Tinder Cruzabosques era el último descendiente de toda una saga de extraordinarios exploradores. Tímido y desconfiado a partes iguales, aun cuando descansaba dormía con un ojo abierto, en entrevela, para que no le pillaran desprevenido. Hasta ahora, no había tenido ninguna oportunidad de perpetuarse en la historia familiar, pero estaba esperando esa gran aventura ¿quién sabe si sería ésta? Mientras quedaba sumido en estos pensamientos, poco a poco se cerraba su ojo izquierdo...

Ulric Baervardsson era el hijo mayor de Baervard Gurnisson, un afamado mercenario que había hecho fama y fortuna en la ciudad de Marienburgo. Ulric ansiaba recorrer el mundo y seguir la tradición, pero como su padre, había antes de ganarse el respeto de su raza y de su clan, hacerse un nombre. Por ello, aprovechaba las oportunidades que le iban dando, saliendo en las patrullas de escolta, aún cuando en ocasiones apenas daban problemas, salvo las escaramuzas puntuales con los lobos que poblaban los alrededores o algún encuentro con alguna tribu de goblins de las montañas
Como su padre, Ulric llevaba una armadura pesada, aunque no tan recargada como la de los rompehierros y dos hachas. Una, Greta, era una pesada hacha de guerra, afilada y feroz; otra, Gretchen, más pequeña y manejable, para la mano izquierda.
Ulric se apuntó a la primera guardia. A diferencia de sus hermanos de armas, no tenía problemas por pasar la noche al exterior, tal vez una herencia de su padre.
Se subió a la loma, acompañado de Thorgrim, con quien había hecho buenas migas durante el viaje de ida a la taberna de Bugmann.
- Ya era hora de que anocheciera. La oscuridad ayuda a olvidar que no hay ni un solo metro de dura y fiable piedra sobre nuestras cabezas. Digan lo que digan, las nubes me dan mala espina. No parecen lo suficientemente sólidas.
- No seas quejica, Thorgrim. Los túneles son hermosos, con sus piedras preciosas y sus vetas de mineral, pero incluso el mundo exterior tiene su encanto para un enano. Como los orcos, los goblins... Ya sabes....

Bjorn Calzas Peludas es un joven enano de rala barba (apenas tres palmos) pero que apunta maneras.

En su corazón anidan ya las tres pasiones enanas: el oro, la bronca y ese espumoso nectar dorado llamado cerveza.

Y para todo ello dispone con valia de tres instrumentos. Para el oro unas pequeñas tenazas, azote explorador de gargantas y otro recovecos, un hacha llamada "apunta bajo" herencia de su abuela y para lo último una garganta profunda y resonante como un salón de festejos vacio.

Otra de sus más preciadas posesiones es su barriga, simbolo de su pasión cervecera, un monte redondo que resuena como el pellejo de un tambor cuando la martillea con sus dedos.

Uno de sus mayores sueños es la creación de una cerveza capaz de rivalizar con la bugman xxxxxxx, una cerveza que entre en el campo de la leyenda y que haga musitar su nombre con reverencia entre los enanos cuando se hallen sumidos entre sus etilicos vapores.

Bjorn se encarga de preparar la cena, para lo cual se aparta del claro un poco para buscar unas ortigas. Esas junto a unos huevos que encontró esta mañana darán una deliciosa tortilla para los curtidos enanos. Ademas procura coger las suficientes para poder hervilas más tarde y hacer un poco de cerveza de ortigas. Es un poco floja pero ayuda a la digestión.

Ingmar Gunnarsson, un recien llegado, fue enlistado en esta misiòn para llenar un espacio vacante y asi promover su inserciòn en la comunidad enana, no tiene lazos familiares, lo unico que recuerda es que hace tres meses, se desperto tirado en los lindes de Athel Loren, con la cabeza sangrante, la alforja rota, totalmente desarmado, con dos libros tirados, uno de mecanica, otro de cocina, al ojearlos supo que era un ingeniero autodidacta y un no muy buen cocinero, antes de arribar logro escapar de un dragon improvisando herramientas y construllendo una catapulta, su nombre actual lo vio inscrito en runico en el libro de cocina, es su verdadero nombre? el no lo sabe.

De barbas rojas y pelo rojo enmarañado, cuando quiere puede ser sociable y conversador, capacidad que aumenta si es ayudado por unas cervezas, usa una capa marròn y camisa  de retazos, lleva un hacha de piedra volcanica con un filo proverbial, a la que llama "TAND", un arco de roble, con flechas que tambien usan piedra volcanica, su alforja de piel de Jabalì la llena de piedras que pueden ser utiles para maquinas y armas, todos los implementos los ha hecho el, ademas los libros tienen una bolsa especial para ellos, elaborada con la misma piel de Jabali de la Alforja,

(Bueno, criamon no contesta, asi qeu iremos posteando. Asumimos que de momento está a lo suyo, recolectando leña, montando las tiendas de campaña y demás).

