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Long way home (Freeform de rol por foro)

Iniciado por Elmoth, 14 oct 2012, 20:30

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M Doble

La sorpresa de Thorgrim fue mayúscula al verse rodeado de tan ilustres enanos, pero pronto dio paso a la incredulidad primero y a la rabia contenida después. Las tabernas enanas solían tener un promedio de peleas diarias bastante elevado y hasta aquel momento, ninguna de esas peleas parecía haber molestado a la realeza. ¿Es que acaso el poder hacía que los enanos comenzaran a pensar como elfos? Thorgrim asintió por respeto, pero sin convicción. Por supuesto que tenía temperamento. No sería un rompehierros si no lo tuviera. Para pusilánimes, ya estaban los barbilampiños que engrosaban las filas de los guerreros de clan.

Mas la reprimenda inicial no fue nada comparado con la injusta acusación de la que fueron objetivo después. ¿Que habían abandonado a sus compañeros? ¿Quien se había inventado semejante calumnia? Le importaba el escroto de un ogro que el invento tuviera algún valor o no, aquel no era el momento ni el lugar para probarlo. No los hubiera dejado atrás si hubieran hecho caso de su razonable consejo. Podía protegerlos de monstruos y enemigos, pero no de su propia insensatez.

Se tragó su orgullo y la bilis que ya empezaba a subir por su garganta cuando recibieron la misión que, sin lugar a dudas, se trataba de un nuevo castigo. Sin embargo, tras haber aguantado el chaparrón sin rechistar, Thorgrim no se mostró dispuesto a que las locuras de unos pocos dictaran las acciones y la reputación de todo el grupo, una vez más.

- ¿Quien estará al mando del grupo de investigación, thane? - inquirió con firmeza pero con respeto, decidido a poner fin a la interminable cadena de disparates en la que se había visto envuelto.

Crom

A juzgar por el rostro incrédulo de Thorgrim, se dio cuenta que el rompehierros estaba pensando lo mismo que él. Se mordió la lengua con fuerza hasta casi hacerse sangrar. Sabía que aquel no era el mejor momento, pero sin duda, antes de irse ajustaría cuentas. Sin embargo, no hizo ningún esfuerzo por ocultar su ira. Aferró con fuerza el mango de su hacha, y terminó de escuchar las barbaridades que estaban diciendo.
Cuando terminaron, se dio la vuelta, aunque se detuvo al escuchar la pregunta del rompehierros.

Criamon

...la lucha era feroz, habia orcos ansiosos de sangre por todas partes y ellos estaban rodeados, en primera linea, Thorgrim y Ulric rebanaban cabezas de orcos como si fuera mantequilla, ambos estaban gravemente heridos pero sus ojos desprendian el color del fuego de la forja, junto a él, algo mas atrasado estaba Tinder, hacia rato que habia terminado los virotes de su ballesta y ahora aguantaba uno de los flancos de la caravana, su brazo izquierdo estaba practicamente seccionado por una desafortunada estocada de un orco negro y de su torso sobresalian las plumas rojas de una flecha goblin. Unos metros por encima del grupo, en el aire, los locos de Bjorn e Ingmar lanzaban explosivos hacia la marea verde mientras esquivaban las afiladas garras de una serpiente alada que les perseguia, su aparato estaba destrozado y era cuestión de minutos que cayera sobre la horda con sus ocupantes dentro.

La situación era desesperada, yo disparaba sin cesar virote tras virote, aunque acertaba a un enemigo a cada disparo, venían mas y mas, me costaba respirar, supongo que aquel impacto con el martillo de guerra me habia roto unas costillas y a cada ataque de tos, escupia sangre negruzca, era el final.....

De repente, un fogonazo les cegó a todos, la luz brillante dió paso a un guerrero enano como nunca habian visto otro igual, iba acorazado de la cabeza a los pies, el casco estaba rematado con unas doradas alas de dragon, su torso estaba cubierto por una reluciente armadura de oro repujado con imágenes de los dioses enanos y con ambas manos, blandia una gigantesca hacha a dos manos de un metal rojizo con relucientes runas azules en su hoja...

