Retiran las minis y limpian la vitrina, sin lios de corrientes de aire o similar.

La hamburguesa ES grandota

Han pasado unos días desde que visité la central...

...no sé qué contar pero lo realmente divertido de todo esto es la imaginación de los que no han estado y especulan sobre el lugar.

Sí, sí, por supuesto, disfruté de la visita pero resultó decepcionante

No puedo añadir nada a lo ya comentado sobre el nivel de pintura del equipo 'eavy metal salvo que, en esto como en todo lo demás, muy posiblemente la culpa sea única y exclusivamente mía. Creo que a mediados de los 90 podría pasar días dando vueltas por la exposición pero hoy, para mí, las miniaturas ya no son lo que eran. Con todo, los dioramas de McVey y Blanche bien merecen la visita. 

Como anécdota, y ya que hay quién se pregunta cómo combaten el polvo, diré que mientras ojeaba miniaturas una chica se dedicaba a mover tiránidos de la vitrina a un carrito en el que esperaban, pacientemente, a que limpiara el cristal. Puede que tenga algo que ver con la nueva edición de su libro de ejécito, no lo sé. Por las mismas, los lobos espaciales estaban ausentes y en su lugar me encontré un pequeño cartel disculpando las molestias e informando de la misión -posando en algún photocall- de los de Russ.

Las mesas un desastre, un auténtico desastre, en base a módulos de plástico inyectado y pintadas de cualquier manera. Y cuando digo de cualquier manera quiero decir mal o incluso peor. De nada sirve que llenes de carísima escenografía -los edificios de 60cm de Gon, por ejemplo- una mesa ya de por sí prohibitiva -los famosos seis módulos- si después el acabado que das a tu producto va de lo chapucero a lo lamentable. Si algo bueno puede decirse de todo aquello es que los jugadores que residen en la ciudad pueden usar las mesas con total libertad durante las horas en las que está abierto al público. Eso y poco o nada más.

La tienda, una más entre tantas, si bien es cierto que el staff es extremadamente amable y parlanchín. Entre otras cosas me confirmaron la leyenda que rodea la venta de miniaturas descatalogadas in situ pero, desgraciadamente y según me contaron, con el mercado de segunda mano y el auge de ebay la práctica pasó a mejor vida hará unos diez años. Para todo lo demás, es decir, cualquier producto que forme parte del catálogo, mastercard.

Por último, la dichosa taverna de Bugman.

Es un sitio agradable con un increíble suelo de madera y un par de mesas muy cómodas. No os puedo decir gran cosa de las hamburguesas salvo que son tan grandes como parece en la fotografía que ha compartido Makarren. Según la carta y si mi memoria no me falla la de la fotografía recibe el nombre de Belly Buster. Un inglés de aspecto afable se zampó dos mientras ojeaba un libro de la Herejía. Por un momento pensé en tomar una foto para Nirkhuz de la hazaña pero no lo consideré prudente.

Digamos que, si en algún momento de tu vida has jugado con cierta asiduidad a los juegos de Games Workshop y, al loro con esto, estás a un par de horas de la ciudad, merece la pena. De cualquier otra manera es una visita que te puedes ahorrar.