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LES 2016 Batalla de Baecula

Iniciado por Deathpg, 05 sep 2016, 13:28

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erikelrojo

El despliegue inicial de la mesa de Baecula (AdG500):








Tirador

Buenas fotos que ponen de manifiesto la magnitud del despliegue.

Aunque se echa de menos una(s) buena(s) crónica(s) de batalla, jejejeje.

P.D. Todo esto es para disimular que me corroe la envidia, claro...

Igcaspe

La crónica la fui haciendo en directo vía twitter, con el hasthag #Baecula.

Pronto haré algo más detallado en el blog :)

Deathpg

Yo estoy trabajando también en una crónica. A ver si pronto podemos ver más fotos. :D


antonio

Bueno, pues la crónica pedida aquí está (de la parte que viví, por supuesto).

Las Navas de Tolosa (16 de julio de 1212)



ALMOHADES
Contexto
Los Almohades (Al-Muwahhidun, los que reconocen la unidad de Dios) fueron una dinastía bereber que dominaron el norte de África y el sur de la península ibérica desde 1147 a 1269.
Los Almohades surgieron en el actual Marruecos en el siglo XII, como reacción a la apertura religiosa de los Almorávides (su yihad se dirigió por igual contra cristianos y contra musulmanes), que habían fracasado en su intento de revigorizar los estados musulmanes y en detener el avance de los estados cristianos en la península ibérica.
En poco más de treinta años, los Almohades lograron forjar un poderoso imperio que se extendía desde Santarém en la actual Portugal hasta Trípoli en la actual Libia, incluyendo todo el norte de África y la mitad sur de la península ibérica. Derrotaron a las tropas castellanas en la famosa batalla de Alarcos (1195).

Batalla
Muhammad al Nasir (Miramamolín para los cristianos, de Amir al-Mu'minin» 'príncipe de los creyentes') era el califa en el momento de esta batalla. "Al oír Alfonso que Al-Nasir había tomado a Salvatierra, se dirigió contra él con todos los reyes cristianos que le acompañaban y con sus ejércitos. Al saberlo Al-Nasir, le salió al encuentro con las tropas musulmanas: avistáronse los combatientes en el sitio llamado Hisn al'Iqab, (Castillo de la Cuesta, hoy Castro Ferral); allí se dio la batalla. Se plantó la tienda roja, dispuesta para el combate en la cumbre de una colina, Al-Nasir vino a ocuparla y se sentó sobre su escudo con el caballo al lado; los negros rodearon la tienda por todas partes con armas y pertrechos. La zaga, con las banderas y tambores, se puso delante de la guardia negra con el visir Abu Said ben Djami. Los musulmanes resistieron heroicos, todos los voluntarios murieron mártires, sin dejar uno; las tropas almohades, árabes y andaluzas los miraban sin moverse. Cuando los cristianos acabaron con los voluntarios, cargaron sobre los almohades y sobre los árabes con inaudito empuje; mas al entablarse el combate huyeron los caídes andaluces con sus tropas por el odio que había dirigido Ibn Djimi [caudillo andalusí ejecutado por haber rendido una fortaleza en el avance previo de los cristianos] al despedirlos.
Cuando los almohades, los árabes y los cábilas bereberes vieron [...el cariz de la batalla] se desbandaron y abandonaron a Al-Nasir. Los infieles los persiguieron espada en mano, hasta llegar al círculo de negros y guardias que rodeaban a Al-Nasir; pero los encontraron que formaban como un sólido muro, y no pudieron abrir brecha; entonces volvieron las grupas de sus caballos acorazados contra las lanzas de los negros, dirigidas contra ellos, y entraron en sus filas.
El degüello de musulmanes duró hasta la noche, y las espadas de los infieles se cebaron en ellos y los exterminaron completamente, tanto que no se salvó uno de mil. Los heraldos de Alfonso gritaban: "Matad y no apresad, el que traiga un prisionero será muerto con él". Así que no hizo el enemigo un solo cautivo este día.

