de resultado. Al parecer durante la noche una patrulla que daba vueltas alrededor del campamento tal y como habías dispuesto ha sorprendido a una pequeña partida de observadores púnicos. La mayor parte murió a manos de tus hombres, pero uno, herido, parece haber sobrevivido. No consigues sonsacarle mucha información, salvo que es cartaginés, miembro de una unidad de caballería. Afirma que su ejército es muy numeroso, con muchos aliados griegos y mercenarios de todas partes pero no conoce más detalles.

Las primeras patrullas matutinas informan de que por el mar no hay movimientos de naves cartaginesas, por lo que parece tranquilo. Por otra parte, los oficiales aliados griegos transmiten nuevamente su inseguridad por haberse separado de la fuerza principal, haber hecho noche sin la preparación adecuada y acercarse tanto al campamento cartaginés sin tener ninguna protección. Comienza a circular la idea de que Agatocles los ha abandonado a su suerte para facilitar su huida y la de sus hijos.

De buena mañana, las tropas se disponen a la marcha hacia el otro lado del río Himera. Cuando han recorrido una distancia del campamento improvisado llegan los primeros reportes de que ha habido contacto con tropas enemigas. Al parecer los púnicos han cruzado en esta ocasión el río con más tropas. El combate que se desarrolla a continuación es desigual en cada flanco, aunque las tropas siracusanas finalmente se llevan la peor parte.

Esto es lo que relatan.
Flanco izquierdo. En este flanco se ha enfrentado una unidad de peltastas, caballería y psiloi griegos bajo mando cartaginés contra las tropas siracusanas. Su ligera ventaja en tropas ligeras le ha permitido dificultar el avance de las tropas enemigas, lo que ha terminado por desordenarlas en su avance. De hecho, los psiloi siracusanos han puesto en fuga los del enemigo antes de que las tropas pesadas de ambos bandos hayan entrado en contacto, dándoles la primera ventaja. Sus peltastas y caballería se han lanzado sobre la caballería siracusana, pero una maniobra arriesgada por parte de los jinetes ha puesto en fuga a sus peltastas, mientras que la caballería ha permanecido firme. En el combate entre éstas la caballería siracusana, compuesta por hombres venidos a más gracias a Agatocles, han descargado toda su furia sobre los nobles siracusanos exiliados. Aunque ha sido un combate que ha durado bastante tiempo al final la victoria se ha decantado del lado siracusano.

Flanco derecho. Aquí la fortuna no ha sido propicia a los siracusanos, aunque los números jugaban también enormemente en su contra. La fuerza combinada de la carga de los nobles púnicos a caballo junto a los mercenarios italiotas ha arrasado por completo a los peltastas siracusanos y otras tropas ligeras destacadas en el flanco, poniéndolas en fuga casi en el contacto inicial. Para fortuna de los griegos, dicha persecución no ha durado mucho, pues los cartagineses, en una maniobra controlada, han detenido la persecución para lanzarse contra la retaguardia de la formación siracusana.

Centro. Aquí las tropas siracusanas compuestas por hoplitas griegos y mercenarios italiotas se han enfrentado a una unidad de hoplitas griegos, tres unidades de mercenarios ligures y celtas y una unidad de lanceros libios. La línea siracusana, sobre extendida, apenas podía contener a unos enemigos que aproximadamente les superaban en 5 a 3 en infantería pesada. La línea ha aguantado con suerte dispar infligiendo mayor daño sobre los hoplitas griegos, pero en general los siracusanos se han llevado lo peor del encuentro. Si no hubiera sido por los mercenarios samnitas, etruscos y celtas, la batalla hubiera durado mucho menos. Han sido éstos los que más daño han infligido a los griegos. Finalmente los aliados griegos hoplitas no han aguantado y han terminado por romper la formación. El resto de unidades le han seguido al principio en buen orden para finalmente salir corriendo hacia el campamento principal.

Para fortuna siracusana el comportamiento de su caballería y tropas ligeras del flanco izquierdo en las labores de cobertura del resto del ejército ha salvado del desastre a las demás tropas. Eso y que el enemigo se ha lanzado sobre el campamento griego en busca de botín en lugar de perseguir con mayor decisión a las tropas griegas.

Tras el asalto al campamento enemigo, las tropas cartaginesas vuelven triunfantes a su campamento principal, despertando la envidia de sus camaradas de armas, que arden en deseos de entrar en combate. Gracias a todos los pertrechos saqueados al enemigo, apenas será necesario salir a forrajear en varios días, y los hombres lo agradecen enormemente.

Las tropas griegas son las que más han sufrido en los enfrentamientos con el enemigo, aunque su moral es muy alta tras haber logrado resistir los hoplitas y haber ganado el enfrentamiento contra enemigos frente a los que fueron derrotados el año anterior. La caballería griega es la unidad más dañada del ejército púnico, junto a los psiloi que la acompañaban. El resto de tropas están en buena condición y podría decirse que no dan muestras de agotamiento. Por último, las tropas que no han entrado en combate son las que están más frescas.

Por otro lado, llegan noticias de que el resto de tropas griegas han cruzado el río por un punto más al norte y que han establecido un campamento en la orilla del río púnica. Apenas se conoce actividad por su parte y no se sabe nada más, salvo que está cerca del anterior campamento enemigo.

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Hacia la batalla
Con la mañana las tropas siracusanas se aprestan a la batalla confiadas tras el paso, aunque temerosas de lo que puedan hacer los otros cuerpos. Según desciende de la colina en la que está situado su campamento, el terreno se hace más y más llano y practicable para la caballería. A su derecha en el avance se observan colinas que cada vez se hacen más pronunciadas y que van dejando a sus espaldas. Por el centro de la llanura se extienden espacios abiertos, salpicados de terrenos de cultivos, algunos de los cuales ya han despuntado bastante para esta época del año. La caballería sirve de pequeña avanzadilla al grueso del ejército, acompañados a la vanguardia de cerca por las tropas ligeras tal y como se había previsto.

El avance se produce por llanuras y terreno favorable. Llevan un buen tiempo de marcha sin que se haya divisado presencia del enemigo. Alrededor se divisan árboles hacia la zona del río y un amplio espacio abierto. El río precisamente llega hacia un recodo cuando se despeja de vegetación en gran medida y parece hacerse mucho más practicable. En este momento se hace visible ante ellos, imponente, la antigua colina fortificada de Falaris.. En el horizonte está el campamento cartaginés, cuyos últimos fuegos pueden ver disiparse en el horizonte. A esta distancia poco más puede divisarse.

Del otro lado del río las tropas de Pasifilo parten hacia los pasos que vagamente habían identificado en días precedentes tal y como había dispuesto su general, con las primeras luces del día. En el horizonte el campamento cartaginés, pero antes el vado por el que comienzan el cruce. Sospechosamente, el cruce es sencillo y sin problemas, a diferencia de los días anteriores. Finalmente se reúnen las tropas con el grueso del ejército, listas para combatir con el enemigo.

Entre tanto, en el campamento cartaginés el despertar ha sido tranquilo y, a pesar de tus continuas preocupaciones hacia Deinocrates y los suyos, no ha ocurrido en el campamento nada fuera de lo normal. La mañana se presenta como una tranquila jornada castrense cuando, al galope, llegan los jinetes enviados a explorar el otro lado del río. Cuentan que apenas han avanzado hacia la mitad de la llanura que los separa del campamento original siracusano han visto a un numeroso cuerpo de fuerzas acercarse hacia nosotros. A su juicio eran tropas muy numerosas en número.

Apenas hay tiempo para reflexionar sobre qué hacer al respecto, cuando llegan los exploradores apostados en el río. Han tenido que ir abandonando sus posiciones sucesivamente por ser insostenibles. Se acerca lo que es a su juicio el ejército siracusano en su conjunto, con grandes fuerzas de infantería ligera y caballería en vanguardia y, tras ellos, el grueso de su infantería pesada.

Oxkarth

... y los dioses contuvieron el aliento.   ;D  Añadir aquí música épica y a ver qué pasa...  :sh :sh :sh

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Cita de: Oxkarth en 13 ago 2021, 20:38
... y los dioses contuvieron el aliento.   ;D  Añadir aquí música épica y a ver qué pasa...  :sh :sh :sh

jejeje efectivamente. Estos días yo estuve escuchando ésta.



Ya terminada la batalla, puedo ir poniendo el desarrollo interno de los acontecimientos. Lo que os he descrito hasta ahora son más o menos descripciones de contexto, algunas de las cuales también tuvieron los jugadores. Ahora voy a poner los planes de los jugadores, es decir, algo de la salsa de la partida. Hay que entender que estas comunicaciones se produjeron en el contexto de los eventos anteriores. Además muchos mensajes no eran enviados a todos los jugadores directamente sino sólo a alguno en particular. Voy incluyendo los destinatarios respectivos.

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De Agatocles a sus generales
Mis hijos. Mis generales. No puede alguien elegir mejor compañía en un día en que las Moiras observan atentamente. Más allá del Himera se posicionan nuestros enemigos, aquellos que han preferido buscar ayuda de Cartago, sabiendo que son débiles. Cartago ha decidido aprovechar esta oportunidad para extender su dominio en los mares, siempre insaciables. Que no os quepa la menor duda que de fracasar hoy significará el fin de Siracusa y de todos nosotros. Bien establecido lo que está en juego y lo mucho que dependemos del resultado, debemos tomar una decisión respecto a nuestro plan de batalla.

