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[Tablero] They come unseen

Iniciado por Suber, 16 Nov 2015, 09:34

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Suber

Tras varios informes sin confirmar relativos a un incidente entre submarinos de Estados Unidos y la Unión Soviética en el Atlántico Norte, ambos gobiernos mostraron su interés en la región del Mar de Barents. Informes no oficiales confirmaron la presencia de estaciones polares y una inusual actividad naval en la zona. Sin embargo, de acuerdo con reiteradas afirmaciones de los gobiernos americano y soviético, nada de lo que van ustedes a ver... ocurrió jamás.

[Banda sonora del Octubre Rojo sonando de fondo]


They come unseen es un juego de tablero ambientado en la Guerra Fría, en el que dos submarinos de la OTAN deben infiltrarse en la región del Mar de Barents y destruir unas estaciones polares soviéticas, que estarán defendidas por dos destructores. Lógicamente, la marina soviética no tiene ninguna certeza de dónde se encuentra el enemigo ni cuáles son sus objetivos, así que tendrá que poner todo su empeño en rastrear las aguas e impedirle el acceso...

Lo más vistoso es que hay dos tableros, uno de superficie, donde el jugador soviético va moviendo sus destructores y barcos de aprovisionamiento, y otro de profundidad, sólo visible para el jugador de la OTAN, donde llevará el movimiento de sus submarinos:



Los distintos tonos de azul representan distintas profundidades del lecho marino, un factor con el que pueden jugar los submarinos a la hora de moverse y efectuar acciones: atacar una base, colocar minas para los destructores soviéticos o emerger a profundidad de periscopio y recargar energía. El jugador de la OTAN recibe cuatro cartas aleatorias al comienzo de la partida, que le indicarán cuáles son las bases que debe atacar.



La batería de propulsión de los submarinos se consume muy rápido, así que hay que tener mucho cuidado con los movimientos que se hacen e ir combinándolos con acciones de recarga.



Los destructores soviéticos son de propulsión convencional, y necesitarán repostar y rearmarse de vez en cuando. Para ello pueden ir a las bases o valerse de los barcos de suministro, que irán distribuyendo los recursos entre las bases o abasteciendo a los destructores en la mar.



Los destructores pueden hacer barridos de sónar para detectar la presencia de submarinos en la zona:



Pero los submarinos se mueven en silencio sin que los soviéticos sepan por dónde...



Por fin un destructor detecta algo. Kontakt! Kontakt!. Lanza cargas de profundidad por toda la zona. Las cargas se programan a dos profundidades distintas.



En este caso el soviético acierta en la casilla, pero no en la profundidad. El submarino recibe daños, pero sigue plenamente operativo. Como el soviético no tiene muy claro dónde estaba exactamente el submarino, pone un marcador por la zona, con la última posición conocida de su adversario:



En esencia de esto va la partida, de jugar al gato y al ratón. Los destructores soviéticos intentaban desesperadamente dar con el paradero de los submarinos:



Pero éstos se iban moviendo justo al límite del área de detección:



Un submarino por fin se adentra en una de las bases y la destruye. Como daño secundario además rompe las líneas de suministro y el jugador soviético se queda sin reservas de combustible. Ouch, eso es un palo serio, desde ahora los destructores tienen que pensarse mucho lo que hacen...



Un destructor intenta localizar al submarino que acaba de destruir la base, pero éste se le escurre astutamente y mientras, el otro submarino alcanza otra de las bases...



Idas y venidas, los submarinos emergiendo para recargar y navegando fuera de las áreas de sónar cuando era posible... Y el jugador soviético volviéndose loco porque no sabe dónde narizoski están los submaninoskis.





Como tampoco sabe cuáles son los objetivos de la OTAN, tiene que defender todas sus bases, y desgraciadamente mi compi se concentró en defender justo las dos bases que yo no tenía que atacar, de modo que me permitió escaparme justo hacia mis verdaderos objetivos.





¡Por fin otro contactoski en el sonaroff! ¡A por el submarino!



Bueno, por aligerar un poco esto, el jugador soviétio logra hundir in extremis uno de los submarinos cuando estaba a punto de alcanzar su objetivo. Sólo queda un submarino y una última base que destruir, pero los defensores están pendientes de que no se mueva una sardina sin que lo sepan...



¡Contacto!



Ahí vamos, ahí vamos...



[Voz con acento ruso de película] ¡Contacto! ¡No lie diejen ieskapar!



Sin embargo, el submarino, aun dañado, logra alcanzar el punto Foxtrot y destruye su último objetivo.



¡Victoria de la OTAN!

El juego es muy, muy táctico y mola, tiene muchos momentos de estos de tensión de no saber qué va a pasar, es muy peliculero. Obviamente está absolutamente descompensado a favor de los submarinos, porque el soviético nunca tiene la certeza de dónde está el enemigo y tiene que centrarse en defender una área extensa sin saber dónde va a producirse el ataque. Como era nuestra primera partida, no usamos las reglas de climatología (tal y como recomienda el reglamento), pero por lo visto si las aplicas, además hay que tener presente las corrientes marinas y demás, con lo cual metes otro factor en el juego. A mí me ha gustado mucho, lo he disfrutado cosa mala. Si le tengo que poner alguna pega es que sólo hay un escenario. Es cierto que hay bastante rejugabilidad, pero imagino que a la larga se te tiene que quedar corto.

Bueno, os dejo la entrada del blog, con la partida completa, más explicaciones y más fotos:

http://oldschoolworkshop.blogspot.com.es/2015/11/they-come-unseen.html

Ahora no puedo dejar de tararear la banda sonora del Octubre Rojo...