Y con el golpe de tos, Ericson despertó de su angustioso sueño, habia tragado demasiado hollín ayudando a su tio y primos y el mismo agotamiento físico le habia jugado una mala pasada al hacerle caer en una terrorifica pesadilla que parecia muy real.
Se levantó del camastro y después de secarse el sudor de su velludo cuerpo y tomar un par de tragos de cerveza fria volvió a acostarse, tenia que descansar que el dia siguiente tenia que reunirse con sus compañeros para realizar una tarea fuera de los muros de la ciudadela.


Elmoth

A primera hora de la mañana Ingmar entró en el taller de Tesla. Ya había varios enanos trasteando por ahí, consultando dibujos o dibujando. El taller estaba lleno de cables de alambre y cobre por todos lados, y una gran bobina de lo que parecía ser hilo de gromril ocupaba el espacio central. El taller era amplio, peor extremadamente oscuro por lo que pudo ver. A diferencia de muchos ingenieros, estos no parecían llevar armaduras metálicas, sino capotes acolchados. Habiendo visto todo tipo de protecciones anti-percances de laboratorio, a Ingmar no le extrañó. Los cascos de los enanos, acolchados grandes y altos, con un cable de cobre desde la parte superior hasta el suelo le resultaron muy familiares, peor no sabría decir donde los había visto antes.

Un joven ingeniero de apenas 40 primaveras indico a Ingmar respetuosamente que le siguiera. Se acercaron a una puerta que conducía a otra habitación. Cuando se acercaban a la puerta, uno de los ingenieros gritó "CONTACTO!!" y Ingmar observó alucinado como un gran rayo de energía azulada saltaba de la punta de una lanza sostenida por otro ingeniero hasta la bobina de gromril. Inmediatamente la imagen de un martillo soltando rayos pasó por la mente de Ingmar pero desapareció casi tan deprisa como el rayo. Los ingenieros sonrieron pero claramente no estaban del todo satisfechos con lo que habían logrado, ya que varios instrumentos secundarios en el laboratorio estaban en llamas y varios enanos corrían a coger mangueras para apagarlos.

Aun en shock por lo que acababa de ver Ingmar pasó con su guía a la siguiente habitación. Esta era una sala muchísimo más luminosa. El hecho de que tuviera dos grandes ventanas desde el techo hasta el suelo en una de las paredes ayudaba en este punto. Unos enanos estaban entrando materiales desde otra puerta. Recia madera de roble, flexibles varas de arce, madera de nogal, pieles de diversos animales, cuerdas enanas y varios pequeños motores. En el centro de la sala Tesla estaba supervisando la colocación del banco de instrumentos. Un campo de trabajo de primer nivel.

"Ah Ingmar! Veo que ya has conocido a Rob. Es uno de mis aprendices más rápidos." Ingmar no sabía si esto se refería a velocidad mental o a celeridad de movimiento y, por su cara, el aprendiz tampoco.

"Espero que este taller te sea util. Tendrás un equiopo de enanos a tus ordenes. Leman, Rogal, Fulgrim y Vulkan son buenos obreros. Corax y Angron, esos dos con cara de locos de ahí son pilotos de girocóptero y se han ofrecido como pilotos de prueba. Si necesitas algo habla con Rob el becario, es muy organizado. Tratalo bien, que los azulones son un clan importante. Me interesa mucho el proyecto, así que no me defraudes. Tengo algunos arreglillos que me gustaria sugerirte una vez lo tengais en marcha. Nah, unas tonterías de canalización de relámpagos y tal mientras vuelas en una tornmenta. Detallitos. Bueno, os dejo trabajar".

Con estas palabras Tesla se dirigió a la puerta por la que habían entrado Ingmar y Rob y se colocó unas gafas típicas de ingeniero mientras empezaba a gritar ordenes antes incluso de desaparecer por la puerta. La luz de un relámpago salió por las rendijas de la puerta entornada al cabo de poco.


Elmoth

Tinder acabó de trepar por la pendiente y se paró a observar la vista. Realmente el pico de Karak Norn era un portento de la naturaleza. La cabra a la que perseguía con amor desde hacia dos días estaba en una peña cercana. Tinder pensaba echarle el guante entre unas piedras que había un poco más adelante (conocía bien los sitios donde podía picar tranquilo a un animal) pero antes se sentó a descansar. Había que reservar fuerzas para cuando atrapara a la cabra.

Los días de reposo en Karak Norn le estaban sentando bien. Aire de montaña, cerveza fresca y cabras a las que sonreírles antes de llevárselas al establo.