Nos situamos sobre una alta colina en la que tenemos una buena posición. A nuestra derecha tenemos un río que avanza atravesando el futuro campo de batalla, y también nos rodea la retaguardia. Y el campamento enemigo se sitúa en la lejanía, tras el río y en otra colina. Y además, alrededor del río disponemos de una pequeña cobertura. Por tanto, considero que nuestros principales problemas son:
- El río es una posición defensiva considerable.
- No podemos fortificarnos indefinidamente en la colina, dado que agotaríamos los recursos cercanos.
- No vamos a tener más tropas. El enemigo que sepamos tampoco, pero si esta situación se alargase, con su posición al lado de la costa nada se lo impediría.
- Algunas de nuestras tropas no son particularmente fiables, ya sea por "discrepancias" de gobierno o por estúpidas supersticiones acerca de cruzar el río.

Por lo tanto, dispongo lo siguiente:
- Cronos no juega a nuestro favor, cuanto más vacilemos, peor será nuestra situación. Debemos atacar decisivamente y pronto. Si en dos días no hemos logrado rechazar a Cartago, estaremos en peligro.
- Un asalto frontal a través del río colina arriba es directamente cruzar el Éstige, y sería nuestra perdición.
- Algunas de nuestras tropas no son fiables, y por lo tanto, no podemos confiar en que presenten gran batalla. Son una parte considerable de nuestras fuerzas, así que tampoco despreciarlos.
- Nos encontramos cerca del enemigo. Unos hoplitas podrían salir al amanecer, ir a su campamento y volver para cuando Helios se sitúe en su zénit. Es de esperar que sus peltastas hostiguen de forma continua por lo tanto. También hace que dar respuesta rápida a un ataque enemigo sea complicado, ya que para cuando la orden llegue el enemigo estará encima muy rápido.

Por todo ello, mi plan propuesto sería lo siguiente: Primero, dividir nuestra fuerza en dos. Una de ellas, avanzaría sin cruzar el río, tomando posiciones defensivas. El avance debería ser cuidadoso y lento, con exploradores a caballo. Situar infantería ligera para emboscar tropas enemigas en los árboles cercanos al río es una buena oportunidad. Mientras tanto, el grueso de la segunda fuerza tomará cobijo tras la colina, invisibles al enemigo. Reservaremos algunas tropas para guardar el campamento y alertar en caso de que el enemigo decida asaltar directamente. De esta segunda fuerza además separaremos la caballería que deberá cruzar el río a nuestra derecha, asegurándose de que hay opciones de suministro en este lado del río. El grueso de las fuerzas descansará a la sombra de la colina, y sólo durante el atardecer debemos empezar a transportar suministros al otro lado del río por el lado de nuestra retaguardia, ocultos tras la colina.

Con la cobertura de la oscuridad de la noche, el resto de tropas cruzará. Este movimiento sólo podría ser detectado si el enemigo coloca tropas en nuestro flanco derecho, de ahí la importancia de colocar caballería en ese lado del río cuanto antes. El tener unos miles de hombres en la colina y en la colina, mientras gran parte del ejército avanza en posiciones defensivas, hará sospechar al enemigo que buscamos un enfrentamiento a lo largo del río, una guerra de escaramuzas en la que se creerá con ventaja. No dudéis que dispondrá de sus tropas a lo largo del río, siendo especialmente peligrosos los arqueros u honderos. Los hombres en la colina además pueden señalizar inmediatamente al resto en caso de que se vea que el enemigo decide lanzarse de forma inesperada.

Una vez amanezca deberíamos estar en una situación en la que la mitad del ejército se encuentra a cada lado del río, ambos con la mitad de suministros. Si deciden salir de su campamento a por cualquiera de nosotros, su flanco se verá amenazado por el otro. Esto además tiene una función adicional: cuando nuestros supersticiosos aliados, que irán en la fuerza inicial de avanzadilla, vean al amanecer que la otra mitad de las fuerzas ya han cruzado el río, se les quitará de la cabeza cualquier maldición y recordarán que están bajo Agatocles, quien no tiene intención de perder batalla. Esto también afectará al enemigo, puesto que claramente tendrán exploradores y al amanecer todo su ejército sabrá aterrado la posición en la que se encuentran.

Este plan integra varias opciones para enfrentarse al enemigo:
- Si el enemigo decide apuntalarse en su posición defensiva: Sin duda un movimiento inteligente dado que la posición de la colina con el río es muy difícil de flanquear. Pero en ese caso, cuando la mitad de nuestro ejército haya cruzado, podemos dejar cruzar el resto mientras el resto le da cobertura, envolviendo totalmente al enemigo. Claramente no podrán mantener tantas tropas sin suministros constantes.
- Si el enemigo decide enviar tropas de exploración mientras despliega sus tropas a su lado del río, las tropas en la colina y la caballería a nuestra derecha garantizan que una parte de nuestra fuerza esté oculta.
- Si el enemigo decide avanzar por el frente cruzando el río en la zona más cercana a su campamento, será avistado rápidamente y las tropas situadas tras la colina pueden volver a subir y hacer de segunda línea.
- Si el enemigo en cambio decide no cruzar y continuar en masa por el otro lado, encontrándose con nuestra caballería, será avistado rápidamente por las tropas en la colina en cuyo caso la fuerza de avanzadilla podrá flanquearle sin problema, mientras el resto de fuerzas usan la ventajosa posición en la colina.
Lógicamente todo plan tiene desventajas, y es importante conocerlas:
- La mitad del ejército perderá comunicación a partir de la noche. Esto implica que cada uno de los ejércitos debe tener un líder fuerte capaz de reaccionar con firmeza y dureza ante los enemigos, y adaptar el plan.
- Los hombres estarán algo cansados tras cruzar durante la noche. No me preocupa especialmente dado que descansarán todo el primer día, y durante el segundo día no hay necesidad de atacar al amanecer.
¿Ideas, sugerencias?

De Arcágato a su Padre
Estimado Padre,

Aladas palabras las que nos has dirigido. Me enorgullece tener la sangre de tan aguerrido guerrero entre mis venas. Albergo una sombra en mi corazón, y es que no creo que dejar a los aliados temerosos del río detrás de la colina durante el día pueda dar buen fruto, pues ¿cómo podemos asegurarnos que una vez hayan nos hayan visto cruzar el río, no solo no decidan cruzarlo sino que nos arrojen dardos y proyectiles? Por ello creo mejor dejar a los necesarios guardando el campamento, con un grupo escogido de los nuestros, e intercalar detrás de sus tropas a las nuestras, para asegurar su avance. En cualquier caso, yo y Heracleides ejecutaremos con diligencia tus órdenes.

Creo asimismo necesario explorar la zona para hablar con un buen plano del terreno. Mi buen hermano puede encargarse de coordinar la exploración, pues no me fío de los otros griegos.

Me gustaría añadir una sugerencia fuera de los planes inmediatos de batalla. También creo necesario atrapar a los causantes del rumor acerca del Himera, que bien podrían ser espías al servicio de Cartago. Yo mismo lo destriparé con mis manos si me das permiso, Padre. Los soldados hablan mucho, y por cuatro piezas de plata no tardarán mucho en vender a los cabecillas del rumor.

De Pasifilo a Demófilo
"Estimado Demófilo, coincidirás conmigo en que entablar batalla sin la información necesaria sobre nuestras fuerzas, el terreno y el enemigo es un camino directo al desastre. Como paso previo a plantear cualquier estrategia para alzarnos con la victoria necesitamos que nuestro soberano nos detalle con cuántos hombres contamos, así como su calidad y función en el combate.

Adicionalmente, considero que debemos enviar pequeños grupos de caballería a reconocer el terreno, localizar los principales caminos y las zonas más propicias del río -tanto para vadearlo nosotros como para prevenir un ataque enemigo-. Finalmente, y no menos importante, tendremos que capturar algún prisionero para interrogarlo y conocer las fuerzas enemigas, sus líderes y el estado de su moral. Habrá que enviar patrullas también para estar siempre alerta, en particular durante la noche, con objeto de evitar sorpresas desagradables. El tiempo apremia, y según las instrucciones de nuestro señor parece que tendremos que tomar la iniciativa, propongámosle estas medidas a Agatocles".

Con la información que recibamos podremos valorar qué estrategias proponer. Si Demófilo tiene otras ideas o sugerencias las comentamos.
¡Un saludo!

De Arcágato a Agatocles y el resto de generales
Padre, me gustaría expresar mis opiniones en asamblea para que todos nos escuchen. Es el momento de actuar con firmeza pero sin dejarse arrastrar por las pasiones, de esas que inundan los cuerpos de nuestros mal llamados aliados. Entended Pasifilo y Demófilo que no hablo de vosotros, ni de vuestro pueblo.

Por ello, creo que habría que vigilar a las tropas que dejemos al otro lado del río, para evitar que los dudosos aliados se vuelvan contra nosotros cuando hayamos cruzado el río. Por nuestra parte, Heracleides puede ir de avanzadilla y cruzar el río con un pequeño grupo de exploración. Eso no solo dará la información sobre el avance pero puede ser usado  para dar ejemplo. A este respecto me gustaría pedirte, Padre, si puedes compartir la información sobre el terreno de la que dispones. Tal vez con un plano y las pesquisas de Heracleides podamos trabajar con mayor eficiencia.

Asimismo insisto en perseguir a aquellos que reparten rumores entre la tropa. No se puede permitir que el enemigo nos ataque sin presentar aún batalla.

Haremos según ordenes, Padre. Zeus está de nuestro lado.