El campamento está tomando forma. Además de la pareja de guerreros de Thorin y Ulric, un par de arcabuceros enanos estan también de guardia. El resto se aprestan a terminar de poner las carretas en círculo y montar las tiendas para pasar la noche. Un par de enanos se han internado en el bosque a cazar algo de comer. Todo parece muy tranquilo. Ni siquiera las aves del ocaso cantan.

Este último hecho hace que a Throin y a Ingmar se os erice el pelo. Al primero proque queda confirmado que esto de la superficie es un lugar para locos, y el segundo porque sabes que si no hay aves del ocaso significa que algo más grande que tu las ha asustado. No sabes como sabes eso, pero lo sabes y buscas tu arma entre tus pies con un movimiento reflejo. Sólo que tu arma no está donde debería y te encuentras armado con un hacha arrojadiza en la mano. Que cosa más rara.... Allá, en la lejania te parece ver una forma alada sobre los árboles, peor desaparece demasiado deprisa para que estés seguro

@Thorin. Estás conversando con Ultric mientras oteáis la zona circundante cuando ves algo por el rabillo del ojo. Movimiento, estás seguro. Una sombra fugaz por encima de los árboles. Tanto tiempo en los túneles de Karak Norn te ha hecho fiarte mucho de lo que ves al fondo de un tunel lateral por el rabillo del ojo.

Mientras tanto, los enanos que estaban preparando el campamento han encendido la hoguera y empiezan a relajarse. La nueva luz os impide ver con claridad en la oscuridad que os rodea.

Ericson Ramhead!! grito el maestro del gremio de los herreros. Cuando el joven enano escuchó su nombre completo por enesima vez, comprendio que esto de la forja no era lo suyo, tampoco era para tanto, solo era la sexta espada que partia de un martillazo por no estar el metal lo suficientemente templado.

Rápidamente, se despidio de sus compañeros mas hábiles y entró en su casa a recojer sus mas preciados tesoros, una vieja armadura de cuero tachonado, una espada corta adecuada para despellejar pequeñas piezas de caza y su preciada ballesta, regalo de su abuelo paterno.
Sabia que llegaba tarde, la caravana con la cerveza ya habia partido con una selecta guardia personal al mando de Garin Greeneye y estaban de vuelta a Karak Norn.
Ramhead no era de alli, se habia criado cerca de una de las mejores cervecerias y desde años, veia como el abundante comercio traía riquezas a su pequeño asentamiento.

Siempre habia querido unirse a una de esas caravanas y por azar de los dioses, esta sería la suya, siempre y cuando le aceptasen como guardia de la cerveza, claro.
De momento, a paso muy veloz, en su cabeza iba preparando una y otra vez su carta de presentación a Greeneye: gran rastreador, buena punteria con la ballesta, valeroso, hábil en la forja...... que narices, nadie sabria que habia abandonado el taller llevandose un buen puntapié en el trasero como recuerdo de su maestro.

Pasaron las horas y cayó la noche, Ramhead no era miedoso pero las historias que cuentan los ancianos sobre los habitantes de los  oscuros bosques le obligó a acelerar el paso y a llevar armada su ballesta, sabia que llegaba tarde y la única forma de unirse a la caravana era no detenerse, con suerte los encontraria acampados un poco mas adelante, eso si, tendría que hacerse ver si no queria llevarse un hachazo del centinela de turno confundiendole con uno de los abundantes goblins de la zona.

Puede que Thorgrim no llevara mucho tiempo en la superficie, pero estaba bastante seguro de que aquel silencio no era normal en absoluto. Una cierta sensación de intranquilidad comenzaba a invadirle cuando creyó ver algo por el rabillo del ojo. Como un resorte, su mano aferró el martillo y golpeó ligeramente el costado de Ulric. Una vez obtuvo su atención, señaló la dirección en la que había visto el movimiento, confiando en que la vista más acostumbrada a la superficie de Ulric confirmara o desechara sus sospechas.

- Algo se ha movido por encima de ese grupo de árboles - indicó a su compañero de guardia. - Se ha ocultado bajo los árboles como si fuera una cobra de lago subterráneo - añadió con la esperanza de que su compañero supiera de lo que estaba hablando.

Evitando mirar hacia el campamento para que la luz de la hoguera no dilatara sus pupilas, cogió una pequeña piedra y la lanzó hacia atrás por encima de su hombro derecho, para llamar la atención del resto de enanos en el campamento, sin alertar con ello a cualquier posible atacante.

¿A que clase de enemigos tendría que enfrentarse en la superficie? Si sus sentidos no le habían confundido, pronto lo sabría.

Bjorn Calzas Peludas continua sosteniendo la sartén mientras reparte tortilla entre los enanos que se encuentren al fuego del campamento.

Esta un poco contrariado por esa piedrecita que ha caido entre los pliegues de la tortilla ya que ha costado bastante retirarla con el cucharón sin estropear la cena.

Aun asi ha captado las indicaciones de su hermano de tunel y mientras corta generosos trozos del amarillo manjar les susurra al resto de enanos "cuidado y hachas prestas"


EDIT: ¿Habria que hacer tirada a ver si Bjorn se da cuenta que la piedra es una señal?

