Después del mini informe de Wiesloch voy a intentar hacer otro algo más detallado, de una partida correlativa a la anterior que jugamos el sábado pasado en el club. Esta vez se trata de la Batalla de Wimpfen, basándonos en el segundo escenario de la Guerra del Palatinado del último número de la revista Falcata. Para el escenario hemos optado por jugarlo a 1.500 puntos, haciendo algunas modificaciones del terreno para adaptarlo a lo que teníamos disponible, que básicamente ha consistido en cambiar el tabor donde se protegian las líneas protestantes por una serie de muros y algo la disposición de la escenografía.

Antecedentes: tras la victoria en Wiesloch, los tercios españoles se lanzan a peseguir al ejército protestante por el Palatinado. Estos, tras varias semanas a la huída, se reagrupan recibiendo refuerzos en las cercanías de Wimpfen, donde se hacen fuertes esperando presentar batalla a los españoles. Al llegar las tropas de Spínola al lugar, se despliegan en una linea de batalla dispuesto a asaltar la posición protestante a cualquier precio.


Los españoles despliegan en una larga línea con la caballería agrupada en la derecha a las órdenes de Da Silva y Gauchier, mientras la infantería forma 4 grandes bloques escuadronados (Tercios de Spínola, Carlos Spinelli, Verdugo y Nápoles) y un regimiento alemán de apoyo. La artillería por su parte se agrupa en batería a la izquierda de la línea.


Los protestantes forman en dos líneas sus regimientos de infantería, con 3 bloques posicionados en defensa tras el muro, junto a la artillería, y otras tres unidades en reserva atrás. La caballería la dividen entre las unidades de arcabuces en el ala derecha, y una unidad de coraceros en reserva en el centro.

Tras un primer intercambio de artillería, donde los españoles con suerte dispar logran impactar a los cañones enemigos haciendo fuego de contrabatería, aunque solo creando algo de confusión sin lograr acallarlos, y los protestantes por su parte se ceban con el Tercio de Carlos Spinelli, Spínola decide hace avanzar a toda velocidad a la caballería para sobrepasar el flanco izquierdo enemigo.



Viendo su oportunidad, la caballería protestante sale de sus posiciones y se lanza contra la izquierda española, viendo el desorden causado por la artillería entre los infantes españoles. Por su parte el resto de la línea católica mantiene el orden, aún lejos de las posiciones enemigas.

Muy chulo el informe...eso si pintarmelo todo jejeje

Pues si, un informe de batalla bien chulo. A pesar de que quede algo sin pintar, se ve una batalla muy llamativa

Y que paso despues? Que lo has dejado en lo mas emocionante!

Ya te digo.
¡Esto es como un serial bélico!
Enhorabuena por el curro. 

Tuvimos problemas logísticos para subir a 1.500 puntos, por eso no esta todo pintado  . Por lo demás ayer me estuve más rato redimensionando las imágenes de lo que pensaba, y ahora estoy en el curro  . En cuanto pueda actualizo.

Muy chulo el informe. Y con ganas de saber que pasará .

Erik y Ajsantamaria cuando queráis podemos jugarlos, que me son muy familiares  . Si queréis en el club o en donde mejor os venga.

El PAINT es el puto programa del futuro. Redimensiona, edita y guarda a placer con minimo esfuerzo, no esas tonterias del photoshop y demás. Hazme caso.

El informe de momento mola un monton  Ansioso de ver el desenlace.

Cita de: tioculebras en 26 jul 2016, 12:29
Muy chulo el informe. Y con ganas de saber que pasará .

Erik y Ajsantamaria cuando queráis podemos jugarlos, que me son muy familiares  . Si queréis en el club o en donde mejor os venga.

Lo mismo digo yo a la gente de Barcelona y alrededores 

Cita de: tioculebras en 26 jul 2016, 12:29Erik y Ajsantamaria cuando queráis podemos jugarlos, que me son muy familiares  . Si queréis en el club o en donde mejor os venga.

Me he pillado hoy la Falcata #2. Cuando vuelva de vacaciones le damos.

Al comienzo del segundo turno la cosa pintaba muy mal para el Tercio viejo de Carlos Spinelli, sobre todo por el desorden reinante entre sus filas y enfilado como estaba ante la artillería y la caballería enemiga. Spinelli sentía que le había tocado bailar con la más fea, y no le faltaba razón. Los españoles por suerte tomaron la iniciativa, y en un hábil golpe de coordinación por parte del comandante en jefe Spínola, restablecieron el orden entre las filas del Tercio y el regimiento alemán que protegía su derecha maniobraba para encararse a la caballería enemiga para evitar ser flanqueado.


Tras las rápidas maniobras del Tercio y el regimiento germano, llegó la lluvia de proyectiles desde el bando protestante, comenzando con una certera salva de artillería, que volvió a crear la confusión entre los infantes, seguido de andanadas de la caballería, que de manera coordinada se aproximaban al Tercio para disparar y moverse hacia retaguardia.


Impotentes ante el castigo que estaban recibiendo sus compañeros de armas, el resto de formaciones españolas se ciñieron a la misión encomendada y continuaron su avance inexorable hacias las líneas protestantes.


Mientras la caballería españolas intentaba hacer lo propio en el flanco izquierdo enemigo, aunque con suerte dispar.

Todo estaba listo y preparado para el tercer turno. Al Tercio de Carlos Spinelli se le dió la orden de detener su avance, clavar las picas y aferrarse al terreno resistiendo hasta el último hombre. Tomar la inciativa era crucial para su supervivencia en el devenir de la batalla.


Pero la fortuna les fue esquiva, y los protestantes no perdieron ni un instante al ver a los españoles intentar reorganizarse para resistir, y se apresuraron a descerrajar una certera salva que acabó por hundir la moral del Tercio. Las tropas supervivientes huyeron en desbandada del campo de batalla, contraviniendo las órdenes de resistir a ultranza, para mayor vergüenza de su comandante y poniendo en grave peligro el flanco izquierdo español.



Spínola al ver su flanco abierto al enemigo sintió que no podía perder ni un instante, y lanzo al Tercio Verdugo y al Tercio de Nápoles hacia las posiciones enemigas sin más dilación...

El resultado del asalto es dispar, haciendo huir a una de las unidades mercenarias enemigas, pero apenas desgastando a la otra.

Se pone interesante la cosa 

¡Más, más! Dios mío, qué sucederá...