De Pasifilo a Agatocles y demás oficialidad
"Mi señor, sin duda tu experiencia en múltiples campañas y los éxitos cosechados en el campo de batalla avalan tus planes. Como bien comenta tu hijo, se hace preciso enviar fuerzas de caballería a reconocer el terreno y también localizar los principales caminos y zonas del río vadeables con mayor facilidad. No me cabe duda de que ya habrás previsto la captura de algún enemigo para ser interrogado y que nos informe del número, calidad y disposición de las fuerzas enemigas. También el establecimiento de patrullas para evitar cualquier tipo de contratiempo con los púnicos. Finalmente, para servirte del mejor modo, nos es necesario a Demófilo y a mí conocer las tropas a tu servicio, su número y calidad."

De Agatocles a sus generales
Saludos,
Sin duda os he enseñado bien, hijos míos, pues comentáis puntos interesantes sobre la estrategia a seguir. Voy a comentar primero sobre vuestras acertadas sugerencias y después os expondré más información sobre el terreno y las fuerzas, a fin de asignar todo y preparar despliegue.
- Arcágato menciona la necesidad de que las fuerzas que avancen inicialmente cerca del río dispongan de armas de proyectiles con los que defenderse. Si bien no disponemos muchas, creo que sin duda es cerca del río donde serán más útiles.
- Respecto a patrullas, capturas y demás, os informo ahora de las tropas disponibles y cada uno de los mandos deberá organizar sus tropas ligeras y caballería para esta misión, así como asegurar suministros en caso de ser necesario.
- ídem respecto a tropas menos... confiables. Sin duda habrá que llevarlas controladas.
- Buena idea respecto a capturar a quien está extendiendo rumores... Pero no lo mataría salvo que no quede otro remedio. Dicha "desparación" puede causar temor entre sus fieles, que no durarán en asociarnos con ello. Mucho mejor si se puede "convencer", bajo promesa de oro o sangre, de que altere ligeramente la profecía a algo que nos resulte más favorable. Como por ejemplo, que aquel bando que domine ambos lados del río tendrá la bendición de Poseidón y llegará a la costas impune.

Aquí os presento un mapa del terreno:


Como podéis observar, tanto esos cartagineses como nosotros nos encontramos en una buena posición en colina, cerca del río. Nótese que el río Himera tiene algo de vegetación alrededor, lo cual se puede usar para emboscadas. La mayoría del terreno es abierto., sin demasiada posibilidad para sorpresas. Es de esperar que los púnicos hayan organizado algún pequeño puerto improvisado para recibir refuerzos, aunque no dispongo confirmación de ello. La distancia entre ambos campamentos no es grande, en medio día unos hoplitas podrían ir y volver. En cuanto a agua y suministros, podríamos contar con algo de ella en las villas cercanas a ambos lados del río, pero no podemos abusar de ello durante días, ya que será demasiado para los locales y puede provocar rebelión. Esta es otra de las muchas razones por las que debemos tomar la iniciativa y no demorarnos en el ataque.

En cuanto a tropas, disponemos de 3 unidades de caballería, toda ella fiable, de poco más de 1000 jinetes cada una. En cuanto a tropas pesadas, disponemos de 5 lochoi de unos 2000 hombres, dos de ellos mercenarios de gran veteranía, y una de ellas de aliados. Además he adquirido los servicios de 3 grandes grupos de mercenarios celtas, de aproximadamente 2000 hombres cada uno. En cuanto a tropas ligeras, disponemos de 2 grupos de peltastas, uno de ellos aliado y 6 de escaramuzadores, con unos 500 hombres, entre los que se encuentran dos unidades de aliados, y uno de ellos son arqueros y otra de honderos. Por último los suministros del campamento y personal logístico son 4000 hombres en 4 grupos.

Dependiendo del plan, asignaremos las tropas de una forma u otra. Pero para dar un punto de partida, os propongo lo siguiente.


El grupo azul (este, dado que el campamento enemigo se sitúa al sur) utiliza los honderos y arqueros para protegerse del río, tened en cuenta que se puede utilizar para emboscadas. La caballería avanzará explorando. Dos lochoi de hoplitas entre las que se encuentran nuestros aliados, avanzan por detrás, así como un grupo de mercenarios. Dispondrán de suficientemente suministro y no deben acercarse demasiado al río: si el cartaginés se lanza en masa desde el oeste, el grupo norte/rojo debe poder proveer apoyo.

El rol del grupo norte es claro, disponiendo de buena parte de la infantería pesada oculta tras la colina, preparada para ayudar en cualquier momento si es necesario, o bien realizar el pase nocturno. Unos escaramuzadores se asegurarán de que tienen ojos en el terreno.

Por último, el grupo verde/oeste tiene la tarea vital de utilizar la mayoría de la caballería y tropas ligeras para explorar el terreno, eliminar patrullas enemigas, asegurando la cobertura de rojo, analizar el terreno y obtener suministros. Dado que tiene tan sólo una lochoi de hoplitas, puede pasar por el río en el lado oeste sin perder demasiado tiempo.

Evidentemente hablar de lo que pase en el segundo día es muy aventurado, pues deberemos ir adaptándonos a los eventos que vayan surgiendo. La comunicación puede ser complicada y cada grupo tendrá bastante autonomía, así que confío en vosotros. En cualquier caso, como visualización, os presento como deberíamos posicionarnos en el segundo día si hemos realizado el pase nocturno.



Agatocles,
   Strategos Autokrator

De Heracleides al resto de generales
Bien Padre, debo decir que me parece un buen plan y, sin pensarlo un poco más, no sé qué decir para intentar mejorarlo, como sabéis, tengo el pulso firme y el ánimo alegre y haré lo que se me mande...ojalá pudiera saber qué traman nuestros enemigos.
Si lo ordenáis, iré cuando mandéis a coger lengua de sus avanzadas o de algún grupo de saqueadores que estén robando comida cerca.

De Pasifilo a Agatocles y resto de generales
"Gracias por la información mi señor. Sin duda tu plan es razonable y nos permitirá alcanzar la victoria. ¿Qué cuerpo de ejército nos asignarás a Demófilo y a mí? En cuanto me lo asignes mandaré establecer guardias, patrullas e intentaremos capturar algún enemigo para obtener información de nuestros oponentes. Considero importante destacar un pequeño grupo de caballería asignado a cada general, para usarlos como mensajeros y asegurar en la medida de lo posible las comunicaciones entre los tres cuerpos."

De Arcágato para Agatocles y el resto de generales
Te agradezco padre la información que nos has procurado, y me enorgullezco de ver el valor demostrado por tan insignes compañeros de fatigas. También pienso que no debemos atrasarnos mucho en nuestros quehaceres.

Al respecto del plan propuesto, observando el mapa temo que el grupo del este (azul) recibirá el avance del cartaginés, por lo que sería sospechoso que solo viesen a una pequeña parte de nuestras tropas. El enemigo podría olerse la trampa y retirarse, pues al estar tan lejos nuestras tropas del río, no habría peligro de que le atacáramos en su retirada.
Para cubrir el avance del grupo del oeste (verde), propongo que en lugar de esperar atrasado en la llanura el grupo azul intente avanzar pronto por la mañana con ánimo de retirarse en cuanto vean al enemigo. La idea sería de comportarse como una suerte de señuelo que haga creer al enemigo por un tiempo que es ahí donde vamos a presentar batalla.

Tal vez incluso podemos sobreextender la línea, a fin de que crean que ahí tenemos el grueso de las fuerzas. Como el objetivo no es pelear, no hará falta que tengamos una profundidad de filas suficiente para combatir con efectividad. Si el enemigo no decide atacar, eso le convencerá de que pensamos combatir al este, cerca de su campamento. A fin de cuentas es un plan bastante directo y evidente. Sería una maniobra compleja y arriesgada, es cierto, pero afortunadamente tenemos buenos generales y a Zeus con nosotros.

De Heracleides para Agatocles y el resto de generales
Excelente planteamiento, pero hay un pero siempre, si atacan con mucha rapidez y potencia, ¿nos daría tiempo a retroceder?, ¿podríamos acudir a apoyar a tiempo?
En todo caso, creo que debemos tener la iniciativa y suficientes tropas y al alcance de apoyar la zona más expuesta, ardo en deseos de ver a esos intrusos y expulsarlos de nuestros territorios...

De Arcágato a Heracleides
Cierto es hermano, es una maniobra arriesgada, pero por ello tenemos al grupo rojo cubriendo el flanco de los otros dos. En cualquier caso, y como muy bien ha indicado mi padre, es de esperar que los cartagineses llenen su arboleda de hostigadores durante la noche y vigilen también nuestra posición. Si vamos a separar nuestro ejército y a ocultarlo en la colina y al otro lado del rio, no estaría de más asegurarnos que por cada hombre que guarde el campamento haya el ruido y las hogueras de cien.
Que no haya nada que haga pensar al perro cartaginés que nos lanzamos a por él.

De Pasifilo a la oficialidad presente
"Sin duda tendremos que aparentar fuerza en el campamento y en los efectivos del cuerpo azul. Sobre el papel de este último, si realizamos un amago de ataque avanzando hacia el río con una línea de infantes ligeros seguidos por otra línea extendida de hoplitas podremos fijar a un importante número de fuerzas púnicas en dicha zona, dando tiempo al resto de cuerpos a avanzar por el otro margen del río, envolviendo al enemigo.

Considero que hay que ocupar la zona boscosa cercana a la desembocadura del río en el mar, tanto para evitar un ataque directo al flanco del cuerpo azul como para amenazar el campamento enemigo. Infantería ligera con un grupo de choque podrían hacer ese papel en la zona. Esa localización es capital y convendría ocuparla cuanto antes.

Respecto a la caballería del cuerpo azul, considero que deberíamos mantenerla oculta al enemigo tras la granja más cercana al río. Podríamos usarla para cerrar una posible brecha en la línea o, si nuestra línea retrocede ante un hipotético ataque enemigo, atacar su flanco. Si el gran Agatocles y sus ilustres hijos no tienen objeción, me ofrezco a comandar el cuerpo azul.

