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[Trasfondo] Aves de Trueno

Iniciado por filantropolo, 05 Feb 2013, 00:30

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filantropolo

Más de un aforado me ha preguntado por el trasfondo de mis marines con escafandra, no esta completo pero procedo a publicar la mayor parte de lo que hay. Siento el ladrillo, si alguien tiene insomnio le puede ayudar a conciliar el sueño.

filantropolo

"El Impávido fue un gran crucero clase Democles que participo en la batalla de Terra. Donde resultó severamente dañado.

Tras una serie de reparaciones de emergencia fue enviado hacia el sector exterior, a los astilleros de Midas para ser completamente reparado y puesto de nuevo en servicio. Lamentablemente no fue posible, algunos de sus sistemas estaban seriamente dañados y la tecnología de esta nave, ya antigua durante la herejía estaba perdida.

Junto a los astilleros de Midas en el satélite rojo, el crucero terminó convirtiéndose en un gran templo de Marte y una reliquia venerada por los fieles imperiales. Durante muchos siglos fue un centro de peregrinación, no tanto para los fieles del ministrorum, si no, muy a menudo, para los adeptus astartes, ya que el templo y los tecnosacerdotes que lo gestionaban tenían la reputación de ser expertos en la restauración de arcanotecnología.

A la sombra del templo surgió la Escola de Midas, donde se estudiaban las reliquias mecánicas y se desarrollaron algunos prototipos que finalmente llegaron a entrar en servicio equipando a algunos capítulos.

Muchos capítulos, cuando una pieza de equipamiento particularmente reverenciada era destruida o averiada en batalla, quedando su reparación más allá de la capacidad de su maestro de la forja, enviaban la reliquia al templo de Midas, a menudo, con una pequeña escolta de honor, a veces se obraba el milagro y la reliquia volvía al servicio, otras veces los restos quedaban en el Impávido que con el paso de los siglos se convirtió en un mausoleo para maquinas heroicas.

Cuando se desató el ataque de la flota Kraken contra el sistema Midas en el Impávido había un puñado de Marines Espaciales de diferentes capítulos que se aprestaron al combate, menos de doscientos marines y muy pocos mandos.

En las primeras horas del ataque recibieron ordenes de descender al planeta y preparar la evacuación de civiles y reliquias del planeta a bordo del Crucero Clase Imperator Narcisus que llegaría en menos de un mes.

Coordinandose con las fuerzas planetarias y utilizando el estadio deportivo de la capital como espaciopuerto de emergencia desarrollaron una evacuación que duró las tres semanas que pudieron mantener la ciudad colmena a salvo de los tiranidos.

Toda la población civil fue transportada a los astilleros en orbita y al Impávido en la luna de Midas. Cinco millones de civiles, quinientos guardias imperiales, ciento cincuenta marines espaciales y dos docenas de hermanas sororitas se encontraban en la relativa seguridad de las instalaciones extraplanetarias cuando llegó el Narcisus y se enzarzó en un combate desigual con la flota enjambre.

El Narcisus alejo a la flota del planeta, mientras los el abad del Mecanicus Leonatus y los mandos supervivientes seguían la batalla a través de las lecturas de los sensores. En un determinado momento, no se sabe si como consecuencia de un daño catastrofico o como un ultimo sacrificio, una gran estrella brillo por unos segundos iluminando el sistema como un segundo sol. La Narcisus había estallado engullendo en una enorme bola de energía a la mayoría de la flota alienígena. La onda de choque psíquica mato en el acto a todos los astropatas y psíquicos en el sistema, el comportamiento de los tiranidos aparentemente se volvió errático sobre la superficie del planeta.

Durante dos horas la aterrorizada población civil y los atribulados guerreros imperiales esperaron atentos a las pantallas de visoinformación. Finalmente apareció en la pantalla el Abad Leonatus flanqueado por un Sacerdote Sangriento de los Angeles Sangrientos y un Capitan de los Cuervos de Sangre.

Arengó a la población y preparó un titánico plan para mantener con vida y esperanza a la población. Durante las primeras semanas se fabricaron trajes de vacío para la población civil que se encontraba confinada en bodegas presurizadas. Con esto se liberó la mano de obra necesaria para acometer la siguiente fase del proyecto. Aprovechando parte de los túneles mineros del satélite , se excavaron nuevos sistemas de galerías para poder cultivar hongos para alimentar a la población, los marines y los operarios del astillero trabajaron codo con codo para reparar y fortificar el astillero antes de que los tiranidos se reorganizaran y les atacaran.