Consecuencias
Fue esta terrible calamidad el lunes 15 de safar del 609, comenzó a decaer el poder de los musulmanes en al-Andalus, desde esta derrota, y no alcanzaron ya victorias sus banderas; el enemigo se extendió por ella y se apoderó de sus castillos y de la mayoría de sus tierras, y aún no hubiera llegado a conquistarla toda, si Dios no le hubiese concedido el socorro del emir de los musulmanes Abu Yusuf ben Abd al-Haqq, que restauró sus ruinas, reedificó sus alminares y devastó en sus expediciones el país de los infieles."
Ibn Abi Zar, Rawd al-quirtas, ed. de A. Huici Miranda, Valencia 1964.

CRISTIANOS
Contexto
Fue iniciativa de Alfonso VIII de Castilla entablar una gran batalla contra los almohades tras haber sufrido la derrota de Alarcos en 1195. Para ello solicitó al papa Inocencio III apoyo para favorecer la participación del resto de los reinos cristianos de la península ibérica, y la predicación de una cruzada por la cristiandad prometiendo el perdón de los pecados a los que lucharan en ella; todo ello con la intercesión del arzobispo de Toledo Rodrigo Jiménez de Rada. La cruzada atrajo a caballeros ultramontanos (de más allá de los montes, Pirineos), pero se retiró la mayoría al no permitir el rey castellano el pillaje en las ciudades conquistadas y las duras condiciones del verano manchego, en el avance hacia la batalla. Como los musulmanes controlaban los pasos de Sierra Morena utilizaron una antigua calzada romana revelada por un pastor de la zona.

Batalla
Tras una carga de la primera línea de las tropas cristianas, capitaneadas por el vizcaíno don Diego López II de Haro, se hizo huir a la vanguardia de voluntarios musulmanes. Los almohades, que doblaban ampliamente en número a los cristianos, realizan la misma táctica, conocida como tornafuye: la caballería ligera y los arqueros de la vanguardia simulan una retirada inicial frente a la carga para contraatacar luego, con el apoyo final del grueso de sus fuerzas de élite en el centro (táctica que habían utilizado con éxito en la batalla de Alarcos).
Sin embargo en este caso, ante el peligro de verse rodeados por el enorme ejército almohade, Diego López II de Haro ordenó estabilizar el haz, y mantener una línea de frente. En ese momento, el haz central del ejército almohade avanzó hacia la línea de López de Haro, que comenzaba a flaquear ante la duración del esfuerzo anterior y el hecho de que su avance había sido en subida. Mientras, la caballería andalusí comenzó el movimiento envolvente. Este punto crítico de la batalla sucedió al mediodía, y se mantuvo con movimientos de ataque y contraataque a lo largo de bastante tiempo sin que la iniciativa se decantara claramente por ninguno de los bandos pero con claro peligro de victoria almohade.
En ese punto Alfonso VIII ordena rechazar los avances por los flancos del enemigo, para sostener un haz central sólido. Es entonces cuando entraría en juego el grueso de la caballería cristiana, quizá la aragonesa por el flanco izquierdo y la navarra y concejil por el derecho. En todo caso, el bando cristiano consiguió detener a los musulmanes en los flancos, y estabilizar de nuevo las haces.
Finalmente, ya entrada la tarde, Alfonso VIII ordenó el avance en bloque de toda la retaguardia cristiana, poniendo en combate la mejor parte de sus tropas, la caballería pesada y todo el resto del ejército en un esfuerzo de avance intenso. Cuando se produjo la desbandada musulmana los cristianos lograron acceder hasta el real de An-Nasir, de donde tuvo que huir precipitadamente [La ocupación del palenque se llevaría a cabo a un tiempo por parte de castellanos por la derecha y aragoneses por la izquierda, aunque también se la atribuye el rey de Navarra]. Tras la retirada almohade, el ejército cristiano emprendió la persecución hasta la caída del sol, hasta un alcance de 20 o 25 km.

Consecuencias
Las consecuencias inmediatas de esta batalla fueron limitadas, y no supusieron el fin del Imperio almohade. Los cristianos obtuvieron el control de algunos pasos de Sierra Morena y supuso el dominio definitivo de la llanura manchega con la posterior conquista de la fortaleza de Alcaraz un año después. La fortaleza de Calatrava la Nueva fue construida por los Caballeros de la Orden de Calatrava, utilizando prisioneros musulmanes de la batalla y se llevó a cabo un arduo proceso de reevangelización del territorio.