Como última observación, conociendo la tradición marinera de los pérfidos púnicos, no es descartable un posible ataque anfibio. Sería algo complicado de organizar y requeriría mucha coordinación para acompasarlo con otro ataque en una zona distinta, pero sería una maniobra que amenazaría nuestra retaguardia. Hay que establecer patrullas de caballería en la costa y una fuerza de reacción rápida que sea capaz de desbaratar el desembarco. La caballería del cuerpo azul destacada en la granja junto con una unidad de hostigadores podrían realizar este trabajo."

De Agatocles a la Asamblea de generales
La estrategia que comentas, Pasífilo, me parece apropiada. El cuerpo azul tiene margen de maniobra porque al contrario que al verde, cuenta con el río a su favor y no puede sufrir un ataque púnico en masa - si los púnicos lo intentan, perderán tiempo en el río y será a nuestro favor. Sí que aclararía que la unidad de caballería consiste en unos 2500 jinetes, por lo que no es realmente posible esconderlo en ninguna granja. En cuanto estéis en la colina, desde la colina enemiga nos verán y es un factor a tener en cuenta.

Arcágato, tu estrategia de hacer ruido en el campamento me parece muy buena idea.. Sobreextender la línea y preparar una retirar es algo arriesgado, así que no es algo que haría hasta no asegurarse que de la colina enemiga no está saliendo su ejército entero.

Por último, Heacleides trae una preocupación importante, que es el caso de que se abalancen los púnicos. Si bien no creo que sea el caso, y que primero querrán observar el terreno, obtener y asegurar suministros y sin duda sembrar mentiras en las aldeas cercanas sobre nosotros e intentar traer la población a su causa.

Dicho eso, es una posibilidad. Si se lanzan sobre el azul hay tiempo de sobra para reaccionar él mismo, ya que dispone de la ventaja del río. Para el verde, es importante que no se acerquen demasiado al campamento y que utilicen toda su caballería y hostigadores para máximo efecto, teniendo la flexibilidad de poder retirarse y obtener refuerzos del cuerpo rojo si es necesario.
Agatocles,
    Strategos Autokrator

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De Deinocrates a Xenodicus
Creo que lo mejor sería explorar el terreno, así, Xenodicus, deberías hacerte cargo de la caballería y los 1000 psiloi y hacer una incursión más allá del río. Si te encuentras con forrajeadores enemigos, que se encarguen de ellos tus tropas, y si hay una fuerza enemiga demasiado grande que se retiren de nuevo al campamento. A ver si conseguimos más información sobre las tropas enemigas.

De Xenodicus a Deinocrates
Deinocrates, si te parece, a la espera de que Amílcar nos diga algo y no estar ociosos, puedo, quedarme en nuestro lado del río buscando manantiales que estén cerca de nuestro campamento con 500 psiloi y 250 de nuestros jinetes, grupo con el que iré yo, para ir haciendo acopio de agua. Después, por otro lado, creamos cinco partidas de 200 jinetes y 100 psiloi casa una para echar un ojo por nuestro lado del río, estar atentos ante posibles eventualidades y evitar que se nos adelante el enemigo.

Así damos órdenes a todas y cada una de las partidas de exploración que mantengan continuo contacto entre ellos y conmigo, para tener control sobre lo que pueda estar pasando y por otro lado tú envías un jinete que avise a Amílcar indicándole las medidas que estamos tomando, ya que, como los dos somos de Akragas y conocemos la zona estamos colocando partidas de exploración para la contención del enemigo en caso de que se nos quiera adelantar y poder avisar con premura.

De este modo también podemos hacer que nuestra tropa (o parte de ella), alegando que está cansada por las labores de exploración quede en reserva haciendo que el cartaginés lleve la mayor parte del peso de la batalla, para lo cual debemos retirar a nuestras tropas lo suficientemente pronto para no sufrir bajas, pero lo suficientemente tarde para hacer ver que han cumplido su labor correctamente.

Sea como sea quedo a la espera de tus órdenes.

De Deinocrates a Xenodicus
Muy bien, me parece buena idea. Pero si puedes arrastrar al enemigo a la batalla no lo dudes, a ver si se enzarzan con los cartagineses mientras dejo nuestras fuerzas en reserva para intervenir sin peligro. Quizá una pequeña escaramuza a la que ambos bandos se vean arrastrados a enviar refuerzos...

De Xenodicus a Deinocrates
Actúo entonces como he dicho e intentaré tentar al enemigo.

Por favor, Deinocrates, envía mensaje a Amilcar en lo que procedo con el plan.


De Deinocrates y Xenodicus a Amílcar
Por la presente procedemos entonces a informar a Amílcar de que hemos enviado partidas a buscar manantiales con la orden expresa de evitar al enemigo.

De Amílcar a sus generales
Lo primero de todo, mis generales, vigilancia extrema a lo largo de todo el río. Que se ponga en marcha una red de vigías y jinetes rápidos para traer cualquier aviso de alerta junto al río.

De momento, prepararemos tres partidas grandes de forrajeadores, cada una compuesta por:
--- 100 jinetes mercenarios;
--- 100 hostigadores libios;
--- 200 forrajeadores propiamente dichos (preferiblemente hostigadores, por si tienen que apoyar en escaramuzas con el enemigo, pero puede haber seguidores, criados, etc.).

Estas tres partidas de forrajeadores deberán cruzan al otro lado del río a por provisiones. Quiero que sean partidas grandes, que tengan ventaja si hay escaramuzas. No quiero forrajear a este lado salvo si llegara a ser necesario.

Además, prepararemos otras tres partidas de escaramuzadores, cada una formada por:
--- 200 jinetes mercenarios;
--- 200 hostigadores libios u honderos baleares.

Estas tres partidas de escaramuzadores salen lo antes posible a sembrar el pánico en las tropas enemigas al otro lado del río. Yo acompaño a una partida (la "central").

Propongo a Atarbas y a Deinocrates que cada uno comanden (desde vanguardia o retaguardia) otra de las partidas de escaramuzadores o que deleguen, lo que prefieran; si comandan, que no se arriesguen bajo ningún concepto. Si uno de ellos dos cae, estaremos condenados.

Tras cada partida de escaramuzadores (no de forrajeadores, solo de escaramuzadores) avanzan 300 hoplitas griegos y 100 arqueros griegos. Tardarán en llegar al río más que las partidas de escaramuzadores pero no pasa nada. Mientras los escaramuzadores exploran al otro lado del río, cuando llegue la infantería pesada, ésta los espera a nuestro lado del río: que coman algo y descansen, pero pertrechados para la batalla.

La idea es la siguiente: si una de las tres partidas de escaramuzadores encuentra una zona fiable que no sea peligrosa, los hoplitas y los arqueros cruzan y aseguran la posición, mientras se envían los jinetes más veloces para que todo el ejército cruce por ese punto. Atención: tiene que ser algo muy claro. Repito: la infantería asegura la posición para que empiece a cruzar el resto del ejército. Yo me desplazaría allí a dirigir el traslado, obviamente.

Los últimos días han sido un paseo triunfal y la moral no ha parado de crecer. Parece que funcionó la estratagema del oráculo y la profecía... Si también es un éxito esta maniobra, la victoria será nuestra. En el peor de los casos, tendríamos que retroceder pero no será un grave problema.

En el mejor de los casos, cruzamos y cada general lidera su contingente. Primero cruzan las tropas más rápidas: jinetes, hostigadores, etc., y forman para proteger el resto del despliegue. Respecto a la infantería lenta, primero cruzan los griegos; los mercenarios serían los penúltimos en cruzar y los cartagineses los últimos.

De Amílcar a Deinocrates y Xenodicus
Tenemos manantiales suficientes cerca del campamento: me he ocupado personalmente de que así sea. Por tanto, no he dado ninguna orden de que se buscaran manantiales.

Tampoco de evitar al enemigo, salvo en caso de que la victoria de nuestras partidas no fuera evidente. Ruego a mis estimados estrategas que me hagan saber si he de sacrificar a alguno de mis mensajeros...

Nuestro plan de acción consiste en realizar incursiones al otro lado del río y, al mismo tiempo, buscar rutas de paso seguro para nuestras tropas el día de la batalla. De cada uno de nosotros tres dependerá una gran partida de guerra, ya asignada. Quiero llevar la guerra al terreno enemigo.

Aprovecho para recordar a mis bravos caudillos Deinocrates y Xenodicus que no descuiden la red de vigías que tenemos montada a lo largo de todo el río y nuestro territorio. El enemigo ha de saber que nuestro terreno está continuamente asegurado, mientras que el suyo no. Esos perros han de entender que no tienen ninguna posibilidad de victoria.

Os abraza, siempre vuestro, Amílcar, hijo de Giscón, hijo de Hannón "el Grande".

De Amílcar a Atarbas
Mi estimado amigo, nuestros estrategas griegos no entienden mis palabras, o bien alguno de los mensajeros debe ser colgado. Entiendo que no volverá a haber más errores a partir de ahora; no te inquietes.

Tenemos manantiales suficientes cerca del campamento; me he ocupado personalmente de que así sea. Nuestro plan de acción consiste en realizar incursiones al otro lado del río y, al mismo tiempo, buscar rutas de paso seguro para nuestras tropas el día de la batalla. De ti, de los griegos y de mí dependerá una gran partida de guerra, ya asignada. Quiero llevar la guerra al terreno enemigo.