Fue en esos días cuando Leonatus se percató de que los aterrorizados civiles, que temblaban de miedo ante los pavorosos marines espaciales, parecían tranquilizarse cuando estos utilizaban las escafandras de vidrioacero en los astilleros. Un rostro humano en aquella imponente armadura. Una escafandra parecida a la que ellos mismos debían utilizar durante las interminables jornadas de trabajo en el astillero o los túneles. Reunió a los mandos marines y les propuso sustituir los cascos por las escafandras, ofrecían una protección equivalente, resultarían más útiles en caso de descompresión y supondrían una inyección de moral para la población civil y las fuerzas de la guardia Imperial. Los guerreros escucharon al anciano y supieron reconocer la sabiduría en sus palabras. Así se generalizo entre los marines asediados la utilización de una de las piezas de equipamiento más celebres e identitarias de lo que terminaría siendo el capitulo.

Durante tres meses se trabajó en una densísima red de túneles, cada vez más profundos, al tiempo que se reparaban algunas de las naves del astillero siguiendo un estricto orden de prioridades. Comenzaron por los remolcadores.

Como cabía esperar lentamente, poco a poco, parecía que los miles de millones de monstruosidades tiranidas sobre la faz de Midas comenzaban a reorganizarse, aparentemente solo era cuestión de tiempo que terminaran lanzando un asalto contra el satélite. Si eso sucedía, por mucho que se fortificaran, el desenlace estaría claro, en cuestión de horas, sin embargo Leonatus y los marines parecían tranquilos, parecían comportarse como si todo estuviera bajo control, La determinación de los guerreros se transmuto en fe por parte de la población.

Cuando se cumplieron los 125 días de asedio sonaron las sirenas de alarma y se dieron instrucciones de que todo el mundo se pusiera los trajes de vació y acudiera a los habitáculos principales.

Sonó un gran estruendo, todo tembló con un terremoto imposible en un satélite tectónicamente muerto, cuando al unísono en dos centenares de túneles explotaron la práctica totalidad de las reservas de explosivos de las explotaciones mineras.

Una sección del satélite, mayor que una ciudad colmena, se desgajo separándose del resto de la luna, los remolcadores corrigieron su trayectoria para asegurarse de que entrara en el pozo gravitatorio del planeta.

La colisión del inmenso meteorito contra el planeta produjo un Exterminatus en toda regla aniquilando toda vida sumando Midas a la lista de los planetas muertos y restando a los tiranidos de la lista de problemas a los que se enfrentaban los supervivientes.

Estaban solos, sordos y mudos con la muerte de todos los astrópatas y psíquicos. No podían enviar ni recibir ningún tipo de mensaje, tampoco podían viajar a través de la disformidad y estaban a decenas de años luz del planeta Imperial más cercano.

Tomaron una determinación, tenían múltiples opciones, pero una sola orden:
"evacuar a la población y las reliquias". Fueron tres décadas de esfuerzo, invertido en volver a poner en condiciones de navegar al Impávido y en crear toda una flota con naves factoría, productoras de alimentos y astilleros volantes. El viaje sería largo y peligroso a través de algunos de los sectores más desolados de la galaxia, nido de piratas xenos y otras muchas amenazas.

De forma tácita se asumió desde el inicio que el liderazgo y el mando estaban en manos de Leonato. Tras una larga discusión los apotecarios y el Sacerdote de Sangre comenzaron a retirar los órganos procreadores y a implantarlos para crear una nueva generación de marines reclutados de entre la población civil.

Se repararon y pusieron a punto los artefactos militares que pudieron reconstruirse, en muchos casos canibalizando piezas, e incluso, rediseñando sistemas completos. Es así como los hermanos Roirus, Malakias, Demetrius y Akenatopoulos, volvieron a la vida, como los cuatro dreadnought del contingente.

Finalmente la flota partió, a velocidad sublumica, lentamente, en un viaje que duraría tres siglos durante el cual, las mejores mentes de la escolanía de Midas trabajaron en encontrar soluciones y adaptar las plantillas estándar a las necesidades del proyecto.

Durante el periplo la flota creció, se enfrento a enemigos temibles, hubo escaramuzas con piratas orcos, eldar y renegados del caos. Los Marines se convirtieron en especialistas en el asalto a pecios y naves espaciales, cayeron sobre todo nido pirata que detectaron a su paso.

Finalmente hubo contacto imperial, un buen día una pequeña nave Imperial apareció en los sensores. Era de la inquisición, el Ordo Xenos investigaba rumores sobre piratas que desaparecían por la zona, creían se estarían ocultando en algún tipo de gran asentamiento camuflado tipo Isla Tortuga. Al Inquisidor Tougasius le temblaba la ceja cuando subió a bordo del Impávido y escuchó el relato de lo acontecido.

Hubo un gran proceso, sin precedentes, la cantidad de documentación que se generó habría llenado una biblioteca capitalina.

Por momentos la espada de Damocles bailo, y estuvieron a punto de ser declarados renegados.

Afortunadamente muchos de los más veteranos habían sido dados por muertos y eran reverenciados como héroes mártires por sus capítulos natales.

Por otro lado, la sensata paranoia imperial sobre cualquier posible contaminación genética y las ideas "propias" que podían haber desarrollado durante el aislamiento desaconsejó reintegrarles a la veintena de capítulos de los que pertenecían los marines que se vieron atrapados en el asedio de Midas.

