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[Relato] Yo, servidor de la Humanidad

Iniciado por Comisario_Maxtor, 20 nov 2008, 16:29

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Comisario_Maxtor

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##    Pensamiento del dia: La luz es el amor al Emperador, la oscuridad todo lo demás
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##    Lugar: Cercanías del mundo colmena Efestus de Asthor IV
##    Fecha: 20D11M42344DE
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- Reactores al máximo, preparados para el impacto! - tronó la voz del Princeps Caesar.
    Con un zumbido y un extensísimo olor a ozono, los antediluvianos escudos de vacío se alzaron a plena potencia, rodeando al majestuoso titan de una traslucida capa. Como un faro, el dios mecánico se alzaba sobre la ciudad en ruinas, orgullosa muestra del poder de los seguidores del Emperador, de la voluntad de la humanidad. Sus estandartes y pendones dejaron de mecerse a merced del aire al cerrarse los campos de vacío.
    Aun así el impacto fué tan brutal que la cabina de mando se agitó bajo la tremenda detonación. La capa traslucida desapareció

    Las alarmas surgieron como un  coro de voces crispantes.
- Que el Emperador nos asista, el escudo frontal ha caído - gritó desesperado Tulcas, el operador de los circuitos del Titan. Su figura enjuta hacía bailar sus manos sobre los controles pulsando botones, apaciguando al Espíritu Maquina que rugía enfadado.

Con apenas unos segundos para volver a estabilizar el titan, Caesar supo lo que debía hacer y con un pensamiento abrió el canal de comunicación con la sala de motores.
- Hermano Casius, recupere el escudo
La voz mecánica del Adeptus mechanicus resonó en su cabeza a través de los implantes intracraneales.
- Eso necesitará tiempo, el Espíritu Maquina está bramando de furia y me costará que acate nuestros designios.
    Mientras pensaba la respuesta, impulsos enviados por su mente hicieron girar al coloso, evitando que su vulnerable frontal quedase expuesto a una segunda andanada.
    Concentrándose eligió una ruta por la que evitar la linea de trincheras, donde los Imperiales repelían otro asalto enloquecido de los pielesverdes.
    Los servomotores del Titan chirriaron de esfuerzo al dar el primer paso, y el segundo, pero con cada paso la mole ganaba una velocidad, frente a la que su enemigo blindado, poco podía hacer.

Von Speek

Esta muy bien redactado, y en poco tiempo coge mucha atmosfera... ahora bien, es muy corto! Queremos más!!

Uinen

Muy chulo, queremos segunda parte! :D

Comisario_Maxtor

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    Como un terremoto infinito, la lineas de trincheras sufrieron la alocada carrera de su aliado, haciendo que solo los masivos Baneblade permanecieran pegados al suelo, mientras hombres, tanques, tanquetas, y enemigos bailaban al son de un suelo inquieto.
    Los hurras de algunos hombres al ver como una carga de los gigantescos nobles Orkos enfundados en una descomunal armadura, se veía truncada. Pataleando como una triste tortuga bocarriba, los Orkos maldecían y golpeaban el suelo, mientras los pequeños esclavos verdes llamados gremchims intentaban, sin exito, volver a erguir a sus amos. Los Imperiales pusieron fin a ese patético espectáculo con una salva de morteros que repartió pequeños pedazos de carne verde, sangre y metal por esa zona de combate.
    Al otro lado de la linea de trincheras, en un astuto ataque de pinza, el señor de la guerra Krull Dakka, estaban situados los Dreadnaught, y sus primos pequeños las Lataz Azezinaz, están desbordando las lineas imperiales... Al menos antes de que el suelo se aburriese de estar quieto. Ahora, los poco moviles sarcófagos blindados que no habían explotado al caer contra el suelo, eran un blanco facil, si se permanecía lejos del alcance de sus horrendas pinzas y sierras mecánicas.
    En las filas imperiales, muchos tanques saltaron por los aires, fruto de una caída fortuita de los proyectiles almacenados, o
un movimiento demasiado brusco de los bidones de propelum, en el caso de algunos de los pocos hellhounds que aun quedaban en el frente.

    En las filas imperiales los comisarios se encargaron de mantener la disciplina y la linea del frente aguantó. La mente Orka simplemente no concibe algo tan abstracto y complejo como una retirada.

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PD. Tranquilos hermanos, suelo escribir de poco en poco para que se me aclaren las ideas y no pierda el norte.

Artic

Veo que te gusto el personaje de Caesar(la herejia de horus), pues le has revivido y upgradado a princeps jeje :P

El relato me ha gustado, sobretodo por como reflejas que las armas masivas(titan morteros...) convierten un campo de batalla en un infierno, en el que incluso mantenerse en pie es todo un logro

Comisario_Maxtor

  Los pasos del coloso dejan atrás el frente de batalla, intentando dar un rodeo buscando la poco protegida retaguardia de su némesis orkoide.
Las ruinas de lo que otrora fuese el baluarte del planeta, quedan atrás, dejando al titan al descubierto.
  Esporádicas detonaciones y algunos brillos son testigos mudos de los intentos orkos por derribar el orgullo de los defensores leales, personificados en la reverenciada maquina. El blindaje de las piernas apenas si muestra muescas allí donde los erráticos disparos orkos. Más arriba, en el centro de control, Caesar no presta atención a tales detalles, sino que manteniendo los Holovisores en el gargante continua su recorrido circular.
- No me sigue
  En su fuero interno el princeps sabe que algo no marcha como debería. Desde que la raza orkoide creó a sus dioses en esos ingenios mecánicos, las fintas como aquella, desaconsejadas frontalmente por la Scola Titanica, solo servían para ofrecer la espalda al enemigo que corría tras su presa.
  Como materialización de sus pensamientos y sus dudas, el orgulloso titan frena poco a poco su velocidad y sus pasos se tornan un leve trote.

- Hermano! Cuanto falta para restaurar los escudos -. En la sala del reactor, el imperturbable Adeptus continua la ardua tarea de pacificar el Espíritu Maquina, y sin quitar sus visores injertados en su rostro que hacen las veces de ojos humanos, contesta con la voz monótona del sintetizador que suple su boca y garganta.
- Las runas de paciencia han sido rechazadas, estoy intentando el salmo del revocamiento manual, aun puede que diez minutos
Mientras, en la sala de mando, la información le llega al princeps como un jarro de agua fría.
- No tenemos tanto tiempo.... -  susurra para sí, evitando enviar esa información a los canales de comunicación

  Como una confirmación de sus temores más ocultos, un desgarrado chirrido y una gran nube de vapor surge del titan orkoide, y como por arte de magia, el torso precariamente blindado comienza a girar sobre su eje buscando a su presa. Mientras por el exterior de la coraza, decenas de orkos y goblins aullan de felicidad y  excitación, disparando al aire sus armas, o zarandeando las vallas de protección.
   En la cabina del titan imperial, Caesar se deja llevar por un torrente de adrenalina, y comienza a perder el sentido de la realidad. Su mente cuadriculada por el clero imperial no puede entender lo que está sucediendo...

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La inspiración tarda en venir... pero continuaré poco a poco!!... por cierto, Caesar lo escogí simplemente porque me gustaba como sonaba. Bueeeeno, y porque había estado leyendo algo de romanos, romanos-cesar, y como cesar queda poco warhammero, pues Caesar..... De esos libros que dices no he leido ninguno, bastante liadillo ando yo con las novelas de Mundodisco

Xangel

Muy chulo, sigue así....espero que no tarde mucho en volver a venirte la inspiración.