Aprovecho para recordarte, caro amigo, que no descuides la red de vigías que tenemos montada a lo largo de todo el río y nuestro territorio. El enemigo ha de saber que nuestro terreno está continuamente asegurado, mientras que el suyo no. Esos perros han de entender que no tienen ninguna posibilidad de victoria.

Te abraza, siempre tuyo, Amílcar, hijo de Giscón, hijo de Hannón "el Grande".

De Xenodicus a Deinocrates
Deinocrates,

  Tú mandas, ¿modificamos todo y hacemos como dice Amílcar?

Es curioso como no quiere exponer sus tropas y a los primeros que hace pasar es a nosotros.

De Deinocrates a Xenodicus
Parece que nuestro querido Amílcar es un gran aficionado a la microgestión. Si hay suficientes manantiales localizados supongo que no será necesario buscarlos. Te animo a buscar un punto de cruce seguro con la caballería y los psiloi, pero de ninguna manera voy a arriesgar la infantería y será mejor dejar que nuestros bravos aliados encabecen el cruce.

De Deinocrates a Amílcar, hijo de Giscón
Le informamos que cumpliremos las órdenes dadas tal y como dispone. Xenodicus estará al mando de una partida que ya se está preparando para partir a la mayor brevedad posible.

Sir Nigel

Bravo, gran partida. Menudo trabajo el que te has metido, Strategos. Pero seguro que desde tu posición y viendo lo que se cocía entre bambalinas has disfrutado de lo lindo también. Una lástima no haber podido llevar a cabo nuestro astuto plan, digno del mismo Odiseo. Estoy seguro de que al usar tantos generales con ideas propias el desarrollo de la batalla ha ganado muchísimo tanto en diversión como en historicidad. Si en algún momento quieres repetir, yo estaré encantado de presentarme voluntario.

strategos

Muchas gracias, @Sir Nigel , he disfrutado como un enano con esta partida. Me sentía como un privilegiado viendo la evolución de los acontecimientos y lo que estabais creando. Desde bambalinas veías como se iba creando una historia e incluso se generaban recelos y los personajes ganaban personalidad. Por eso el mérito es tan mío como de los jugadores, que os habéis implicado muchísimo y eso se agradece enormemente. Cuando vi los pedazo de mapas que se curró @LeberechtReinhold pensé que esto estaba tomando una nueva dimensión. Y efectivamente no defraudó, porque luego el resto rolearon mucho el personaje, pero esto ya se irá viendo en las siguientes entregas que voy a ir publicando estos días.

Caballero Andante

Resulta muy interesante leer las conversaciones enemigas, incluso a posteriori... ¡No desveles qué jugador interpretaba a cada personaje hasta el final, pues así resulta más inmersivo!

:vv


strategos

Hasta ahora habéis podido leer las noticias y rumores que han llegado a las aldeas cercanas. Ahí tenéis una descripción general de los acontecimientos. Aquí os incluyo los sucesos con el momento en que han sucedido así como las comunicaciones entre los jugadores. Las voy a ordenar por bando para que tengan mayor sentido. Para entender el momento en que se producen es necesario ver el árbol de acontecimientos de cada bando.

Aquí tenéis los planes de cada bando para este día:



La secuencia de acontecimientos para Siracusa fue la siguiente:



Y éstos son los mensajes que se intercambiaron.

De Arcágato para Heracleides (11:00)
Lo que yo diga Heracleides, ¡nos ha tocado el trabajo más difícil! Ahora toca subir a explorar aquella colina tras toda una noche explorando el mejor paso del río.

De Heracleides para Arcágato (11:00)
Sin dificultad no hay gloria, ¡que los dioses nos sean favorables!
Habría que mandar un escuadrón de caballería a investigar la colina ¿no? Yo podría acompañarlos para asegurarnos que el trabajo se hace correctamente sin excesivos temores.

De Arcágato a Agatocles (11:00)
'Hemos cruzado de madrugada sin resistencia. Hemos sido detectados una vez al otro lado. Vamos a tomar la colina. Esperamos ligero retraso en el avance. Este hombre puede indicarte en el mapa la localización del mejor vado para cruzar.'

De Pasifilo a Agatocles (11:00)
"Escaramuza frente al río entre infantería ligera propia y caballería enemiga. Infantería pesada propia se dispone a presionar a caballería enemiga contra río. Les mantendré informados. Estén preparados."

De Agatocles para Arcágato y Heracleides (12:00)
Agradezco la información del vado. Esta misma tarde empezaré los preparativos para el cruce nocturno si todo va bien. Pasífilo está encontrando resistencia en forma de caballería y tropas ligeras, así que no deberías encontrar demasiada resistencia. Asegúrate de que detienes a sus exploradores y controlas esa zona.

De Arcágato para Agatocles (14:00)
'Los hombres están cansados tras la marcha. Esta colina es menos segura que la vuestra. Si cruzáis, aconsejamos el cruce por el vado sencillo. Os esperaremos con exploradores.'

De Agatocles a Arcágato y Heracleides (15:00)
Gran noticia la captura de la colina. Pasífilo está encontrando mucha caballería y tropas ligeras en su frente, si mantenemos un perfil bajo puede que se animen a llevar a su infantería pesada por el río, lo cual sería una situación excepcional para atacar, con su ejército dividido. Mantente vigilante."
- Agatocles, Strategos Autokrator

De Agatocles para Pasifilo y Demófilo (15:00)
Perfecto, ya hemos visto dónde está la posición de su caballería, pero por lo que parece no han enviado sus  tropas pesadas a ninguno de los frentes. Arcágato está tomando el otro flanco sin problemas. Continúa tu avance con cautela, y si observas que el enemigo cruza en masa detén tu avance ya que mi grupo te apoyará.

De Agatocles para Arcágato y Heracleides (17:00)
"Nuestras fuerzas se unirán al amanecer, yo tomaré con mi infantería pesada el lado más próximo al río, tú te encargarás del flanco derecho con la caballería y todas las tropas ligeras. Nuestra intención debe ser avanzar un poco para presionar pero sin asaltar el campamento sin el apoyo de Pasífilo. Observemos la reacción del enemigo."

De Heracleides para Agatocles (18:00)
"Me parece magnífico ir en busca por fin de esos perros, haré como dices. ¡Que los dioses nos sean propicios!"

De Agatocles para Pasifilo (19:00)
El cruce al anochecer pasa a ser al amanecer a través de un bosque, más corto, mismo resultado y menos riesgo. Me agrupo con Arcágato y mañana empezaremos a presionar. sin llegar a su campamento salvo que tomes toda la orilla. Si observas tropas pesadas manda un mensajero inmediatamente, hay un vado cercano a la colina que pasa por un bosque.

De Pasifilo para Agatocles (20:00)
Así se hará mi señor. Intentaremos localizar un lugar para cruzar si se da la oportunidad. Estaremos en contacto mediante jinetes. 

La secuencia de acontecimientos para Cartago fue la siguiente:



Y éstos son los mensajes que se intercambiaron.

De Atarbas a Amílcar (5:30)
Saludos, mi buen amigo y compañero. Que Tanit te envié todas sus bendiciones y guíe tu mente manteniéndola despejada y aguda para la batalla.

He decidido, visto que no se puede confiar en los griegos como buen dices, comandar  mi partida en vanguardia y explorar los posibles vados del río... Es mejor ver las cosas por uno mismo y no esperar a los informes. Procuraré no exponerme, aunque buen sabes que no soy de los que se esconden... Todo por el bien de nuestra ciudad.
Todo lo que descubra te será informado sin demora.

Recibe un abrazo de tu amigo Atarbas.

De Amílcar a Atarbas (5:30)
"Atarbas, amigo, perseguid mientras el terreno sea favorable: si podéis aniquilarlos, hacedlo. En cuanto haya bosques o terrenos que no os favorezcan, dejadlos, que narren su derrota y su terror ante ti y tus hombres. No quiero riesgos, amigo mío.
Luego, clavad la cabeza de su caudillo o mejor guerrero en un poste alto. Siembra el miedo entre sus filas y premia a tus hombres. No descuidemos la moral de nuestra hueste.
Que forrajeen y de vuelta, nos juntaremos en el paso del río."

De Xenodicus a Amílcar y Atarbas (7:00)
Se informa de la localización del vado

De Xenodicus a Amílcar (9:00)
He encontrado un nuevo vado para el cruce de las tropas río arriba pero más incómodo que el anterior. He apostado alguna tropa de psiloi para que lo guarden en caso de que el enemigo quiera cruzar. Los otros psiloi han vuelto al primer vado para agazaparse con los arqueros que dejé para guardar este paso también.
Yo me adentro con la caballería hacia terreno enemigo, en dirección al campamento siracusano, para tantear al enemigo ya que no tengo órdenes concisas por vuestra parte. Os insto a que mováis el grueso del ejército.

De Atarbas a Amílcar (10:00)
Contacto con vanguardia enemiga

De Xenodicus a Amílcar /(10:00)
Contacto con la vanguardia enemiga. Moved ya el grueso de todo el ejército a este lado del río.

De Xenodicus a Deinocrates (17:00)
Deinocrates, hemos entablado combate con el enemigo y vencido en el lance.
Lo que me ha quedado claro después de esta escaramuza es que Amílcar quiere que llevemos el peso de la batalla. Sus tropas parecía que no querían entablar un combate directo, por lo que creo que deberíamos escribir un correo a Amilcar indicando si ha venido a combatir o a quedarse viendo cómo nos matamos.
Qué no se equivoque, confiamos en su buen hacer, pero sus tropas nos han decepcionado.