Hay un despliegue detallado en Wikipedia, aquí lo simplificamos adaptándolo a las listas de DBA
Al final decidimos:




REGLAS ESPECIALES

Despliegue histórico obligatorio. Queríamos simular la batalla lo más fielmente posible y empezamos por el despliegue que se conoce con cierta precisión.
Pero además queríamos que las consecuencias de ese despliegue con enfrentamiento de las distintas filas tuviera sentido en DBA, dónde no sale muy favorecido el uso de líneas frente a los apoyos laterales y las amplias líneas.

Reservas (para incentivar mantener el despliegue histórico)
Una unidad con resultado de destruído con una unidad amiga detrás,
con encaramiento similar y aproximadamente paralela a la considerada
y a una distancia menor a la suma de movimientos de ambas placas,
no muere y se intercambian las placas.
Esta regla fué simplificada antes de la partida al comentarla con otro de los jugadores y resultó un combo imbatible: moría la de delante, pasaba atrás; moría de nuevo la de delante, pasaba atrás y no acababa hasta que lograbas modificar el encaramiento de la segunda placa con alguna carga.
La regla anterior incluía el cambio de encaramiento de la placa que debería ser destruída y pasaba a la posición posterior, con ello no se aplicaría de nuevo la regla a no ser que se gastarán PIPs en modificar el encaramiento.
Propondría, por tanto:
Una unidad con resultado de destruído con una unidad amiga detrás,
con encaramiento similar y aproximadamente paralela a la considerada
y a una distancia menor a la suma de movimientos de ambas placas,
no muere, se intercambian las placas y la que habría de morir queda encarada en dirección contraria a la que tenía.

Mantener líneas 1 (para evitar dispersión de los grupos)
El radio de mando es según las reglas de DBA en la dirección de la línea de despliegue longitudinal
y se reduce a la mitad en la dirección perpendicular
por tanto, será la intersección entre el círculo del radio de mando y un rectángulo del radio de mando en longitudinal y la mitad del radio de mando en perpendicular.
Esta regla no causó demasiados problemas y funcionó bien en el centro, pero si impidió que los grupos en los flancos tuvieran una dispersión elevada.

Mantener líneas 2 (para evitar dispersión de los grupos)
Las maniobras que no sean avanzar recto, pivotar, cerrar la puerta (en sentido estricto de pivotar sobre un vértice para tomar el flanco del enemigo) o encararse al enemigo,
aunque sean con placas individuales,
cuestan 1 PIP adicional al coste normal en DBA.
Esta regla causó algun problema en relación a qué era encararse hacia el enemigo, que estaba pensado para no penalizar excesivamente el cambio de encaramiento inicial de la regla de reservas. La seguiríamos conservando ahora que proponemos ese cambio de encaramiento en la reacción de las placas que morirían. Pero, para evitar encaramientos en cualquier dirección en que hubiese un enemigo aunque estuviese muy lejos, habría que limitarla, indicando volverse hacia el borde de despliegue enemigo o hacia enemigos a distancia menor de 400 pasos (esta distancia habría que revisarla según cómo funcione en la práctica).
Propondría, por tanto:
Las maniobras que no sean avanzar recto, pivotar, cerrar la puerta (en sentido estricto de pivotar sobre un vértice para tomar el flanco del enemigo) o encararse hacia el borde de despliegue enemigo o hacia enemigos a distancia menor de 400 pasos,
aunque sean con placas individuales,
cuestan 1 PIP adicional al coste normal en DBA.

Reglas específicas
Los generales de vanguardia tienen 2 dados de PIPs (para compensar la cantidad de elementos que tienen que manejar en batalla).

Llegar al campamento de Miramamolín (objetivo prioritario de los cristianos). Los Kn cristianos podrán perseguir su máxima capacidad de movimiento
(en lugar del fondo de base) si van hacia el campo musulmán.

Mando de Lope de Haro (intentaba mantener las líneas a pesar de los caballeros de las órdenes religiosas). Los Kn cristianos en vanguardia, bajo el mando de Lope de Haro, pueden perseguir o no a voluntad.