Se encontraba absorto en estas reflexiones cuando oyó un sonido a su espalda. Girándose deprisa sacó el cuchillo de su funda, ya que no seria la primera vez que un oso se aventuraba por esta zona. Sin embargo lo que vio fue a la cabra ala que perseguía con ternura cargar contra él con la cabeza baja. Se apartó y intentó agarrarla de una pata, pero la triscadora saltó a un lado y huyó.

Maldiciendo su suerte, Tinder buscó que había provocado esa reacción. Sonrió cuando vió un Ator Delta de recia y flexible construcción enana haciendo maniobras en las alturas y picando peligrosamente contra el suelo antes de remontar en una corriente termal. Le había quitado la diversión de la noche, pero parecía que el loco de Ingmar había conseguido algo.

Al pasar sobre él un enano gritó "¡VUELO COMO CUARENTA CUERVOS NEGROOOOS!".

Elmoth

El thane Olaf Nornson enano observó a Thorgrim y la espada girada del enano de Marieburgo antes de contestar.

"Después de lo que te he dicho creo que había quedado claro que el criterio es vuestro. ¿Tengo que dudar también de tu criterio además de tu sentido común? Vuestro grupo, vuestras decisiones."

Este regalo envenenado cayó con poca gracia en los enanos. Tenían una oportunidad, pero sabían que además de la misión de investigación se les miraría con mucha atención. Ulric sospechaba que su padre Baervard tenía que ver con esto, ya que Karak Norn era una de las fortalezas con que mejor relación tenía al encontrarse cerca de las zonas más pobladas del imperio y ser sus enanos ligeramente menos gruñones en los tratos con los enanos de superficie. Esos mensajes que le había dado para entregar a diversos miembros de la fortaleza cuando salió de Marienburgo seguro que no eran simples cartas de amistad. Puede que incluso la presente misión fuera una prueba de su progenitor.  El hecho de que unas palabras sobre responsabilidad las pronunciara un noble enano de una de las familias reinantes sólo confirmaba esto. Su padre no hacia más que repetirle el discurso de la responsabilidad para con los compañeros y empleadores que le encomendaban misiones. Cada vez veía más claro que le costaría ganarse los galones frente a los enanos de las fortalezas. Y frente a su padre, el famoso mercenario de Marienburgo. Apretando los dientes, Ulric salió de la sala. 

Elmoth

Los barriletes eran toscos, construidos con restos de material orco. Bjorn hundió su jarra de cata en el primer barrilete y probó un poco de la cerveza de troll. Su experto paladar notó los distintos aromas, incluyendo el del metal enano que había estado en contacto con el material base durante unos instantes. El sabor era bueno! sus toques especiales parecían dar sus resultados! la cerveza de sierpe era mucho mejor que la otra variedad creada con la sangre de troll. esa había tenido que tirarla por el desagüe directamente, ya que se había corrompido. Bjorn sospechaba que el gran problema había sido un tiempo para el envasado demasiado rápido, mucho más que para la sangre de Rigoberta.

"Rigoberta my love, me vas a hacer famoso" le dijo al odre de piel de sierpe que aun contenía sangre del lagarto sin procesar.

Se dirigió a continuación a la taberna del Enano Feliz, donde el gremio de cerveceros de Karak Norn iba a realizar su concurso semanal de nuevas variedades. De aquí habían salido varias cervezas populares en Karak Norn, e incluso algunas de las actualmente codiciadas en las tabernas de karaz a Karak habían tenido sus inicios en este lugar. Bjorn estaba seguro de que la Rigoberta's Kiss podía aspirar a podio, y puede que a más. le faltaban retoques, pro supuesto, pero era innovadora y lo suficientemente olorosa para que hasta los barbaslargas pudieran considerarla una cerveza digna. O eso pensaba él. desde luego ni siquiera Bugman acertó al 100% con su primera Bugman, ya que la versión famosa era la 60, pero en algún punto empezó.

Mañana salían de nuevo de expedición, y quería salir de nuevo a la superficie con el premio bajo el brazo y sugerencias de mejora para buscar ingredientes.