De Deinocrates a Xenodicus (17:00)
Habría que conseguir que ese pérfido púnico se involucre más. Le envío un mensaje felicitándolo por su buen hacer y su victoria, remarcando el buen hacer de nuestros griegos y lamentando la poca disposición a combatir de los púnicos, sin duda debido al calor. Una pena que haya dejado escapar una victoria aún mayor, pero estoy seguro de que su habilidad nos traerá mejores oportunidades. Le indico que lo mejor sería que mañana nos adelantemos a los siracusanos y crucemos el vado antes del amanecer para que deban elegir aceptar batalla con poco tiempo para prepararse o permanecer en su campamento sin poder acercarse al río.

Doy por buenas tus disposiciones, Xenodicus, en los vados y la preparación de vituallas. Si Amílcar quiere cruzar pronto el río mañana daré órdenes de nuevo a la caballería y las tropas ligeras para que se preparen. Las tropas pesadas las dejaré en reserva.

Saludos de Deinocrates a Amílcar (18:00)
Felicidades por la victoria obtenida, un presagio de lo que está por venir. Nuestros griegos se comportaron admirablemente en la lucha contra los traidores a su patria, y si no fuera por el calor que sin duda afectó a las tropas cartaginesas y les impidió luchar con toda su fuerza, la victoria podría haber sido incluso mayor. No obstante, estoy convencido de que vuestra habilidad y entereza nos traerá mejores oportunidades todavía. En cuanto a esos enemigos que persisten en enfrentarse a nosotros, mi consejo sería adelantarnos a ellos por la mañana y salir temprano para cruzar los vados bien pertrechados de alimentos y agua, y obligar así al enemigo a elegir entre formar muy cerca de nuestro ejército bien dispuesto, lo que les acarrearía gran peligro, o permanecer en el campamento sin poder forrajear ni acercarse al río. Pues debo contarte lo siguiente: en mi sueño apareció Artemisa, y ésta dirigía la flecha de la honrosa Dido que, de un solo golpe, abatía a un oso imprudente que se acercaba a saciar su sed en el río. Es el momento de mostrar valor.
Deinocrates.

Juanpelvis

Yo sin revelar roles no puedo decir mucho  :ss
Pero estoy con ganas de ver las conversaciones el día de la batalla.
De entrada veo que los cartagineses parecen más democráticos que los siracusanos (cosa normal con un tirano al frente)... o "peores" subordinados

strategos

Cita de: Redentroll en 15 ago 2021, 23:20
Yo sin revelar roles no puedo decir mucho  :ss
Pero estoy con ganas de ver las conversaciones el día de la batalla.
De entrada veo que los cartagineses parecen más democráticos que los siracusanos (cosa normal con un tirano al frente)... o "peores" subordinados

Sí, eso me resultó curioso. También la información del rol variaba en cada caso y eso afectó a cómo encararon la partida. También se fueron desarrollando choques que tuvieron efectos en la partida.

Intentaré acelerar postear la información para que tengáis todo y así poder entrar en los comentarios y desvelar quién era quién. No sé si para eso sería mejor un post separado de post partida. Como me digáis.

strategos

Aquí tenéis los planes enfrentados para este segundo día.



Por su parte, Pasifilo había hecho las siguientes previsiones



La secuencia de acontecimientos para Siracusa fue la siguiente:




Y éstos son los mensajes que se intercambiaron.

De Heracleides a Arcágato (11:00)
Parece que todo va bien, demasiado bien tal vez. ¿Que planean nuestros enemigos? No sabemos dónde están, pero arriesgar nuestra caballería buscándolos tal vez sea peor, necesitamos un sitio seguro para defendernos y localizar y saber qué hacen nuestros enemigos.

¿Mandamos a nuestras unidades más rápidas a buscar a los invasores?
Arcágato mira circunspecto a Heracleides y no dice nada

De Pasifilo para el resto de generales (sólo el mensajero de Arcágato y Heracleides llegó a su destino y el otro se perdió por el camino) (sale a las 10:00 y llega a las 12:00)
Ataque púnico a cuerpo azul con grandes fuerzas. Caballería superior en número a la nuestra. Infantería ligera e infantería pesada también superiores. Sus fuerzas avanzan hacia nuestro campamento. Envíen refuerzos o intenten ataque a flanco enemigo. Nos disponemos a resistir su ataque, retirada de cuerpo azul no viable ante superioridad de caballería enemiga. No se demoren en actuar o no aguantaremos.
(Las tropas de Pasifilo huyen sin haber recibido ni socorro ni respuesta.)

De Agatocles a Pasífilo y Arcágato (17:00)
En este funesto segundo día ha habido varios problemas de comunicación, así que os voy a comentar un poco los eventos del día, para que tengamos todos la misma visión.

Se asignaron las órdenes antes de anochecer, por las cuales mi grupo (rojo) se unían con el verde y a partir de ahí avanzábamos hacia su campamento. Esto ofrecía apoyo en caso de que el enemigo se decidiera a atacar al grupo azul - o en caso de quedarse quieto, poder juntar todas las fuerzas. No obstante, por algún error de comunicación, el grupo rojo llegó con el verde al mediodía y no se ha realizado ninguna acción más durante todo el día.

Mientras tanto, los púnicos han atacado al grupo azul, que envió un mensajero. Si bien envié información sobre la localización y vado, el mensajero se ha perdido y no me llegó, por lo que no se ha podido actuar tampoco.

Con todo ello, hemos perdido un día entero, una gran parte del ejército, y provisiones La moral está baja, e irá a peor, por razones obvias. Podemos quedarnos a defender, pero nuestra colina no es gran cosa, y volver a cruzar el río sólo nos llevará a los mismos problemas de antes.

Considero que la única opción que tenemos es atacar mañana cuanto antes, aprovechando que estarán cansados y nosotros hemos tenido las tropas completamente frescas, lo cual compensará la diferencia de moral. Las tropas azules deben descansar, y en cuanto puedan cruzar por la retaguardia y hacer de refuerzos, pero realisticamente no llegarían a tiempo.
Es evidentemente un plan con pocas opciones, pero dado el desastre actual, o bien nos retiramos completamente tierra adentro buscando una situación más ventajosas, lo cual llevaría semanas, además del colapso de aliados y entregar la costa a los púnicos.

Espero una confirmación de este mensaje, así como cualquier otra opción que se os ocurra.
- Agatocles, Strategos Autokrator


De Arcágato a los generales a este lado del río (17:00)
Saludos Agatocles y demás generales,
La situación está complicada, pero no todo es negativo, pues el cruce lo hemos realizado de manera limpia. Sin duda tenemos eso a nuestro favor. Habrá que aprovecharlo, o el sacrificio de los hombres de Pasifilio habrá sido en vano.
Por otra parte, los hombres están exhaustos y no les iría mal acabar la jornada con algún plato caliente y un buen descanso. Nuestra caballería está algo menos cansada, Heracleides se ha ofrecido a coordinar el forrajeo. Por ello creo que sería mejor esperar a mañana para continuar hostigando al cartaginés.
¿Sabemos algo de dónde se encuentran y con qué tropas cuentan?
El grupo azul podrá darnos algo de información al respecto.
¿Cuáles son tus observaciones, oh ínclito padre?

De Pasifilo al resto de generales (18:00)
Moral bajo mínimos, nos reabasteceremos y descansaremos. Intentaremos localizar al enemigo. No descarto unión con cuerpo más cercano para evitar aniquilación. Envíen información u órdenes para coordinarnos.

De Demófilo al resto de generales (18:30)
Queridos generales,
a la vista de la deriva de los acontecimientos, yo aconsejaría reagrupar tropas y atacar cuanto antes. Solo juntos podremos obtener la victoria sobre los púnicos, que ya se han servido de su perfidia otra vez para vencernos por separado. Eso sí, sería conveniente que los generales principales arengasen a las tropas, y más que nunca nuestras tropas necesitan las palabras de nuestro strategos autokrator, Agatocles, quien siempre nos ha llevado a la victoria.

Necesitamos elevar la moral de la tropa y eso sólo lo lograremos si reunimos al ejército y marchamos como uno solo sobre el enemigo. Esperamos las instrucciones de nuestro general en jefe para actuar en dicho sentido y reunirnos con vosotros en vuestro campamento.

De Pasifilo para Agatocles y los demás generales (19:00)
"Señores; coincido con nuestro strategos autokrator en que, dadas las circunstancias, la mejor opción es pasar al ataque. Por mi parte, dirigiré el cuerpo azul en un contundente ataque hacia la retaguardia enemiga, cruzando el río por los vados que usaron los púnicos ayer, cerca de su campamento. Un ataque generalizado por parte de los cuerpos verde y rojo, combinado con el azul, podrían desestabilizar a los púnicos y es nuestra única alternativa.

Dispondré a las fuerzas en orden de marcha a primera hora de la mañana, pero mis hombres necesitan descansar y reponerse esta noche. Estaremos en contacto a través de los mensajeros. Como bien recomienda Demófilo, un discurso inspirador antes del inicio de las hostilidades puede ser un elemento importante en la moral de nuestra gente y procederé en este sentido".

De Agatocles para Arcágato y Heracleides (19:00)
Considero arriesgado enviar la caballería sola a explorar, ellos disponen de una caballería superior y podría verse atrapada fácilmente si no está apoyada por la infantería. Aun así el concepto me gusta, que avancen delante de nuestro cuerpo de infantería, apoyados por nuestros psiloi y peltastas. Mi infantería hará una línea perpendicular al río avanzando a lo largo de este, tú puedes cubrir el flanco derecho.

Ahora mismo las opciones son aprovechar que están cansados y atacar, o esperar en el campamento a que lleguen las cansadas y derrotadas tropas de Pasífilo. Dada la escasez de recursos y que las tropas de Pasífilo tienen muchas unidades de aliados que están buscando cualquier excusa para romperse, mejor atacamos cuanto antes.

