La primera mitad de la película únicamente sirve a un efecto: Recordarte que James Bond es viejo. Lleva barbita canosa, no aguanta el ritmo, ha perdido... por que es viejo. VIEJO. Viejo y borracho. Te lo intentan grabar tan a fuego que a mitad de metraje estás deseando que lo metan ya en el puñetero asilo.

Luego la vejez se le pasa, porque se afeita y empieza otra vez a disparar bien y a ser guay. Basicamente, la idea es que lo viejo y antiguo es necesario. Es un poco el mensaje oculto de la peli.

Hay un malo, un malo que es Bardem, y que sencillamente lo borda. Pensé que me resultaría complicado verle en el papel de villano de James Bond... No obstante, el tinte del pelo es absolutamente ridículo. No le culpo, se vé que cuando le vieron en No es Pais para Viejos alguien debió de pensar que los peinados horribles le motivaban.
Su plan es tan evidente que resulta ridículo que toda una agencia de superespias no cayera en lo que estaba haciendo.

Tras descubrir que James Bond es viejo y hacer unas cuantas peripecias (heróicas y sexuales) termina en una especie de isla china abandonada donde Javier Bardem hace y deshace. Es una especie de delincuente informático de la ostia... de hecho, voló parte del MI6 con un virus informático. Tras hacerle insinuaciones sexuales y contarle su vida y milagros (es un ex-agente con ganas de vengarse de M), James Bond mata a todos sus secuaces y logra detenerle.
Se lo lleva a Londres, a la sede del MI6 y lo meten en la jaula de Magneto. Mientras, el nuevo Q, un niñato que va de hacker y de pro, conecta su ordenador a la red del MI6. Lo conecta, así tal cual: Con un puto cable. Para verlo en la pantalla grande, no os creais que por otra cosa, por que solo interactua con el terminal de Bardem. Puto n00b.
Llegados a este punto, ya todos, menos James Bond y la inteligencia británica al completo, sabemos cuales son las intenciones de Bardem. Evidentemente, salta un (OTRO) virus informático, Bardem escapa e intenta matar a M.

Bond salva a la señora y escapa hasta las escarpadas tierras de Escocia, donde conocemos el lugar de nacimiento y crianza del agente mas famoso del imperio británico, una especie de caserío escoces, con guardés y todo. Un señor mayor (mas mayor que Bond) que nos cuenta detalles sobre Bond y como su infancia terminó tras la muerte de sus padres.
También descubrimos que no tiene ni guarra sobre el tiempo en Escocia, ya que en un momento dado le comenta a M que va a haber tormenta, y ni tormenta,  ni leches en vinagre.

Todo aquel que pensara que James Bond era un alias y que por eso teníamos tantos Bonds a lo largo del tiempo en el mismo puesto... se equivoca. James Bond es un Bond de los de toda la vida. Su padre y su señora madre, Bonds, están enterrados en la capilla de la familia.

El final de la película es un poco "Solo en Casa" versión hardcore. Bond, M, y el guardés preparan la casa para la llegada de Bardem con precarias soluciones y medios escasos: Bombillas que explotan, cartuchos de escopeta en el suelo...

Al final, se cargan al equipo, pero solo era la avanzadilla... en fin.
Un montón de innecesario metraje después, M muere, Bardem muere, y nos dejan con un sutil reboot de la saga de cara a nuevas entregas: Moneypenny, un nuevo M, el niño-prodigio de Q...