Elmoth

Antes de retirarse por ultima vez de la fragua antes del viaje, Ericson miró el reluciente filo rojizo del hacha. Las hendiduras para la filigrana de oro y los espacios para las piedras talladas estaban ya muy avanzados, y el material estaba mostrando ser de una flexibilidad y dureza excepcional, entre los mejores gromrils que el clan había trabajado. la actividad de los seis enanos que trabajaban directamente en el hacha era observado con atención por muchos otros herreros del clan, y incluso el Thane del clan pasaba con frecuencia por las forjas para ver como progresaba el trabajo. Tanta atención no era del agrado de Lass, el tío de Ericson, pero trabajaba con ahínco ya que sabia lo importante del encargo.

Sólo tres clanes enanos habían recibido gromril rojo para trabajar, y ello implicaba un gran prestigio, pero también una gran responsabilidad. No había yacimientos de gromril en esta parte de las montañas, que tenia que ser importado desde Karak Hirn o incluso Zhufbar, así que un nuevo (y mejor?) tipo de gromril disponible más cerca para Karak Norn incrementaría mucho su riqueza y prestigio. Todos los enanos de la fortaleza estaban en tensión sobre el resultado del gromril rojo.

Cada uno de los clanes trabajaba con uno de los tres herreros rúnicos de la fortaleza. Karrif Rambead ya había grabado tres golpes en el hacha, y la mezcla de golpes empezaba a brillar con una luz rojiza. Dado que las runas generalmente desprendían una luz blanquecina, esto era peculiar y el venerable herrero rúnico y el resto del equipo estaba muy atento a lo que ocurría. Ericson no reconocía la runa aun, pero sospechaba que no era ninguna de las runas más comunes. Le daba pena no ver como evolucionaba el hacha, pero se alegraba de salir del centro de atención, especialmente desde que hizo caer un martillo cerca del herrero rúnico justo cuando iba a golpear el hacha ayer, lo que podía haber destruido la runa, el hacha e incluso la forja si el veterano enano hubiera fallado su concentración por la distracción. Había demostrado que hasta apretando un fuelle no era bueno en la forja. Mejor ver el producto finalizado en unas semanas que ser responsable de la vergüenza del clan, eso seguro.


Criamon

Definitivamente la herreria no era lo suyo, y eso que trabajando estos dias con los grandes maestros y en especial con su tio Lass, habia aprendido muchas cosas, -cuando acabe todo esto, creo que voy a volver aqui e intentaré una vez mas el oficio familiar, no es posible que me vaya tan mal- pensó en voz baja mientras volvia a su habitación en aquel económico hostal. De camino, su mano derecha manoseaba impaciente algo en su bolsillo.

Una vez en el hostal, preparó si equipaje para salir al dia siguiente, sus compañeros iban a emprender una misión fuera de la fortaleza y Ericson habia sido invitado a acompañarles, nunca se sabe, su querida ballesta podia volver a serles de utilidad. Después de revisar por tercera vez todo lo necesario para un trayecto largo por el exterior, Ericson volvió a meterse la mano en su bolsillo y extrajo el pequeño fragmento del extraño gromril rojo que su tio, a pesar de su torpeza, le habia regalado, al hacerlo, un brillo rojizo iluminó tenuemente las paredes.

Le dijo que lo guardase con sumo cuidado, esa coloración no era común y si lo usaba con cabeza, posiblemente le ayudase a salir de alguna complicada situación.
Esa noche, entre la emoción del regalo de su tio y las ganas de emprender el viaje, apenas pudo conciliar el sueño aunque se conformó pensando que esto mismo les ocurre a todos los grandes heroes enanos antes de ir a la batalla.