Tensiones con los andalusíes (el emir había ejecutado a un destacado andalusí que había rendido un castillo de la meseta a los cristianos en los movimientos de aproximación, habiendo este predispuesto a sus paisanos contra los almohades en sus últimas palabras). Los andalusíes retrocederán 200 pasos
(como un movimiento de reacción sin coste en PIPs)
si al inicio de la fase de movimiento no hay otros musulmanes a su altura o por delante de ellos.
(Al principio se barajó también el criterio de que hubiera tropas cristianas a su altura o detrás de ellos, lo que representaría mejor el intento de avance de los cristianos.)

¡Y a jugar! Despliegue en mesa

La escenografía operativa eran colinas suaves y un olivar en colina (bosque). El resto de arbolitos y pedregales eran decorativos y los veréis pulular según se necesite espacio.









El centro musulmán avanzó con los voluntarios en vanguardia (Ps) avanzando los centrales y abriéndose en abanico los laterales.
El ala derecha rechazó el flanco y maniobró para rodear la colina de olivos (bosque).
El ala izquierda musulmana avanzó rápidamente y amenazó el flanco de las tropas cristianas en la zona.

La zaga cristiana en el centro buscaba un hueco entre el centro y el flanco derecho para atacar a los enemigos.
El flanco derecho cristiano intentaba aguantar el flanco con su reducida mobilidad mientras avanzaba con los ballesteros que podían hacer falta para proteger a los caballeros.
El flanco derecho fué heróicamente enelentecido por los voluntarios musulmanes mientras llegaban los jinetes bereberes. Auxiliares y Ps mantuvieron el flanco mientras avanzaban despacio los caballeros y los ballesteros se quedaban en sus posiciones originales.

Los choques se sucedieros rápidamente hasta que nos encontramos con...


Un centro musulmán compacto con los Ps aguantando muy bien las lanzas y dando muchos problemas, tanto que los lanceros no tuvieron otra opción que cerrar puertas para poder acabar con algunos.
Parte de los caballeros de ese centro se sitúan hacia el borde izquierdo.


En el flanco derecho (cristiano) nos encontramos un minifrente que aguantó casi toda la partida, un intento de penetración de un contingente de bereberes que tras un avance increible inicial no pudo proseguir por falta de órdenes.
Del mismo modo los caballeros quedaron indecisos (falta de PIPs) mientras apenas los ballesteros se movían para amenazar el centro enemigo.


En el flanco izquierdo la infantería ligera de ambos bandos se batían heróicamente mientras los auxiliares cristianos batían a los bereberes de ese flanco. Los caballeros cristianos parecían no querer entrar en batalla.

En el siguiente turno las líneas ya chocaban a pleno rendimiento.



En el centro habían caído muchas lanzas cristianas y los caballeros, tanto los de vanguardia como los de la zaga, entraban en contacto con los lanceros musulmanes.
Por la parte izquierda del centro unos caballeros de órdenes militares intentan un penetración contactando con caballería musulmana.

En el flanco derecho las cosas se mantienen con huídas, retocesos y gasto de los posos PIPs disponibles para mantener las líneas.

En el flanco izquierdo por fin los caballeros aragoneses contactan con los voluntarios. Los auténticos héroes, los almogávares, mantienen a raya a los jinetes bereberes.

La 'mano de dios'

Los cristianos intentan flanquear a los musulmanes pero un combo inmortal Ps-Ps resistía a una LH, mientras unos lanceros hacían lo propio con caballeros.

En un derroche de decisión los Kn del flanco derecho se encararon a las ligeras (algo tuvo que ver que sus ballesteros acabaran ya con los homónimos enemigos de ese flanco).

En el flanco izquierdo Kn vs LH (con la amenaza de muertes al simple) y caballerías musulmanas procedentes del centro para apoyar.
Mal pintaba para la cristiandad.

En este turno las bajas eran 15-15, a uno para la conclsión de la partida, pero con los árabes controlando la mayoría del campo.

El campo ya era una masacre...



El centro prácticamente inexistente, pero con ventaja musulmana.

En el flanco derecho la decisión de los caballeros fué recompensada... con la muerte de un grupo.

