El sol se filtraba tímidamente por las rendijas de la sala donde el maltrecho caballero era pacientemente interrogado por Heimrich Kemmler.

El prisionero se reclinó en la incómoda silla y suspiró.

-Cuithbert de Couronne. ¿Lo conoce? Vago, pendenciero, borracho, jugador, aficionado a la música. Algunos de sus caballeros heredaron sus gustos, como Brisbal de Cuithbert. Cumple todos los requisitos y siempre va acompañado de su laúd que se diría hecho de hierro meteórico y diversos instrumentos que toca con igual destreza. Escucharlo es sólo comparable a que una manada de cuervos te coma los ojos y un skaven te grite en el oído. Más de un enemigo huyó ante sus cánticos. No los culpo.

Cita de: Elgoindy en 15 Abr 2020, 14:10
-Cuithbert de Couronne. ¿Lo conoce? Vago, pendenciero, borracho, jugador, aficionado a la música. Algunos de sus caballeros heredaron sus gustos, como Brisbal de Cuithbert. Cumple todos los requisitos y siempre va acompañado de su laúd que se diría hecho de hierro meteórico y diversos instrumentos que toca con igual destreza. Escucharlo es sólo comparable a que una manada de cuervos te coma los ojos y un skaven te grite en el oído. Más de un enemigo huyó ante sus cánticos. No los culpo.

Se ha basado usted en


?

No pienso hablar si no está mi abogado presente...

-Mousillon... ¿Le suena? Por supuesto. Pero probablemente Lestat de Mousillon no. Su fuerza parece sobrehumana, su tez tiene un tono enfermizo y monta un negro corcel que juraría que tiene ojos rojos como brasas. Fiel, leal y hermoso, se diría que podría derrotarnos a todos si quisiera. ¿No sabrá vuesa merced qué puede andar buscando no?... Lo imaginaba.

Los días pasaban y el cuerpo y la mente del caballero se veían cada vez más afectadas.

-Disculpe vuecencia, pero hoy no estoy lo que se suele decir en mi mejor momento. No es por menospreciarlo, pero he estado en situaciones peores, como cuando Albert de Malagant me obligó a comer uno de sus famosos guisos. Este pan mohoso y lleno de gusanos es un manjar comparado con él. Por lo menos la cabeza asada o el pernil de puerco a la brasa sí que son una exquisitez.

Me encanta ese tal Lestat, pero lo que me parece genial es usar esos arqueros con personalidad propia.

El aspecto actual de la unidad con los 7 caballeros que llevo pintados es el siguiente.



Da una especie de vértigo ver cómo un proyecto de tantos años está a punto de ver la luz al final del túnel con resultados bastante satisfactorios dentro de las habilidades pictóricas de un servidor.

Cuando termine los andantes me queda lo siguiente:

1 campeón de una unidad de Caballeros del Reino
1 "caballero novel" (cuando os lo enseñe entenderéis las comillas) así como peanizar toda la unidad.
Varios peregrinos del Relicario y retocar un poco la unidad (lo merece)
5 hombres de armas a caballo
Huc Le Petit

Encontrar a alguien con quien jugar

¡Qué resultado más espectacular! Un trabajo soberbio...

Eso sí, me has quitado las ganas de terminar de pintar unos bretonianos que tengo por ahí... Y de retocar otros que tengo pintados de aquella manera [emoji23][emoji23][emoji23]

Enviado desde Legio por correo ecuestre

-Lyonesse, cuna de grandes héroes y heroínas. Emil de Jacen no se puede contar entre ellos, pero su espada es la más grande que un humano puede blandir con destreza, y lo hace. Nunca se queda sin armas: espadas, mazas, lanzas... Cualquier enemigo cae a sus pies por cualquiera de esas armas, y Emil lo disfruta.

Kemmler gruñó. Estaba cansado de la altanería del humano, pero necesitaba saber si la mesnada había encontrado siquiera a uno de los caballeros del grial.