Crom

Ulric se despidió de Thorgrim en la puerta de los Thanes. Apenas podía contener su ira, así que decidió alejarse de todo por un tiempo, por temor a decir algo de lo que pudiese arrepentirse después.
Vagó sin rumbo fijo durante un tiempo, hasta que se dio cuenta que estaba algo perdido. Se encontraba en un amplio pasillo, y a diferencia de otros corredores de la ciudad, aparecía casi vacío. Al fondo, una puerta maciza enorme, estaba entreabierta.
Incapaz de contener la curiosidad se asomó. Ulric contuvo un grito de asombro. La sala brillaba con el fulgor de cientos de gemas incrustadas en las paredes y las vetas de gromril recorrían el suelo y el techo como un río de hermosura. Antes de darse cuenta, Ulric estaba en el interior de la estancia, asombrado, recorriendo con un fervor casi religioso las riquezas que lucían.
Al final, una enorme estatua de un enano con un pico parecía presidir la estancia. Ulric se percató que era Grungni. Aquel debía ser un templo dedicado al dios de los enanos. Ulric se acercó con devoción. A pesar de ser un guerrero, y como tal estar consagrado a Grimnir, no podía dejar de sentir fervor enano por Grungni.
Ulric permaneció de pie frente a la estatua del dios, contemplando su magnificencia. El tiempo pareció detenerse a su alrededor, inconsciente de todo lo que le rodeaba.
- Es hermosa, ¿verdad? - Ulric dio un respingo. No se había dado cuenta, pero un viejo enano se había situado junto a él. Llevaba una túnica blanca, y la barba recogida en dos largas trenzas, sujetadas por sendos anillos de blanco metal. - Siento haberte sorprendido... Ulric Baervardsson.
- ¿Me conocéis?
- se sorprendió Ulric.
- Así es. - El viejo esbozó una sonrisa. - Te conozco. Como conocí a tu padre, y al padre de este también. - Hizo un gesto, como queriendo desplazar ese tema. - Puedo sentir la rabia bullendo en tu interior. ¿Qué te preocupa?
Ulric dudó durante unos minutos. No quería contar sus problemas a un completo desconocido... pero sin embargo, aquel anciano parecía conocer a sus ancestros.
- Se trata... bueno... es... todo esto. - De pronto, sintió como una catarata surgía de su interior - ¿Es esto en lo que la legendaria nobleza de los enanos se ha convertido? ¿Fabricar mejunjes con sangre de sierpe y tripas de troll? ¿Construir máquinas con restos de orcos?
- ¿Es eso lo que verdaderamente te preocupa? ¿O es no poder conseguir el reconocimiento de tus iguales?
- ¿Reconocimiento? -
Ulric se encogió de hombros - No quiero reconocimiento. No me quedaré aquí tanto tiempo. Sólo quiero que mi padre me deje volver a Marienburgo. Allí todo es más... equilibrado.
- En ese caso, habla con tu padre. Seguro que lo entenderá. -
Alzó una mano - Sin embargo, creo que aquí aún te necesitan. Tienes el don del guerrero en tu interior, Ulric. Debes descubrirlo. Y bueno - volvió a sonreir. - Lo que hagan los demás, debería darte igual. Sigue tu camino, haz lo que creas justo y oportuno... y si los demás deciden recoger mondongos de orco y fumárselos en una pipa... Apártate de ellos y sigue tu camino. - El viejo suspiró. - ¿Verdad que es hermosa?

Ulric se volvió hacia la estatua. Iba a asentir, pero de pronto se dio cuenta que el viejo se había marchado. ¿Lo había soñado?

M Doble

En casa de los Forgehammer, se encontraban sentados al calor de la chimenea tras una opulenta cena. Thorgrim había acudido a despedirse antes de la que podía ser una larga y peligrosa misión de la que quizá no volvería. Su padre, con gesto serio fumaba su mejor pipa mientras observaba el baile de las llamas entre los ennegrecidos trozos de madera. Veterano incluso entre los rompehierros, Tyrbald Forgehammer, era un enano más duro que el granito de las montañas nubladas. Su abuela, nana Skadî, se balanceaba en la mecedora mientras se afanaba en masticar un trozo de cecina con sus dos últimos dientes.

- Si vas por ahí con esa cara de vinagre, nunca vas a conseguir una robusta enana que te cocine el "hale" - le aconsejó como de costumbre.

Su padre sonrió levemente antes de soplar un anillo de denso humo y deleitarse contemplando como ascendía hasta el techo.

- No estoy de buen humor, nana Skadî – replicó el joven rompehierros, que estaba notablemente cabreado desde su "real audiencia".
- ¿Todavía estás enfadado por esa ridícula misión que te han encomendado? - inquirió nana con gran acierto. - Cuanto antes te des cuenta de que la vida de un rompehierros es dura, desagradable y tremendamente injusta, antes disfrutarás de los placeres restantes. Mira al cabeza-calcita de tu padre. ¿No ves que contento está el muy idiota con esa pipa? Aprende de él y todo te irá mejor. Igual hasta encuentras una buena enana que te tueste el grano – insistió.

