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[Relato] Cruzada Osciruss: Nebula IV, mundo arrasado.

Iniciado por Tigerzack, 27 sep 2008, 02:31

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Tigerzack

Las explosiones de metralla se repetían continuamente, sacudiendo la poca protección que nos daban los dos chimeras quemados. Varios cadáveres yacían cerca de los vehículos, vertiéndo su sangre en la sedienta arena del desierto de Nerithea.

El batallón de infantería había perdido la mitad de sus efectivos, y ahora estaba aislado de todo apoyo con la misión de balizar un antiguo búnker de Investigacion Imperial. La extracción corría a cargo de una escuadra de naves armosféricas dos kilómetros al este, junto al denso mar de sal. Media hora mas tarde toda la peninsula de Nerithea seria barrida de la superficie del planeta tras el bombardeo orbital que se estaba fraguando en las entrañas de la Fragata tipo Berthem "Cepillo de Cenizas".

El Capitán había ordenado actuar en binomios, ya que la estructura original había perdido toda eficacia debido a las bajas sufridas en el primer asalto orco. Los sorprendieron con artilleria emboscada y sólo la potencia de fuego directo les hizo retroceder. Ahora se dedicaran a lanzar bombas de dudosa calidad desde sus buggies artilleros.

- Tenemos que sacar de allí a los pilotos, mi señor. - Senil miro hacia donde le indicaba su oficial de comunicaciones, dos sentinels con las patas inutilizadas medio enterrados por la arena que levantaba el continuo bombardeo. - Recibo señales de socorro.

- ¡Chapa la boca hostias!, como saquemos el culo de detrás de los chimeras nos acribillan. - Senil consultó por millonésima vez el mapa, el cuál se sabía de memoria. La zona era desértica y desmoralizante: kilómetros de terreno inabitable que hervía bajo el calor de los implacables soles gemelos del sistema Osciruss. Una elevación suave se erguía a cien metros en su flanco derecho, contrastando con la llanura infinita que les ocupaba el flanco izquierdo. Tras ellos, en retaguardia, una explanada sin mas vida que algun matojo expontáneo que se resistía a la realidad cuya semilla habría transportado alguna tormenta de arena. Frente a ellos, cerca de sesenta orcos en un valle que se extendia entre ellos y el punto donde debian desplegar la baliza. - Que desplieguen los morteros en el flanco izquierdo y barran el frente, espoletas de choque. ¡Quiero siete binomios cubriendo el frente y seis conmigo!.

Cuando las órdenes fueron impartidas, cada soldado hizo lo que se esperaba de él, los cuatro morteros desplegaron la ira del Emperador en el frente, mas los orcos estaban fuera de su alcance, aunque cosiguieron lo que Senil quería. Una cortina de arena y polvo se elevó entre ambos bandos. Los catorce guardias imperiales se arrastraron por el frente. A la órdenes los sargentos, los morteros cesaron y poco a poco la arena se posó de nuevo en tierra, cubriendo a cada soldado con varios kilos de polvo marrón. Para cuando esto pasó, la nutrida sección de mando ya estaba flanqueando la colina para asaltar desde la retaguardia a las fuerzas orcas. Los pilotos de los sentinels seguóan encerrados, mientras el magullado blindaje de los bipodes era martilleado sin tregua por los buggies.

El Capitán Senil desenfundó su espada sierra bendecida, obsequio del Adeptus Sonoritas por su excelente acción que permitio liberar a doscientas "Hermanas del Dolido" en la defensa de la Ciudad Colmena Petatum. La empuñadura verde zumbó al analizar sus señales genéticas transmitidas por el sofisticado guante.

Golpeó dos veces el casco del oficial de comunicaciones, siempre en su flanco, para que éste emitiera la señal de asalto, dos pitidos los cascos de cada soldado.

Los dos lanzagranadas y el lanzamisiles desplegados en el frente abrieron fuego, dejándose ver ante los rojos ojos de los orcos. Estos avanzaron precipitadamente hasta que once rifles láser los frenaron, pero sólo por unos instantes antes de que sufrieran la sed de sangre que tanto caracterizaba a esa enfermiza raza.

Instantes después llovieron cargas de fragmentación propulsadas desde los morteros, desmembrando algunos orcos mientras obligaban a los guardias a disparar a ciegas entre tanto polvo.

La sección de mando de Senil estaba a punto de saltar sobre el flanco izquierdo de la marea verde. Los dos francotiradores comenzaron a disparar y los orcos mas grandes y verdes comenzaron a caer, mas la primera estimacion falló y los orcos eran mas de ochenta.