De manera que se les asimiló a la ultima fundación producida, la decimonovena y en el capitulo de semilla genética se escribió una serie asteriscos y se adjuntaron las genealogías de los 135 marines originales supervivientes al asedio.

Como nombre se escogió "Aves de Trueno", el nombre en código del plan para exterminar a los tiranidos de Midas mediante la creación y lanzamiento del megaasteroide.

La heráldica del capitulo es un águila imperial recortada sobre la silueta negra de una capsula de desembarco.

La base del capitulo continua siendo la flota creada alrededor del Impavido que no ha dejado de crecer desde el inicio del éxodo y que en la actualidad representa el astillero móvil más grande del sector.

Casi todos los marines del capitulo se reclutan de entre la población de la flota, un pequeño porcentaje son reclutados de entre los neófitos con talentos psíquicos de otros capítulos, debido a que nadie con talento psíquico sobrevivió al estertor de muerte del nodo de la mente enjambre destruida en la explosión del Narcisus. Aun con todo se trata de un capitulo con muy pocos bibliotecarios.

Tampoco abundan los capellanes y todos ellos han pasado por los templos de Marte, siendo de facto, prácticamente tecnomarines. Esto resulta bastante lógico si tenemos en cuenta que el centro del capitulo, su culto y la totalidad de sus reliquias son piezas de tecnología arcana de la época de la herejía o más antiguas.

El capitulo destaca por su pericia en las técnicas de asalto espacial, tanto naval como en la exploración de pecios espaciales, así como en los asaltos y desembarcos orbitales. En comparación con otros capítulos disponen de gran cantidad de tecnología pre-heregía y personal con los conocimientos para manejarla.

De hecho el diseño de sus motocicletas y motocicletas de ataque es propio, partiendo de modelos antiguos, ya fuera de uso, de las vitrinas y altares del Impávido desarrollaron un diseño de motos gravitatorias adaptado a partir de los moldes estándar de las motocicletas imperiales, no son muy elegantes, sobre todo comparadas con las obras de arte que surcaron los cielos antes de la herejía o con las suaves líneas de los velocísimos diseños eldar, pero son plenamente operativas, creadas durante el éxodo, algunos otros capítulos de marines se han interesado por ellas y se plantean incorporarlas a sus armerías.

El hecho de entrenarse desde el inicio en entornos de vació hace que los reclutas del capitulo se entrenen con sus servoarmaduras desde el inicio de su adiestramiento. Esto hace que este sea otro de esos capítulos en los que los neofitos no pasan un tiempo sirviendo como exploradores antes de pasar a otros tipos de escuadras.

Entre las tropas rescatadas en la evacuación de Midas había un puñado de hermanas sororitas protectoras de las reliquias del Impavido. Estas hermanas con sus servoarmaduras más ligeras realizaron desde el inicio las funciones para las que el tamaño y voluminosidad de la armadura marine estándar resultaba un problema. Con el paso de los años ellas también reclutaron niñas de entre la población de exiliados y crecieron en simbiosis con los astartes y los refugiados. Se las conoce como Protectoras de las Reliquias, cuando el capitulo es movilizado tienen el honor de cumplir el tipo de funciones y misiones que en otros capítulos serían competencia de los exploradores."



filantropolo

Ahora ando liado con la primera escuadra de Protectoras de las Reliquias, trasfondisticamente está un poco pillado por los pelos, pero el tema de los exploradores era un problema, he utilizado muchas cabezas de explorador para las escuadras tácticas, se me hacía un poco ridiculo ponerles escafandra a tipos que practiamente van en manga corta y me apeteciá convertir y pintar unas cuantas minaturas femeninas.

Von Speek

A ver si quedamos y te doy los torsos femeninos...

Gonfrask

Me resulta rara la redaccion en un par de puntos y quizas en efecto como dices haya algo cogido por los pelos, pero planteas un transfondo muy interesante. Aun asi, cosas como que los Tiranidos persiguen a la nave Imperial y luego les cuesta tanto tiempo volver me suena extraño, del mismo modo una explosion psiquica semejante, si ya algo que silencia los psiquicos de un planeta suele ser algo muy gordo, no hablemos de algo a escala sistema, además proveniendo su origen de algun punto indeterminado del espacio.

Pero ha sido un gustazo leerlo

filantropolo

Me alegro de que os guste.

La redacción es cualquier cosa menos definitiva, hay partes bastante farragosas que en algún momento reescribiré, asi como muchas cosas que iré incorporando cuando estén, las transcripciones de los interrogatorios del proceso inquisitorial, qué fue de Leonatus, etc.

La idea es que la explosión de la Narcisus se lleva por delante las naves principales del ataque tiranido dejando a las gambas del planeta en conducta instintiva, sin nexo con la mente enjambre de la flota, la explosión psiquica es el estertor de muerte de esa mente enjambre (o del nodo de mente enjambre de la flota, o su Reina o lo que sea, de tiranidos piloto muy poco).