En el flanco izquierdo también un gran número de bajas.
Finalmente 18-15 para los musulmanes, que calcularon sus enfrentamientos en el último turno con maestría.

Así pues, la batalla pareció más Sagrajas que las Navas...

erikelrojo

In sa Allah!

Pedazo de informe, Antonio.

Erik y Calducho reescribiendo la historia en 15 mm!

carpetano36

Impresionante informe Antonio, muy bien documentado.

Un saludo.

antonio

Me piden por wasap aclaración de la regla Mantener las líneas 1.
Lo pongo aquí para explicarlo con una imagen; sería la intersección entre el círculo de radio el alcance de mando y el rectángulo con un lado del alcance de mando (en sentido del despliegue) y el perpendicular la mitad del alcance.

Deathpg

Después de la pedazo de crónica de Antonio voy a aportar un poco de información de la batalla de Baecula.

He ecrito la crónica de la batalla en mi blog y aunque vengo a decir lo mismo que he escrito ahora mismo, tiene alguna foto más:
http://elconciliodelpincel.blogspot.com.es/2016/09/cronica-de-batalla-de-baecula-les-2016.html


Antes de nada, las listas:





En la batalla de Baecula, el campamento cartaginés estaba situado en lo alto de una colina que contaba con dos amplias terrazas, las cuales fueron empleadas por la infantería ligera cartaginesa para ganar ventaja. Los auxiliares y velites romanos, en lo que debió ser una proeza de grandes magnitudes, tomaron terraza tras terraza pagando, eso sí, el precio de la sangre para cada metro de terreno ganado.

Con la idea de garantizar una cierta jugabilidad pero sin dejar de representar los elementos icónicos de la batalla, como las mencionadas terrazas y el atrevido y ambicioso despliegue romano, optamos por el siguiente despliegue:

Despliegue inicial:


Gracias a unas pequeñas reglas adicionales pudimos manejar los 500 puntos sin problemas. Tanto Asdrubal como Escipión podían dar uno de sus PiPs a un general que estuviera a 12 UD de él. Además, los dos generales estrategas usaban un dado promediado para calcular sus PiPs al inicio del turno. Por último y con intención de favorecer las dobles filas, se estipuló que las unidades de Infantería Media e Infantería Pesada daban apoyo al combate a las tropas aliadas (del mismo tipo) situadas frente a ellas, dentro de su ZoC.

Estos simples añadidos favorecieron unas formaciones ligeramente más históricas sin descompensar el juego.

La batalla:

Desde un principio quedaron claras las intenciones. Los cartagineses y sus aliados avanzaron hasta el limite de la primera terraza y esperaron allí a los romanos, que avanzaban con decisión. Las sorpresas quedarían para cuando comenzasen los combates.


Los aliados hispanos corren a coger una posición ventajosa con la que poder defender el flanco izquierdo del ejercito púnico.


Los lanceros se quedan junto al campamento.

El mando cartaginés dejó a la infantería ligera la tarea de frenar el avance de los auxiliares romanos que atacaban por el centro. Que los lanceros púnicos se moviesen dependería del éxito, o el fracaso, de las jabalinas y piedras de los íberos y númidas apostados en la primera terraza.



El flanco izquierdo romano, liderado por Escipión, se lanza a la carrera, con la idea de entrar en combate cuanto antes. Por otro lado, el flanco de Lelio (lado derecho romano), se decantaría por un avance más conservador. No obstante, donde se sucederían los primeros enfrentamientos sería en el centro. Los auxiliares de Terebelio y Sexto Digicio consiguieron llegar hasta la primera terraza sin sufrir apenas daños. Durante esos turnos, la puntería brilló por su ausencia en el mando cartaginés.


Los Auxiliares alcanzan la infantería ligera cartaginesa (centro).

Tras pasar por encima de los hostigadores, los auxiliares romanos (infantería media y ligera) corrieron en dirección al campamento de Asdrubal. Pero entre ellos y el campamento, había unos lanceros púnicos con muy mala leche. Hay que decir que no todos los honderos y jabalineros del centro púnico fueron destruidos. Desperdigados, los supervivientes protagonizarían durante la partida, pequeñas escaramuzas contra otras tropas ligeras romanas.