Se produjo el choque, una docena de granadas explotó al unísono y dos lanzallamas escupieron fuego líquido, menguando sensiblemente el flanco verde. Disparos, muertes, soldados caídos que agonizaban ante el salvajismo pielverde. Más de la mitad de los orcos se giró hacia el nuevo frente para ser neutralizados rápidamente mientras ascendían la inestable masa de arena que formaba la colina.

La espada de Senil partió por la mitad el hacha de un gran orco un instante antes de fraturar su codo para hollanar su cráneo como un coco maduro. Cientos de gritos taladraban los oidos del Capitán, que como muchas veces antes creía haber perdido la cordura.

Las fuerzas desplegadas entre los morteros y la marea verdimarrón avanzaban lentamente haciendo uso de toda su potencia de fuego, aunque habían perdido un tercio de sus efectivos cuando unos cuantos orcos con cohetes atados a la espalda cayeron sobre ellos.

Senil miró en rededor, varios soldados corrían despavoridos hacia los morteros, huyendo de un gran pielverde con mandibula metálica que tenía un extraña y feroz bestia atada a una mano. La fuerza de asalto compuesta por la sección de mando y doce soldados estaba siendo masacrada, apenas quedaban seis integrantes de cada escuadra luchando, cada vez menos en pie y cada vez menos con cuatro articulaciones.

Senil vació la celula de energía de su pistola de plasma sobre la borrosa silueta del gran pielverde, lo único que consiguió fue arrancarle un brazo y hacerle un gran abujero en la hombrera del otro brazo.

El gran pielverde se giró y se abalanzó sobre él.

Gritó en su gutural idioma y solto a su extraña mascota, que inmediatamente partió la cabeza de un imperial por la mitad con su gran mandibula.

Trazó un arco con su espada que chocó contra la gran muñequera que sujetó al engrendo rabioso. El orco le propinó una patada que lo levantó del suelo veinte metros. Antes de perder la conciencia contra el povoriento suelo, el Capitán Senil creyó ver una pequeña y oscura figura partiendo por la mitad al gran pielverde en menos de un parpadeo.

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- Por fin de digna a despertar, Señor - El encargado de comunicaciones le saludó energéticamente desde el pie de la cama. El Capitán estaba vendado de pies a cabeza, mientras la carne sintética era lentamente sustituida por la que sus células iban creando. Senil reconoció inmediatamente el pestoso aire de una nave espacial. La respiración se hacía una tortura con tantas máquinas a bordo, con tantos soldados sudorosos, con...

- Si, ..., ¿cuándo me dirás como sobrevives con ese cacharro atado a tu espalda? - El soldado Velozquz, encargado de comunicaciones del Segundo Batallón del 4º Regimiento de Romaria se volteó, intentando alcanzar su espalda con la vista.

- ¿Que cacharro? Yo no veo nada - El Capitán rió con ganas ante la aparente estupidez de su soldado. Cosa que se agradecía en los paréntesis de la continua guerra.

- ¿Que pasó? ¿Como acabamos venciendo? - El rostro de Velosquz se oscureció.

- Apenas hemos sobrevivido una docena, aparte del Asesino Eversor que el Alto Mando del Administrarum soltó en el planeta, según dicen, - Martin se acerco al postrado Senil, susurrando - según dicen para ocultar cruentos experimentos y vomitivas investigaciones. También dicen que el desierto fue creado por un error de un científico. ... JAJAJA - dijo gritando - Usted me mata Oficial. - Senil rió de nuevo, mas que nada para no dejar solo al pobre Velozquz.

- Ey, ..., ¿Oficial?

- ¿No te lo dije Señor? Su espada bendita se partió, así que le han dado una espada de energía. Ya no es Capitán, ni yo su ordenanza. ¡Soy el Oficial de Comunicaciones de la Escuadra de veteranos de la Seccion de mando del Mismisimo Coronel Wulfgar del 4º REGIMIENTO DE ROMARIAAAA! - El veterano Velozquz terminó gritando a pleno pulmón, dejando su boca abrierta justo cuando un adormecido soldado de otra camilla le tiraba su orinal, ..., lleno.

El soñoliento soldado se arrebujó en la fina manta mientras el silencio absoluto se veía interrumpido por un continuo goteo.

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Fragata Tipo Executer "Flor de Destrucción", Flota Cruzada Osciruss.
Rumbo a Osciruss I, Planeta Capital del sistema.
Decretada misión de Purga Total.
661.M41
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