Ulric dirigió la mirada hacia los árboles que había señalado Thorgrim. Frunciendo el ceño escrutó la zona, incapaz de ver lo que había alertado al rompehierros. Echó mano de Greta y se volvió levemente hacia su compañero.

- ¿Estás seguro de lo que has visto? Las sombras pueden ser engañosas en la superficie.
Thorgrim le fulminó con la mirada.
- Lo estoy - masculló entre dientes - Además... ¿no te parece que está todo demasiado tranquilo?
Ulric se dio cuenta que era lo que le estaba provocando desazón. No había cantos de pájaros. Con el ruido de los enanos montando el campamento no se había percatado de ello, pero ahora era evidente. Con Greta en la mano derecha, empuñó a Gretchen con la izquierda y señaló con ella a la arboleda.
- De acuerdo. Entonces, tal vez deberíamos acercarnos a ver lo que ocurre.
Thorgrim asintió.

Mientras tanto, no muy lejos del grupo principal:

-No ocurre nada, no hay nada Ramhead, todo esta en orden-
El enano no paraba de recitar esas palabras en su cabeza mientras avanzaba cauto por el espeso y oscuro bosque.
De vez en cuando, rompia el silencio con un ruidoso estornudo que intentaba disimular entre sus ropajes, tan inoportuna como siempre, su odiada alérgia a algún tipo de plantas le estaba jugando una mala pasada, quién le habia mandado abandonar su casa!

De repente se dio cuenta, los habituales ruidos del bosque habian desaparecido, hacia rato que no escuchaba ulular ningúna lechuza ni los roedores nocturnos no se entrometian en su camino en busca de algo que comer. No era normal. Una de las enseñanzas de su abuelo era que en todo momento, la naturaleza nos habla y hay que saberla escuchar para aprender de ella y justamente hacia un rato que la naturaleza estaba mas callada que la luna que se ocultaba entre densos nubarrones.

De repente, estos pensamientos se vieron interrumpidos por un ruido por delante suyo, no era ni la lechuza ni los roedores, Ramhead no lo sabia reconocer pero una sensación desagradable le recorrió la espalda consiguiendo que se le erizase su abundante vello corporal. Lentamente, se detuvo a un lado del camino e intento acostumbrar su vista a la escasa luz y olfatear el aire en busca de algún olor familiar. Inconscientemente, su mano derecha rebusco entre sus ropajes el colgante de colmillo de lobo y lo agarró hasta que sus nudillos se pusieron blancos.....

Ingmar sabia que no sería una noche corta, ha visto moverse algo en las cercanias...  -Por todos los demonios- las advertencias de Bjorn, se lo corroboraron, busco a Tand y su arco  mientras engullia su comida, -Diablos- no esta ni Tand, ni compañia, si no un par de hachas arrojadizas, ademas la comida esta desabrida, piensa fugazmente, sin embargo toma una olla y le pone abundante aceite de cocina, le hace una seña a Bjorn y le dice quedamente  -si es necesario, no haremos pasar frio a nuestro huesped- mientras pone al fuego la olla

EDITO

luego ve a Tinder, el desgraciado esta sentado en Tand y su arco, -malditos enanos todos son iguales, solo su comida y su cerveza- le increpa quedamente, pidiendole sus armas

El resto de enanos se han puesto atentos con las advertencias de Thorgrim. Todos miran alrededor nerviosos y algunos hacen ademán de coger sus armas. En esas que oyen un estrépito en el bosque.

Ericson irrumpe en el claro justo delante de Thorgrim y Ulric con la ballesta descargada y un grito que os hace brincar a todos y buscar las armas con ansia.


De entre los arboles veis saltar un gran reptil con alas. Muchos de los más jóvenes, que nunca habeis visto una, gritan (y gritais) "un dragon!!".

La criatura salta por encima de Ulric, Thorgrim y Ericson y baja en picado contra el campamento mientras suelta un grito aterrador.

Tinder, se pone en pie de un (mini)salto y carga su ballesta y apunta a la cabeza, ni siquiera se esconde pues por fin ve su oportunidad, acaricia el gatillo, y rueda hacia un lado.

BJORN, aprovecha que Tinder tiene vocación de cena¡¡¡¡¡¡¡ despacha el ojo izquierdo yo freiré el derecho¡¡¡¡¡¡
Mientras cruza los dedos para la suerte y la punteria, mirando de reojo a Tand y su arco, que ya estan libres del trasero de Tinder

Bjorn maldice su descuido al haber dejado sus hachas junto a su mochila para poder servir mejor la cena.

Afortunadamente dispone aún de una buena arma. Una gruesa sartén de hierro colado.

Empuñandola con fuerza lanza el cucharón que estaba usando para cortar y servir la cena contra la serpiente para llamar su atención y corre contra la lagartija poniendola entre el y Tinder.

"¡Grita Tinder, a ver si la hacemos dudar entre los dos para que Igmar pueda sazonarla!"

"¡Y que alguien proteja la mercancia! ¡vigilad esa cola!"

Humm... sangre de sierpe. Con unos gramos de levadura, algo de azucar moreno y agua de rio igual sale un buen mejunje.