Gracias a todos los que visitáis este hilo y a los que comentáis. Pero la cosa no es para tanto, os aseguro que es un tabletop con aires de grandeza.

El proyecto está llegando a su fin y hay una mezcla de ilusión y tristeza después de tantos años. El consuelo es que más vendrán

Pues yo te aseguro que mi tabletop es mucho mas modesto, y sobre todo, mucho mas lento que el tuyo! Jajajaja.

Deseando verlo terminado!

Kemmler hablaba con unos individuos de aspecto oscuro y poco amigable. El caballero luchaba por respirar. Era una sombra de lo que fue, pero resistía.

-Marcel... Marcel el Dorado, caballero de Raynor. Oh! Qué visión majestuosa! Las damas caen rendidas a sus pies sólo con verle y cuando escuchan sus versos... Usted ya me entiende, o no. Amigo de nobles y tan hábil con el mandoble como con la pluma. ¿Se pregunta por qué le hablo de los Caballeros Andantes? ¿Quiere saber si encontraron el grial? No, vuesa merced, no...

De pronto, el limpio sonido de un clarín rompió el silencio. Pronto le acompañaron otras trompas y trompetas de guerra y el horrendo tañido de un laúd. Kemmler se asomó al ventanuco de la torre.

-Esos caballeros no encontraron el Grial, pero los encontraron a ellos...

Las colinas se llenaron de color, bajo el pendón de Brocard cabalgaban caballeros del reino, noveles, recios hombres de armas con grandes alabardas, arqueros y escuderos a caballo. El cielo era de tres poderosos pegasos de guerra, los bramidos de los peregrinos que cargaban en sus hombros los restos de un caballero, varias damiselas lanzaban conjuros de protección y allí, en el centro, los nueve caballeros con sus enormes espadas flanqueando a una cuña de caballeros en armadura que se diría de plata, telas blancas con cruz roja... Grial! Su santidad dañaba los ojos del nigromante, pero cuando vio la monstruosidad voladora montada por el más grande de los héroes del Grial, supo que la batalla estaba perdida pues ese hipogrifo por sí sólo podía acabar fácilmente con una unidad de zombies, con su jinete era casi invencible. Se giró rabioso y miró al caballero que sonreía y lo miraba amenazante.

-Sus ejércitos son muertos, pero no portan el miedo. El miedo es ver la magnificencia de Bretonia en el campo de batalla y ser vos quién esté donde apuntan sus lanzas.

Kemmler gritó un hechizo y alrededor de la torre se levantaron esqueletos y otras monstruoidades. Esperaba que aguantaran lo suficiente como para que pudiera huir.

-Llevad al prisionero Sir Ragnar a Morkar. Él sabrá qué hacer con él.

Kemmler no sentía miedo, pero una extraña sensación le recorrió la columna cuando las trompetas y clarines tocaron a carga y los cascos de los caballos hicieron retumbar el suelo y las paredes de la torre.











Aquí acaba el relato de Sir Ragnar y de mi proceso de pintado de lo que considero la unidad más bonita, difícil y llena de detalles que he pintado en mi vida. Espero haberles hecho justicia.

A partir de ahora iré poniendo las fotos directamente, sin prosa

Espero que os haya gustado

Ahora falta una foto de familia con todos esos caballeros, hombres de armas, pegasos, etc. No?

Pisa morenaaa, pisa con garbooo...

Efectivamente, hoy tocó retocar el Relicario. Luces, alguna sombra, cubrir pintura descascarillada, terminar un par de miniaturas y barnizar. Tiene más años que la mitra y quise conservar el pintado que hice en su momento.

Vaya minis con solera preciosas. Yo sigo teniendolas guardadas sin pintar

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Buffff, es que no me canso de ver este hilo, es absolutamente maravilloso. Menudas joyas estás enseñando


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