Si tienes romanos republicanos, entonces cualquier ejército bárbaro (celtas, germanos, etc.), griego, macedónico o cartaginés te sirve. Fueron los principales enemigos de la Roma republicana. Si son romanos imperiales, te siguen sirviendo los bárbaros (germanos, principalmente), así como los partos, los grandes enemigos de Roma en Asia Menor. Por solo citar unos ejemplos. La principal diferencia visual entre republicanos e imperiales es que los primeros suelen llevar lorica hamata (cota de malla) y casco de bronce con algún tipo de pluma, mientras que los segundos están equipados con lorica laminata o segmentata (armadura de placas) y casco gálico.

Alternativamente, si quieres saber si el sistema de juego te gusta antes de meterte a coleccionar dos ejércitos, pilla dos docenas de peanas rectangulares (tus unidades) y un puñado de peanas redondas (tus generales), píntalas de dos colores distintos y escribe en cada una que tipo de unidad representan.

Hail Caesar se juega con miniaturas, aunque en realidad no es necesario, porque las bajas no se quitan de forma individual, sino que se quitan unidades enteras cuando estas acumulan suficientes marcadores de bajas. Solo te faltarán una mesa y unas cuantas cartulinas marrones y verdes para representar bosques y elevaciones y voilà, tu primera partida de Hail Caesar por menos de 5 euros.