Al no haber tanta presión en el flanco izquierdo cartaginés, unos celtíberos mercenarios (infantería pesada impetuosa) pudo darse la vuelta y pillar por sorpresa a los romanos, que ya avanzaban en busca de las lanzas cartaginesas.



Por los flancos la cosa también comenzó a ponerse interesante y la sangre no tardó en hacer aparición. El flanco derecho cartaginés, (aquel que tendría que enfrentarse a Escipión), comenzó sufriendo presión desde el principio. No obstante, los íberos y númidas supieron aguantar las primeras embestidas de los hastati y el desgaste se produjo de una manera más gradual de la esperada. La caballería también tuvo su protagonismo, intentando apoyar a la infantería y sobretodo evitando que la caballería enemiga hiciera lo propio en su bando.


Caballería cartaginesa frente a la caballería romana (flanco derecho cartaginés).

En el otro extremo del campo de batalla, los romanos aniquilaron en un solo turno una primera fila de íberos pero se estancaron con la siguiente tanda, cuyas tropas atrajeron las buenas tiradas de dados, deseosa de vengar a sus hermanos. La caballería también tuvo su momento de gloria en este flanco. Ambas caballerías se enfrentaron en pequeñas escaramuzas donde los númidas no se dejaron coger en ningún momento. Ambos generales (romanos y cartaginés, incluidos en las unidades) morirían tras varios turnos de tira y afloja.


La caballería númida huye mientras la cartaginesa se enfrenta al general romano que lideraba la caballería (flanco izquierdo cartaginés).

Terminando...

El centro romano fue finalmente aniquilado por los lanceros púnicos, los cuales corrieron a apoyar los flancos, a los que no les iba especialmente bien. En el flanco izquierdo cartaginés, los romanos acabaron con más del 70% de los íberos, haciendo huir a los jabalineros y destruyendo a casi la totalidad de los scutarii. El precio que pagaron fue la vida de los hastati y parte de los triarii, a los que no les fue muy bien en el enfrentamiento que tuvieron contra la infantería pesada celtíbera. Lo ocurrido en este flanco dio fe de lo ajustada que estaba la partida: sí bien los romanos parecieron sobreponerse a las tropas del bando cartaginés, no llegaron a sobrepasar la primera terraza.


Los últimos reductos del flanco izquierdo cartaginés continúan frenando el demoledor avance de las tropas romanas.

En el otro extremo, los romanos sí consiguieron (al menos parcialmente) subir a la primera terraza. Las tropas romanas, más duras que la infantería media a la que se enfrentaron durante varias oleadas, mostraban cómo con perseverancia y tiempo, la infantería pesada puede ser como una apisonadora (al menos en estos casos). En este caso ambas partes también sufrieron una gran cantidad de bajas.



En el último turno ambos ejércitos se encontraban en situación de reclamar la victoria para sí. Los cartagineses necesitaban 7 puntos para vencer, mientras que los romanos ganarían con tan solo 4 puntos. El flanco izquierdo cartaginés se había resuelto con copiosas bajas para ambos bandos y las tropas supervivientes se encontraban esparcidas y anuladas, con tan solo dos pequeños combates en cierne. En el centro, los cartagineses se habían impuesto pero las tropas se encontraban muy alejadas como para llegar a decidir la partida en un solo turno. Así pues, todo dependía de lo que ocurriese en el flanco derecho cartaginés. La situación era desesperada por lo que se recurrió a medidas desesperadas. Escipión entró en combate con el objetivo de darle la estocada fina la unos íberos que llevaban padeciendo toda la jornada. Poniendo toda la carne en el asador, los romanos pudieron, finalmente conseguir los puntos que le faltaban y ganar la batalla. Una maniobra arriesgada que de haber salido mal (en ocasiones los dados son traicioneros) le hubiera dado la victoria a las tropas de Asdrubal.


erikelrojo


Tirador

Una masacre dura batalla  a la altura de la época representada...  :bat :vik

Conseguís que vaya rayando las baldosas con los dientes, aparte de quedarme con un tono verdoso nada sano...  :D :D

antonio

Muy bien narrado.
Como si lo hubiéramos vivido.
A repetir.