Thorgrim no pudo hacer otra cosa que asentir y reconocer la sabiduría que destilaban las palabras de nana Skadî. Salvo por la parte de buscarse una enana...

- ¿Te puedes creer que en esta ciudad de locos recompensan a los chiflados y castigan a los honorables? Olaf debe de haber perdido el norte.
- ¿Acaso esperabas algo mejor del petulante hermano del rey? Tantos años a la sombra de su hermano le han vuelto imbécil y si nadie hace algo al respecto, pronto su sobrino será igual de zopenco. Olvida todas las sandeces que te haya dicho ese abrazacolumnas y concentrate en buscar una respetable enana que te abrillante el escudo –
replicó nana Skadî, dando en el clavo.

El joven Forgehammer sonrió por primera vez en varias semanas. Su abuela, viuda desde hace años de Njörðr Forgehammer, era una enana respetada y sabia, que gozaba de gran reputación en el clan.

- Ahora acompaña a tu padre a la armería, pero dame antes un beso en la mejilla, por Grimnir – le exigió.

Su padre ya se había levantado de la silla, así que Thorgrim se apresuró a darle el beso a su nana.

- Y buscate una enana que te cueza los guisantes, memo – le dijo al tiempo que le arreaba un sonoro manotazo en el cogote – que quiero bisnietos.

Con la cabeza aún dolorida Thorgrim siguió a su padre hasta la habitación que hacía las veces de armería y museo familiar. Era una estancia solemne, con una tenue iluminación y en la que se podía sentir el peso de los años y la presencia de sus ancestros. Cuando aún era un niño pequeño, le gustaba ir allí para contemplar las reliquias familiares y soñar despierto con las aventuras que habían protagonizado y que, algún día, él superaría. Allí estaba la armadura de su tataratatarabuelo Búri Forgehammer, que era casi tan alto como un humano, junto al yelmo de su tío abuelo tercero Höðr  Forgehammer, coronado con los cuernos de un dragón rojo que él mismo había matado, entre otras muchas armas y objetos rúnicos que habían pertenecido a su familia durante generaciones.

- Nana Skadî me dijo que, mi padre, quería que tú empuñases algún día su martillo rúnico. Sabía que yo siempre he sido más de hachas, así que confiaba en que tú le sacarías mejor partido – le dijo, yendo directo al grano.

El joven rompehierros no salía de su estupor. Con todo lo acontecido en los últimos días, se esperaba una humillante reprimenda en presencia de los espíritus de sus ancestros. Desde luego, ni en sus mayores fantasías se hubiera esperado que un día lo consideraran digno de empuñar Mjölner, el martillo que había formado parte de la armería familiar desde hacía eones. Se decía que aquel que lo empuñara poseería el poder del trueno y que sería capaz de las más asombrosas hazañas, dignas de los mismísimos dioses.

- Se que honrarás la memoria de tu abuelo, Thorgrim. Ahora, parte a la batalla con la cabeza en alto y Mjölner en tu fuerte brazo – le dijo con un tono de voz más ceremonioso que el de costumbre, mientras le entregaba el martillo que había estado colgado en la pared desde hacía décadas.
- Así lo haré, padre – respondió Thorgrim con orgullo.

A la mañana siguiente, el rompehierros se despidió de los suyos y marchó con paso decidido al encuentro de Ulric y el resto de enanos del grupo de búsqueda. Armado con el martillo rúnico y con su reparado escudo atado a la espalda, podía sentir el peso de la responsabilidad que lo abrumaba y le daba fuerzas al mismo tiempo. No defraudaría a su clan. Por Grimnir que volvería cubierto de gloria o no volvería.

Expio

"Esto compañeros del lúpulo es grano, y cualquier idiota sobre y bajo la tierra lo puede comer; pero los ancestros lo destinaron a otra manera más divina de consumo... ¡la cerveza!, pero los ancestros en su infinita sabiduria nos dieron otras bendiciones, nos dieron manos para extraer el metal, nos dieron el saber para moldearlo y transformarlo en hachas y nos dieron la mala hostia y los cojones de un toro para devastar a nuestros enemigos.

Y entre esos seres hay uno muy especial, es largo y sinuoso, de larga lengua y mas testaruda que un cerdo... ¡No Glindon, no estoy hablando de tu mujer! ¡Estoy refiriendome a las Sierpes!