De Agatocles para Pasifilo y Demófilo (19:00)
No disponemos de suficientes recursos como para esperar y defender, así que el resto del ejército avanzará hacia su campamento. Tus tropas deberían descansar lo que puedan y cruzar a su flanco izquierdo en cuanto sea posible.

De Arcágato a Agatocles y a los demás (20:00)
Visto que al final no parece que hayamos forrajeado mucho, no creo que las tropas estén en condiciones siquiera de avanzar. Las tropas están cansadas y muy bajas de moral, además.

Dicho esto, considero que es mejor prepararnos para los envites del cuarto día. No creo que el cansancio del cartaginés supere las desavenencias de nuestros soldados. Y además, como bien ha indicado Heracleides, no tenemos ninguna idea de dónde está el enemigo, ni del terreno, ni nada...

Si aun así perseveráis en el ataque, podemos encargarnos de guarecer un flanco (¿el derecho? Tenemos allí más espacio para la caballería).

Que Ares nos tenga en sus pensamientos, habrá que sacrificar lo poco que nos quede para darle gloria.


La secuencia de acontecimientos para Cartago fue la siguiente:



Y éstos son los mensajes que se intercambiaron.

De Amílcar a sus generales (5:30)
Mi aliado y mi amigo:
Causa el mayor daño posible sin exponerte personalmente en ningún momento; sabes que te necesitaré el día de la verdadera batalla, el día del agón, como dicen los sabios griegos. En cuanto la persecución sea incierta, regresa. Evita siempre terrenos desfavorables o que puedan albergar emboscadas.

Busca buenos pasos del río e inspecciona un terreno favorable para aniquilar a nuestros enemigos.
Premia a las tropas con dádivas para los más valerosos; pídeme algo de oro o prostitutas si te hacen falta.
Que los dioses velen por ti y por aquellos a los que guíes.

De Deinocrates a Amílcar (5:30)
Tus consejos tácticos han sido llevados a cabo con presteza de forma que podamos dañar al enemigo con dardos y hondas sin exponernos a nosotros mismos a ningún peligro. El oro y las prostitutas serán bienvenidos por mis hombres, especialmente estas últimas, ya que nos encontramos en medio de un páramo y no hemos podido encontrar ninguna en cierto tiempo. Algún día debes contarme cómo las has conseguido. Sacrifica una oveja a Tanit Afrodita por tu fortuna.

De Amílcar a Deinocrates (5:30)
Mi querido Deinocrates:
Bien sabes que toda ramera persigue el oro, así como el buitre persigue la muerte. En nuestro sector del campamento sobran prostitutas, y me consta que llegarán más mientras permanezcamos aquí: siempre es lo mismo... Me aseguraré de que esta noche tengáis lo prometido.

Por cierto, cuando acabemos con los perros de la otra orilla del río, tanto tú como Xenodicus estáis invitados a pasar cuanto tiempo gustéis en Cartago. Ya que de rameras hablamos, allí cataréis a las mejores, llegadas de los cuatro confines del mundo. Te aseguro, amigo mío, que en ninguna otra ciudad encontrarás los placeres que ofrece mi amada Cartago.
La gloria nos aguarda al otro lado del río

De Amílcar a sus generales (6:00)
Que las caballerías crucen por las zonas complicadas y aseguren la posición en la otra orilla. Las demás tropas, todas por el vado seguro: primero Deinocrates, luego yo y finalmente Atarbas. No quiero riesgos innecesarios.

Se envían mensajeros unos a otros informando del paso del río (7:00)

Se envían mensajeros unos a otros informando del contacto con el enemigo (8:00)


De Amílcar a Deinocrates (9:00)
Un mensajero al galope te informa de que Amílcar va a asaltar a los enemigos sin pausa y dispone que, además de causar daño, inspecciones el terreno. Necesita que dibujes un mapa del flanco derecho.

De Deinocrates a Xenodicus (9:00)
Xenodicus, acosa al enemigo y cuando avancemos con el grueso de los hoplitas mueve tus tropas para cubrir nuestra derecha.
Entiendo que nuestros hoplitas enzarzados son la unidad enviada por delante. Los restantes hoplitas los mantengo en reserva de momento. El resto de tropas ligeras y caballería, excepto los peltastas que me queden, los mando a unirse a Xenodicus.

De Deinocrates a Amílcar, salud (10:00)
Ya tenemos a nuestros enemigo donde queríamos, no los dejemos escapar. Los dioses nos observan y nos juzgan, ganémonos nuestro pasaje a los Campos Elíseos y, en tu caso, líbrate de la crucifixión al volver a Cartago. ¡Ataquemos y acabemos con esos traidores!

De Amílcar a Deinocrates (11:00)
¡Amigo, tu llegada fue providencial!

Los perros ponen su atención en tu flanco; sigue presionando, por todos los dioses. Por nuestra izquierda llega Atarbas con refuerzos, y yo me dispongo a avanzar en el centro.

Mas todo esto ha de ser secuencial para minar la moral de los perros.
Ares nos sonríe complacido.

De Amílcar a sus generales (16:00)
¡Victoria, amigos, victoria y gloria!
Además, mis informantes dicen que la moral enemiga está baja, y que Agatocles no goza del favor de su gente. Por otra parte, se rumorea que estaría en el nuevo campamento que han levantado en nuestro lado del río.

Creo que es el momento para presentar batalla, ¿qué opináis? Si Agatocles está en nuestra ribera, podríamos aniquilarlo y su gente al otro lado del río huiría. Podríamos dejar a nuestros hombres más cansados en el campamento, por si acaso trataran de asaltarlo por sorpresa.

Mi idea es la siguiente: mañana partiremos a primera hora, bastante antes de que amanezca; sí, antes que estos días pasados. Llegaremos allí con la primera luz y los pillaremos desprevenidos. Además, llevaremos brea y útiles para quemar el campamento. Si no tienen defensas, lo asaltamos; en caso contrario, lo quemamos con proyectiles incendiarios y los aniquilamos cuando traten de huir.

¿Qué os parece, mis bravos camaradas?

De Deinocrates a Amílcar, salud. (16:00)
Felicidades por la victoria, Amílcar el amado por los dioses. Tu fortuna pronto será legendaria. Sin duda es el momento de atacar sin dar tregua a los traidores y te animo a que lo hagas con premura, pero lamentablemente nuestras fuerzas han quedado mermadas debido a que fueron las que más se empeñaron en el combate. Ataca, amigo mío, y no dejes que el enemigo se recupere. Guardaré el campamento con mis hombres a la espera del desenlace de tu brillante plan. Es hora de que los guerreros púnicos muestren a la Oikumene que son tan bravos como los griegos, algo que estoy seguro agradecerán después de dos desafortunados días en los que solo han podido ser segundos en gloria.

La fortuna sea contigo.

De Atarbas a Amílcar (17:00)
¡Victoria! Es el momento de rematar la campaña tal y como dices...

Tu plan me parece muy bueno, pero quizás yo dejaría en el campamento alguna tropa fiable púnica también... De los que han combatido hoy, con mucho tacto para que nuestros aliados griegos no crean que desconfiamos de ellos, sino al contrario.
Hay que estar bien seguro del camino al campamento, pues ya sabes que los movimientos nocturnos son peligrosos, y corremos el riesgo de despistarnos, llegar tarde y perder el factor sorpresa... Por otro lado, si el plan sale bien, habremos terminado casi con la campaña.

Los dioses premian a los audaces... ¡Vamos adelante!

De Amílcar a Atarbas (17:30)
Como siempre, Atarbas, hablas con la voz de la sabiduría. Seguiré tus consejos.

Lamentablemente, parece ser que no tenemos material suficiente para quemar el campamento mediante proyectiles. Lo haremos tras aniquilarlos.

Respecto al camino nocturno, no te preocupes: estamos en nuestro terreno. El enemigo no conoce nuestro lado del río como nosotros, pues no ha tenido tiempo de explorarlo. Sin embargo, nuestros vigías tienen bien ubicada la posición del campamento enemigo. Corren más riesgo ellos, y me sorprende que Agatocles juegue tanto con su propia vida o la de sus hombres.

Salud y gloria, amigo mío.

De Amílcar al resto de generales (18:00)
Amigos, demos un golpe mortal a esos perros, que han osado erigir un campamento en nuestra ribera del río. Aseguraos de que las tropas hoy se echen pronto a descansar. Saldremos del campamento en plena noche y avanzaremos en riguroso silencio: ¡imponed disciplina! Iniciaremos el ataque media hora antes del amanecer: los perros aún no habrán despertado. Cuando estemos acabando con ellos, los primeros rayos del sol nos permitirán perseguir a quienes huyan.

En primer lugar saldrás del campamento tú, mi bravo Deinocrates; a Xenodicus y a ti os cedo el honor de liderar la vanguardia, pues esta guerra es vuestra. Abriréis la columna de marcha y llevaréis los carromatos que ya os he preparado con los troncos y sogas que utilizaremos de arietes, así como las escaleras (si es que hay empalizada; en cualquier caso, no han tenido tiempo para reforzarla lo suficiente). Siguiendo a los guías que te encomiendo, daréis un rodeo para situaros al oeste y, una vez en posición, esperaréis escondidos. Atacaréis desde el oeste a mi señal, cuando yo esté situado para ofenderlos desde el sur. Si, los dioses no lo quieran, os descubren antes de que yo esté en posición, avísame e inicia el ataque siguiendo el camino más corto; mis tropas estarán próximas a las tuyas para apoyarte.