Girad la vista y contemplad la mirada de vuestro compañero, sus ojos centelleantes y escuchad el chasquido de su lengua. Escuchad a vuestros estomagos, sabeis que es verdad, que estas probando la mejor cerveza que habeis catado en meses. Firme, con cuerpo, fresca, dulce, salada, cosquilleante y ardiente.

Quien lo diria saliendo de un bicho de sangre fria.

Yo digo que esta cerveza es un regalo y una señal. Ahora podemos apagar dos ansias a la vez ¡nuestras ganas de pelea y la sed que nos quema!

¡Cojamos nuestros hachas y salgamos a buscar ingredientes! ¡Ya que los Ancestros en su infinita sabiduria nos legaron otra cosa! ¡La capacidad de remojar nuestras barbas con la mejor cerveza!"

tonijor

Haber visto a Ingmar volando, le hizo hervir la sangre de nuevo, y Tinder decidió que había terminado la hora de descansar. Su cuerpo le pedía nuevas aventuras, y corrió a reunirse con sus compañeros de viaje...

Criamon

-Otra vez a la andadas compañeros, es un placer volver a encontraros para iniciar una nueva aventura, que sepais que esta vez intentaré no ser un mero estorbo y pondré todo de mi parte. Podeis confiar en mis dotes de caceria y mi aguda punteria en los momentos difíciles.

Me noto algo fatigado, esto de ayudar en la forja y no dormir correctamente creo que me esta pasando factura pero no os preocupeis que con algo de descanso extra y unos tragos de buena cerveza de sangre de sierpe volveré a estar fresco como una rosa.
Por cierto, os veo muy bien a todos, el descanso os ha sentado bien, tu Thorgrim, no hagas muchos esfuerzos durante unos dias mas, si quieres puedo ayudarte con tu mochila de viaje.-


Dicho esto, Ericson desvió la mirada de sus compañeros al vasto territorio nuboso que se extendia a izquierda y derecha y podía observar desde el enorme portalón de la cima de Karak Norn, a pesar de su ligero agotamiento, la idea de lanzarse a ver mundo le producia un nudo en el estomago similar a cuando invitó al baile de primavera a la hija de su maestro de forja.

montenegroavila

Ingmar caminando al despacho de Tesla, piensa en que esta contento con los resultados de las pruebas iniciales con Corax y Angron, las maneras suicidas de ambos le dan mucha información, aunque Corax esta temporalmente indispuesto por una caída ridícula al tropezarse en una taberna cercana, Angron se las ha apañado bien con Rob el becario como sustituto, que por el momento muestra aptitudes mas allá de mandadero y bibliotecario.

En cuanto a los materiales las telas enanas han demostrado ser mas que adecuadas para su creación, ligeras y resistentes, la madera de las coniferas de Karak Norn junto a un poco de refuerzos de clavos y tachuelas de Gromril, tiene la resistencia, flexibilidad y ligereza necesarias.

En cuanto ve a Tesla, le cuenta sobre los adelantos y complicaciones de su proyecto, además de disculparse pues ha recibido un encargo directamente del trono de Karak Norn,

-Tesla, ayer ha llegado a los talleres, un mensaje directamente del Trono, un Heraldo que me ha comunicado que debo ponerme a disposición de Ulric y Thorgrimm y que debo estar preparado para salir en el momento en que ellos me lo indiquen. no se me informo la duración de la misión, ni su naturaleza, pero como deberé ausentarme, dejo bien instruido a Rob, sobre los siguientes pasos a seguir, así que esto no debiera ser inconveniente.

Tesla frunció el seño en una fracción de segundo, pero recapacito rápidamente y le dijo

-Tranquilo Ingmar, ya regresaras con ideas frescas de tu viaje, Rob es muy diligente, así que no debiera ser un problema.

Sin embargo Tesla agrego

- También se que has estado leyendo febrilmente algunos escritos sobre el electrum que he elaborado y que poseen los ingenieros de pruebas, habrás notado que no contienen mas que lineamientos generales, con muy poco desarrollo teórico, esto se debe a que están destinados a servir de guía para los ejecutores de los experimentos, no para desarrollo, así que cuando cuando regreses hablaremos sobre el tema como debe ser, por el momento te deseo suerte.