En segundo lugar, saldré yo de nuestro campamento. Ya digo que atacaré desde el sur, poco después que Deinocrates: cuando el enemigo envíe tropas para repeler vuestro asalto, se sorprenderá más al ver que desde el sur también atacamos con más arietes y escaleras.
Atarbas, querido amigo, abandonarás nuestro campamento en último lugar. Puesto que todas tus tropas son ligeras, no te costará adelantarnos y, dando un rodeo, situarte al este (pero en nuestra ribera), próximo al río y sin ser visto. Aguardarás en reserva, controlando la información que te transmitan los vigías (al norte y al este) por si hubiera movimiento enemigo. Si hay empalizada, mantén la caballería en reserva hasta que abramos una brecha para penetrar. En cualquier caso, la idea de llevar caballería es perseguir a los que huyan: quiero tener ahora la hecatombe que no tuvimos la jornada anterior. ¡Que la sangre enemiga tiña el río de carmesí! Amigo mío, sé muy estricto con esto: nada de buscar botín; si no hay otra manera, ofrece más oro y prostitutas a quienes persigan al enemigo o, si fuera preciso, ejecuta a algún insubordinado. Si el enemigo envía refuerzos desde su campamento original, embóscalos en el terreno que te sea más favorable: al cruzar el río o al salir a terreno abierto.

Lógicamente, los enemigos que huyeron en la jornada anterior han vuelto al primer campamento enemigo. Por tanto, en este nuevo campamento no debe de haber demasiados efectivos. Tampoco puede estar muy defendido, pues seguramente no hayan tenido tiempo para levantar una empalizada firme o alta. Es decir, el enemigo está dividido, con la moral baja e indefenso. Por tanto, no debería ser difícil aniquilarlos...

Podría suceder que desde el campamento enemigo viejo enviasen una tropa para atacar el nuestro. Mas nuestra empalizada es fuerte, y dejo muchas tropas de proyectiles, capaces de repeler a esos perros mientras llegamos Atarbas o yo con refuerzos. Además, los vigías me avisarían antes de que el enemigo cruce el río. Es más, tardarían mucho en llegar, pues están muy al norte.

Por cierto, si vencemos y el campamento conquistado tenía defensas, quizás en vez de destruirlo lo ocupemos... Habréis notado que he abandonado el plan de quemarlo, pues no disponemos de brea suficiente, ni tampoco de suficientes arqueros.
¡No los necesitamos! Tomemos este campamento, que nada es en comparación con la Troya que conquistaron los héroes de antaño. ¡A por la victoria y la gloria, camaradas!

De Deinócrates a  Amílcar (18:30)
De Deinócrates a  Amílcar, salud.

Un plan magnífico y detallado mi querido Amílcar, digno de la misma Atenea. Lamentablemente, mis tropas no están en disposición de tales maniobras ya que, como sabes, han mantenido los más duros combates en los  últimos días. Me temo, además, que ahora también es la guerra de Cartago, pues por tal razón están aquí sus tropas y generales. Y recuerda, querido amigo, que en Cartago no solo crucifican a sus generales por perder batallas, sino por no librarlas con el ánimo requerido.

De Amílcar a Atarbas (19:00)
Atarbas, amigo mío:
Creía que esta campaña era pan comido, mas observa cómo los dioses tuercen los caminos de los hombres. Aquí tienes una copia de la última misiva de Deinócrates:

"De Deinócrates a Amílcar, salud.

Un plan magnífico y detallado, mi querido Amílcar, digno de la misma Atenea. Lamentablemente, mis tropas no están en disposición de tales maniobras ya que, como sabes, han mantenido los más duros combates en los últimos días. Me temo, además, que ahora también es la guerra de Cartago, pues por tal razón están aquí sus tropas y generales. Y recuerda, querido amigo, que en Cartago no solo crucifican a sus generales por perder batallas, sino por no librarlas con el ánimo requerido."
Asigné para este ataque nocturno solo las tropas que se encontraban en muy buen estado, ya fueran nuestras o suyas. Pero no solo me ha dolido que se cuestionen mis decisiones, sino, sobre todo, esa amenaza. Le responderé como merece.

Desde este momento, desconfía de nuestros aliados y dobla la vigilancia de tu persona y tus allegados; atiende especialmente a la vigilancia de bebidas y alimentos.

Por supuesto, cancelamos el ataque nocturno y damos a las tropas un día de asueto, que bien lo merecen. Únicamente mantendré la red de vigías a este lado del río, y enviaré exploradores para que tengamos una mejor idea de la ribera opuesta. Por supuesto, tú y yo nos quedaremos en el campamento. No vamos a librar esta guerra solos; como Deinócrates persista en su actitud, lo acusaremos de traición y lo abandonaremos para que sea colgado por Agatocles.

Doy gracias a Tanit por contar con tan buen amigo como tú en esta campaña. Salud a ti y los tuyos, Atarbas.

De Atarbas a Amílcar (19:30)
Mi buen amigo, lamento haber tenido razón en lo de que no debíamos de confiar en los griegos...

Este desagradecido te está acusando de no implicar a nuestras tropas y de que son ellos los que llevan el peso del combate... Si pudiese le pediría a aquellos de los nuestros que están ya con los dioses que le dijesen lo que piensan al respecto de esto.
Déjale claro que sí tiene la opción de volver a Siracusa, es gracias a nosotros. Y que si le parece duro, que se vaya a casa. Es su tierra y su ciudad, lo lógico es que se impliquen, no vamos a luchar solo nosotros para que ellos se lleven los frutos de la cosecha. Sé sutil y diplomático, pero firme y seguro. Eres tú quien está al mando de la campaña, amigo mío.

Seguiré tu consejo, vigilaré mi espalda y cuidaré de  exponerme, aunque sabes que no me gusta quedarme en el campamento mientras mis hombres arriesgan su vida, aparte que me gusta ver las cosas yo mismo... Pero en este caso, la situación lo requiere. Cuídate tú también, porque me temo que  posiblemente después de terminar con Agatocles, no toque tener que combatir con los que hasta el momento son nuestros aliados... Habrá que vigilar incluso que no estén en tratos a espalda nuestra para traicionarnos...

Qué Tanit y Baal te protejan y te den sus bendiciones, Amílcar, amigo mío.

De Amílcar a Deinócrates (20:00)
Mi querido Deinócrates:
Sin duda, ha habido un error, o varios. Tenía claro que las tropas asignadas para el ataque nocturno estaban en buen estado para el combate. He revisado los informes y así lo parece. Por tanto, o te has equivocado tú, o mis informes no son ciertos, o bien hay algún otro problema que no has deseado contarme.

Otro error habría sido amenazarme. Como téngote en gran estima, entiendo que se trata de una equivocación por distintas culturas y lenguas, en vez de una amenaza cierta. Si hubiera sido esto último, con el próximo amanecer Cartago abandonaría Sicilia y tú serías un traidor a mi patria. En la tuya, tú y tu causa estaríais condenados. Por supuesto, entiendo que se trata de alguna equivocación, y tal cosa no sucederá, ¿no es cierto, Deinócrates?

Lo que sí me ha quedado bien claro es que no deseas participar en el ataque nocturno. Y lo que yo te dejo meridiano es que Cartago librará esta pequeña guerra a tu lado, o no la librará. Así que reposa tranquilo: el plan se cancela y el enemigo queda en ambas riberas. Afortunadamente, nuestra moral está alta, y las tropas verán esto como un desprecio al rival en vez de como una cobardía.

Tened salud Xenodicus y tú, Deinócrates.
PD: Acabo de percatarme de que en misivas anteriores había escrito de forma incorrecta tu nombre, esto es, sin tilde. Pídote disculpas por ello; no dudes en corregirme en cualquier otro error cometido en vuestra preciosa lengua.

De Deinocrates a Xenodicus (20:30)
Xenodicus, este ladino púnico no avanza y espera hasta usarnos de carne de catapulta. Que digo yo que mejor aclararse entre griegos, así que propongo mandarle un mensaje a Agatocles y llegar a un buen acuerdo. Al fin y al cabo, estos bárbaros están dispuestos a largarse y dejarnos tirados.


De Xenodicus a Deinocrates (20:30)
Una gran idea, mandemos un mensaje y acordemos con nuestros compatriotas griegos el cómo echar a los ladinos púnicos de la gran Sicilia.

De Amílcar a las tropas (21:00)
¡Bravos soldados, llegados de allende los mares! ¡¡Oídme!!
Sé que estáis ansiosos por entrar de nuevo en combate. ¡No sois los únicos: también yo ardo en deseos de aniquilar de una vez a esos perros! Pero, ¿sabéis qué ha llegado a mis oídos? ¡Agatocles, que teme nuestra justa furia, planeaba una celada contra nuestro próximo ataque! ¡¡Ese traidor no es capaz de luchar como un hombre!! ¡¡Teme que volvamos a vencerlo!!
Por ello, refrenemos nuestras ansias de sangre. Descansad tranquilos, pues el próximo botín os aguarda.
Por cierto, a mis oídos también han llegado buenas noticias... ¡Hoy mismo han desembarcado nuevas rameras africanas! ¡Os dejo con sus zambras! ¡¡Por mi parte, beberé a vuestra salud!!

LeberechtReinhold

Interesantísimo tener la otra perspectiva de la batalla, y desde luego ha habido problemas de comunicación en ambos bandos, como la vida misma.

Sin revelar nada más, sólo felicitar a strategos por el espectacular trabajo digno de ser la 13º prueba de Hércules. 10 jugadores para un único árbitro es duro, y especialmente en este caso que ha sido muy rolera, lo cual alarga mucho la cosa. Y sin decir nada de la partida, ha estado interesantísima y bastante ajustada.  :vv